Cap. 20|| Reencuentros

169 5 1
                                    

Narrador omnisciente. Diez años después.

Julia entra en casa tras haber terminado una larga jornada en el estudio, preparando su nuevo disco, cuando unos pasos rápidos y pequeños se escuchan por el pasillo a la vez que los gritos de "mami, mami" se cuelan en los oídos de la, ahora, experimentada madre.

– ¡Mamiiii!

Sara salta hacia los brazos de Juls cuando la pilla aún en la entrada del piso y Julia la besa repetidas veces la cabeza.

– ¿Qué tal el día enana?

La vocecita aguda y emocionada de su hija se vuelve la mayor atención de Julia mientras esta le cuenta a su madre que su querido padre les ha llevado a dar una vuelta por la playa. Sara sigue un rato contándole sus azañas a Julia y cuando la pequeña de diez años se cansa de contar sus historietas, se marcha del salón y sale dando saltitos hacia su cuarto para jugar allí.

Julia va hacia la cocina para picar algo antes de cenar, hábito que prohíbe a sus hijos pero que ella ama en secreto, cuando Carlos viene con Víctor en brazos. Ambos la miran con una ceja levantada, el pequeño imitando a su padre mientras ríe.

– Vaya vaya, pensaba que lo de comer antes de cenar estaba mal, mami...

Carlos agudiza su voz un poco y pone gestos de niño pequeño mientras dice la frase para parecerse a sus hijos cuando pillan a Julia comiendo en lo que ellos llaman momentos prohibidos.

– Mami lleva sin comer desde la una de la tarde y aún queda un rato para la cena, listillo.

Carlos le saca la lengua a Julia mientras deja a su pequeño hijo en el suelo para que vaya con su hermana a jugar.

– Ahora fuera de la bromita ¿Enserio no habías comido nada?

Julia niega ante la pregunta y pega un mordisco al trozo de queso que había robado de la nevera. Carlos arruga la nariz ante la imagen y ambos se miran antes de decir a la vez.

– Pareces un ratoncillo.

Julia se ríe y Carlos la sigue poco después para ponerse ambos a hacer la cena, al menos de sus hijos.

(...)

Julia baja del coche y abre la puerta trasera para bajar a sus hijos de sus respectivos asientos, mientras que Carlos apaga el motor del coche y sale de este acomodandose el pelo.

Sara nada más pisar el suelo sale corriendo en busca de la rubia amiga de sus padres, o como ella la llama, su madrina. Y si, solo suya, o eso dice la renacuaja.

Juls rie ante la intensidad de su hija y tras coger a su hijo menor en brazos, por petición del pequeño, se adentra en la casa junto con Carlos.

Al entrar se topan con Alba, la cual carga a Sara en brazos con un poco de dificultad.

– ¡Juls! ¡Carlos!

Ambos saludan a su amiga como pueden y obligan a sus hijos a bajarse de los respectivos brazos en los que están para moverse ellos solos. Aunque duran poco quietos, porque tan pronto como se les pasa el disgusto salen corriendo hacia los hijos de Sabela y Maria.

– Qué mayores están ya.

La rubia mira a Juls y ambas sonrien para volver la vista a los hijos de la gaditana.

– ¿Lo hice bien?

– Mejor que nadie.

Ambas se abrazan, esta vez sin niños de por medio, y se susurran varios "Te quiero" entrecortados por besos en la mejilla.

Tras esa muestra de cariño tan necesaria entre la rubia y la castaña, ambas van a saludar a sus demás compañeros.

Todos los miembros de la edición están aquí, cada cual con sus parejas e hijos si es que han tenido claro.

Maria y África bailan con los niños, la gran mayoría de la edición está en el salón hablando y Julia, Alba, Carlos, Natalia, Sabela y Dave están en el jardín, mirando todo y comentando lo que ocurre por encima.

Cuando entraron a OT nunca pensaron en crear esa familia, mucho menos en encontrar el amor, como es el caso de nuestros protagonistas, y ninguno imagino el gran impacto que el programa tendría en sus vidas tanto profesionales como personales. Tan sólo eran dieciséis chiquillos en una academia para cumplir su sueño, algunos consiguieron su sueño más que otros, pero todos ellos consiguieron una segunda familia.

Si, hubo momentos duros, separaciones de parejas, tanto de Julia y Carlos como de otros concursantes, pero todos llegaron al mismo punto, pasase lo que pasase eran una familia y eso les llevó a volver a juntarse, como antes, los dieciséis juntos. Y es que, a veces, eso de volver a verse, es mejor que cualquier otra cosa.

💜

Y este es el fin, es bastante simple, pero me gusta. Se ve la evolución de la relación en ellos, como siguen siendo una familia y el cariño que se tienen. Espero que os haya gustado. Nos vemos pronto con "Etéreo" ✨.

Volver a Verte // Julright🌸Donde viven las historias. Descúbrelo ahora