14 días de vida con Daniela Calle [Caché] Terminada.

Día 3

"Así que San Juan se enamora de Jane, pero ella no lo quiere de vuelta?"

"No - él no la ama, ama a Rosamond Oliver, pero él no puede tenerla", suspiré mientras trataba por enésima vez explicarle el libro a Calle.

"Pero Jane ama Rochester, pero este murió en el incendio de la casa?" – dijo Calle

"¡No! ¿Has leído el libro? Eso no es lo que pasa. "le dije riendo.

"Hey", dijo Dani mientras ella me golpeaba con el resumen del libro, "Dame un poco de crédito - lo he leído. O por lo menos lo intenté... Pero es como leer en un idioma totalmente distinto. Y déjame decir Jane es tan dramática en todo. "

"Hiperbólica. Utiliza la frase hiperbólica en vez de "dramático" - se ve mucho mejor y tiene ganancias en los exámenes". – le sugerí

Sonreí cuando Dani cogió una pluma y escribió apresuradamente algunas notas. Fue divertido ver sus intentos fallidos, decidí sacarla de su miseria, extendí mi mano para sacarle la pluma. Nuestros dedos se unieron brevemente y Calle parecía flaquear a medida que nuestra piel se ponía en contacto.

Sin pensar demasiado en eso, crucé mi mano y le corregí con mi letra clara y precisa. "Gracias", dijo Daniela, y en ese minuto la campana sonó.

Ahora nos tocaba Ingles, regresamos del receso y noté que los ojos de Calle empezaban a cerrarse, así que le di un codazo en las costillas para mantenerla despierta. Yo no creo haberla golpeado tan fuerte - de hecho, mi intención era simplemente empujarla, pero ella dejó escapar un grito de dolor.

"¿Estás bien?", Le pregunté, pero me sentí avergonzada inmediatamente después de hacer una pregunta tan estúpida. Por supuesto, ella no estaba bien, ella se aferraba a su costilla y las lágrimas se formaban en sus ojos. "Déjame ver", le dije cuando llegué a mover cabello para comprobar si su cara estaba bien. "No," contestó bruscamente: "Estoy bien, en serio. No me dolió mucho - yo sólo te quería asustar". Yo no estaba del todo convencida por la sonrisa en su rostro ya que aún había lágrimas en sus ojos, pero decidí no preguntar más...

El final de la clase llegó, me encontré a Calle en la puerta y la lleve fuera de la escuela para que coger el autobús a tiempo. Agarro su abrigo-me preguntó, "Poché, ¿a dónde vamos?"

"Snow-board", fue mi respuesta.

"No, en serio, quiero saber! No siempre tiene que ser una sorpresa".

"Ya lo sé. Es en serio - mi mamá trabajaba en la recepción en un lugar de snow-boarding y todavía obtengo un descuento enorme en ese sitio".

"No seas estúpida, no hay nieve en verano".

Le guiñe un ojo a Calle y guarde silencio. Si ella no me quería creer, ella no tenía que hacerlo. Tres paradas después, sin embargo, había llegado a la idea de que tal vez me estaba diciendo la verdad. Nos bajamos del autobús y la llevé a través de la puerta principal de la colina de nieve artificial. Era increíble, era exactamente como la nieve real. Llegamos a la recepción y le entregue el dinero a la recepcionista, asegurándome de esconder la cantidad exacta a Calle. No era tanto – Pero yo sabía que ella insistiría en pagar su cuota, y yo no quería que lo hiciera.

Una vez que nos habíamos cambiado, tomamos dos tablas de snowboard y tome a Calle de su mano mientras caminábamos hasta la cima de la colina. No era demasiado grande por suerte – ya que había sido diseñado para que las personas se divirtieran, no exactamente para profesionales. Era extraño ir de la mano con Calle, ambas llevábamos guantes bien acolchados, así que era difícil tener control sobre los demás. Sin embargo caminamos hacia arriba juntas, luego en nuestros intentos fallidos de snowboard rodamos colina abajo.

Con el tiempo nos dimos cuenta de que toda esperanza se había perdido en términos de snowboard, así que nos fuimos a la otra mitad de la colina, ahí había un tobogán curvo que se podía montar en un bote de goma. Se veía increíblemente divertido y mucho más fácil que tratar de mantener el equilibrio sobre una fina lámina de plástico. Cuando llegamos al inicio subimos al ring inflable y le pedimos a la gente que estaba detrás de nosotros ayuda para darnos un empujón y tener un buen comienzo. El Grito de Calle me dejo petrificada, chocábamos cada vez con las murallas de seguridad del juego, al parecer esto no era tan fácil como pensábamos...

De repente, justo al final del curso nos golpeamos en un costado de la pista provocando un grito de Dani. Ella estaba gritando en una mezcla de miedo y excitación, esto sonaba más como agonía. La miré en estado de pánico y la vi aferrada a su costilla tal como lo había hecho antes. Salimos del anillo de goma y puse mi brazo alrededor de la cintura de Calle para ayudarla y llevarla a un asiento. "Daniela ¿qué pasa? Y no se te ocurra tratar de decir nada de nuevo".

Dani permaneció en silencio. Al principio ella se apartó, pero al darse cuenta de que yo no le haría daño o me reiría de ella, me permitió levantar suavemente el borde de la parte superior de su polera, revelando un enorme moretón en el lado de las costillas. "Qué ..." Ni siquiera pude terminar la frase. Muchos pensamientos corrían por mi cabeza y ninguno de ellos era agradable. Finalmente Calle rompió el silencio y explicó: "Yo estaba tratando de organizar una sorpresa para uno de nuestros días juntas, y me caí al tratar de hacerlo. Yo no te lo dije porque no quiero que te preocupes, o arruinar la sorpresa. "

"Calle ...porque no me lo dijiste. Todavía puede ser una sorpresa lo que estas preparando, pero por lo menos me gustaría haberlo sabido para evitar darle un codazo en las costillas o evitar llevarte por la pendiente de nieve del infierno. "

Me sentí un poco más a gusto cuando Calle se rió. "Estoy bien, de verdad. Podemos tratar de andar en snowboard de nuevo - vamos a permanecer lejos de los anillos de la muerte "Un poco insegura, acepté. Pero con el tiempo me las arreglé para creer que Daniela estaba realmente bien y disfrutado rodando colina abajo otra vez. Pronto se oscureció y estábamos con mucho frio, por lo conseguimos el autobús a casa. Antes de que nuestros caminos se separaran Calle dije: "¿Necesito algo para mañana?"

"Todo está ordenado. No tienes que hacer nada, aunque es posible que desees dejar tu miedo a las alturas en casa. "

"¿Qué?" Replico, al preocuparse por lo que tenía reservado para nosotras. Sin revelar nada más le di un besó de una manera amistosa en la mejilla y dije: "Noche con Poché "arqueando mis cejas.