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V. ¿QUÉ HAY TAN TERCO COMO LA JUVENTUD?
❝Los hermanos Adrian y Alessandra Bourgeois emprenden su nueva aventura yendo a la escuela de Avonlea. Donde, para sorpresa de ellos, hay muchas cosas por aprender.❞
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—No entiendo porqué tanta emoción, ¿te das cuenta que estás feliz por ir a un centro de tortura en el que miden nuestra inteligencia con números inútiles?, Ni siquiera es nuestra inteligencia, prueban nuestra memoria. Aún así, nos hacen sentir como unos idiotas que no lograrán nada en la vida por el simple hecho de no memorizar. —bufó molesto. Detestaba la escuela, más por su método de enseñanza que cualquier otra cosa. Su odio había empezado en el momento que su profesor Thomas Fayolle le había gritado que no sería nadie en la vida, por el hecho de no haber podido responder la fecha exacta de un hecho, ¿de qué le serviría eso de todos modos? De todas formas, Thomas lo había avergonzado en frente de los cien alumnos presentes, ¿qué necesidad había de eso?, y claro, poco se hablaba sobre que realmente logró este que su alumno se sintiera un inservible.
—No entiendo porqué siempre estás tan amargado, ¿podrías verle el lado positivo a algo por una sola vez?
—Positivamente pienso que eres muy fastidiosa. —el rubio le sonrió a su hermana de una manera burlona, cosa que causó un leve fastidio en esta. Detestaba aquella sonrisa llena de burla que la hacía sentir tonta.
