¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
I. LAS AVENTURAS DE LOS BOURGEOIS NUNCA TERMINAN.
❝La familia Bourgeois llega al pequeño pueblo de Avonlea después de largos y constantes viajes alrededor del mundo, para hospedarse ahí por un periodo de tiempo indefinido. ¿Qué aventuras podría traerles un tranquilo lugar como ese?❞
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
—Ojalá que este lugar compense esos dos días de viaje y mi espalda adolorida. —comentó el rubio de orbes azules y menor de los hermanos: Adrian Alexandre Bourgeois al bajar del tren. Mientras se estiraba y trataba de recomponer su compostura nuevamente.
—Amarás este lugar tanto como yo, mi amor. No te preocupes...o al menos eso espero. —habló ahora la madre de este, en un intento fallido de animarlo.
El anterior mencionado sólo podía pensar en lo mucho que le había incomodado el viaje mientras ayudaba a su padre a bajar las demás maletas.
—Oh vamos, sé que este lugar será encantador.
—Siempre dices eso de todo, Alessa. No colmes mi paciencia. —respondió el rubio ante el entusiasmo de su hermana mayor, por tan sólo un año cabe mencionar.
—Ya basta, chicos. Les guste o no, nos quedaremos aquí, de todos modos es bueno a veces escaparse del mundo un rato. —finalizó la conversación la mayor autoridad ahí, padre y esposo: Christian Bourgeois.
