JiMin había faltado a la universidad dos días después de lo que había pasado con YoonGi y sus supuestos amigos.
¿Lo defendió?.
Oh, vaya que lo hizo, pero estaba muy confundido que no quería ver a nadie de la universidad, se concentró en ir a trabajar doble turno durante esos dos días, para recuperar el dinero que no le fue entregado por faltar antes.
Bueno, podría ganar más dinero y mandarlo a la familia de HoSeok para acercarse más a lo que costaba la operación que debían hacerle.
Estaba cerca, eso le ponía feliz, un poco más y podría salvar a su amigo.
Estaba tan metido en acomodar los discos de música de los sesentas mientras un compañero se encargaba del mostrador hasta que el termine.
—¡JiMin, necesito que vengas, el jefe me llama!.
—¡En un momento voy!... El jefe siempre te llama.—murmuro lo último para que su compañero no lo pudiese escuchar, aunque sinceramente no le importaba.
Termino con los últimos discos y fue hasta el mostrador esperando a quien quiera que fuese a comprar algo.
Lo que sea servía.
De verdad, solo quiere ayudar a salvar la vida de su amigo y listo.
También, se concentró en la canción que sonaba por todo el lugar, esa canción le gustaba, y normalmente la escuchaba cuando no quería escuchar ningún solo ruido.
—Amm... Hola... Llevaré estos, porfavor.—dijo el chico frente a él, no le dió importancia a saber quién era, solo diría lo que debía pagar y recibiría el dinero.
—Si, claro, sería...—dijo revisando en la computadora especial para este trabajo.
—¿JiMin?, ¿Park JiMin?.—ganó la mirada del chico, para después ver cómo este mismo dejaba caer su cabeza sobre el mostrador, llamando la atención de muchas personas—Vaya.
—¿Qué haces aquí, imbécil?.
—Amm... ¿Comprando discos, quizá?.
—Seguro vienes a joderme.
—Ah, no, solo vine a comprar esto y ya, por cierto, es bueno verte.
—¿Desde cuándo te da gusto verme?, Siempre me tuviste desprecio, incluso solo me usaste para no quedar mal con tus amigos de que tu último novio se te fue y me usaste.
—Si, bueno, resulta que me he arrepentido todo este tiempo de haber hecho eso, y quería un buen momento para hablarte y pedirte una segunda oportunidad.—hubo silencio, mientras el menor de ambos levantaba lentamente la mirada.
—Espera, o sea, me usas para no quedar mal ante nadie, me tratabas con desprecio por ser un chico suicida, me humillaste muchas veces frente a la gente, intentaste abusar de mí, ¿Y así vienes a pedirme una segunda oportunidad?, Estás loco si crees que te diré que sí.
—Vamos JiMinnie, prometo que jamás pasará.
—Tus mismas palabras que antes cuando hiciste todo eso, ¿Sabes que?, Si vas a comprar eso pagalo y lárgate, no quiero verte nunca hasta que me quite la vida.
—¡Ah, hola JiMinnie!.—se escucho una voz desde algo lejos.
—Esto no puede empeorar...
—Oh, JiMinnie, te extrañe mucho, en serio.
—SungWo JiGoo, ahora, ¿Qué quieren?.
—Pues... Yo vengo porque quería decirte que últimamente no te pude sacar de mi cabeza y pensé en venir a pedirte otra oportunidad.
—Wow, wow, wow, yo vine a pedirle una segunda oportunidad primero que tú, así que esa oportunidad es mía.
—¿Tuya?, Ojalá, pero es mía.
—JiMin estaba por darmela a mí.
—Su cara dice lo contrario, seguro iba a darme la oportunidad a mí en vez de a ti.
—¡A ninguno!, Los dos ya me dañaron mucho como para volver con ustedes, y todo termino por lo mismo, así que, ¡Si vas a comprar esto pagalo y vete, mientras tú, si solo viniste a eso, lárgate de una vez, tu ni siquiera vienes a nada aquí!.
—Ah, pues... Uuhhh, The Beatles.
—Tu ni siquiera sabes quiénes son.
—Pues me decido saber, así que, este.
—Treinta... Y tú, SungWo, son sesenta y siete.
—Bien.
Oh vaya, dos de sus ex se habían encontrado, no pudo evitar sentirse mal al recordar todo lo que le hicieron.
En cuanto recibió el dinero de lo que habían comprado aquellos s chicos, lo guardo en donde debía y siguió esperando.
Aparte de la visita de sus ex, al menos dos de ellos, llegó la visita de aquel chico.
Pista, es el número veintidós para JiMin, ¿Ya saben quien es?.
Genial.
—Wow, Park JiMin trabaja aquí, jamás te había visto por acá.
—Solo trabajo aquí a medio tiempo, pero debo recuperar el día que falte por mi cuenta, los del “accidente” y el de tu culpa.
—Vaya, bueno, vine por uno de tantos discos, específicamente, el rey Mercury.
—¿Cual de todos?.
—El mejor que haya sacado.
—¿Entonces quieres todos?.
—Si, todos, no me molesta comprarlos ahora.
—Bueno, se encuentran en el estante de allá.—señalo—Si los quieres todos, bueno, sería incluso mejor, ayudarías mucho, por primera vez en la vida, quizá.
—¿Ayudar en que?.
—La paga de los trabajadores sería mejor, ya que esos son discos que son caros y la mayoría no los encuentras originales o simplemente no los encuentras, pero aquí los tenemos, por eso son costosos, aparte, el dinero que nos paguen a todos, a mí me serviría mucho lo que me den.
—¿Qué piensas hacer?.
—Es... Cosa mía, nada que pueda importarte.
—Pues me importa.
—Ahh... Resulta que mi único amigo en el mundo está viviendo con su familia en Gwangju, pero enfermo gravemente y necesita de una operación costosa que sus padres no pueden pagar, y d están ahorrando dinero para eso, y yo estoy trabajando y el dinero que ganó, se los mando para que puedan operar a HoSeok y pueda seguir vivo.
—Y hasta ahora, ¿Es la única persona a la que no la tratas como un insecto?.
—Si, y así seguirá siendo.
—Bueno, debo admitir que me da envidia que lo trates bien cuando a los demás los mantienes alejados y les hablas peor que cualquier cosa.
Dicho esto, se alejó yendo a donde se encontraban los discos del rey Mercury.
Queen, en efecto.
JiMin atendió a más personas, ya sea ayudándolas a encontrar discos, recibiendo lo que pagaban por la mayoría, respondiendo preguntas sobre los grupos o solistas de los que se presentaban, etc.
Viendo cómo aquel veintidós veía con atención los discos que llevaba, yendo hasta con él para pagarlos, y antes de irse, solo pro el reto, dejarle un beso en su frente, el cual, JiMin se limpio completamente, haciendo reír al contrario, quien se fue una vez hecho todo lo que quería hacer.
JiMin se quedó mirándolo con odio y asco, juraba que al llegar a su hogar lo primero que haría sería entrar a bañarse, eso seguro.
Le había desagradado complejamente lo que hizo su número veintidós, hace tiempo no recibía besos y no quería recibirlos.
De nadie.
Seguía sospechando que solo lo hacía porque sus “amigos” le habían pagado o era un reto, pero no sabría, por ahora solamente quedaba soportarlo y esperar al final.
No solo el final de su miserable vida.
ESTÁS LEYENDO
°≈{<El suicida y el homicida†∅ ‡YM‡
Fanfiction-"𝙴𝚕 𝚊𝚖𝚘𝚛 𝚎𝚗𝚝𝚛𝚎 𝚞𝚗𝚊 𝚜𝚞𝚒𝚌𝚒𝚍𝚊 𝚢 𝚞𝚗 𝚑𝚘𝚖𝚒𝚌𝚒𝚍𝚊 𝚎𝚜 𝚕𝚘 𝚖𝚊𝚜 𝚛𝚎𝚊𝚕, 𝚑𝚎𝚛𝚖𝚘𝚜𝚘 𝚢 𝚜𝚒𝚗𝚌𝚎𝚛𝚘 𝚚𝚞𝚎 𝚟𝚎𝚛𝚊𝚜 𝚎𝚗 𝚝𝚞 𝚟𝚒𝚍𝚊, 𝚙𝚘𝚛𝚚𝚞𝚎 𝚎𝚕 𝚖𝚊𝚝𝚊𝚛𝚒𝚊 𝚙𝚘𝚛 𝚎𝚕𝚕𝚊, 𝚢 𝚎𝚕𝚕𝚊 𝚖𝚘𝚛𝚒𝚛𝚒𝚊...