Besos En La Cara | Jaeden Lieberher y Tú

10- Porristas

La práctica de las porristas había terminado, fue un poco frustrante estar aun lado de Dara todo el tiempo escuchando como me envenenaba los oídos cada dos por tres.

— ¡___! — Brianna alzaba su brazo en forma de saludo con una sonrisa en su rostro, sonrisa que desapareció cuando vio a Dara seguirme.

— ¿Qué haces tú aquí? — Ataco Angie mirando mal a la castaña.

— El gimnasio es libre — Espeto Dara.

— Como sea — La rubia se interpuso evitando una pelea — ___, queríamos hacerte una propuesta, una de nuestras porristas irá a la universidad el próximo año, así que no tiene mucho tiempo para los ensayos y nos preguntábamos si quisieras hacer la prueba para entrar a las porristas.

— ¿Yo? — Su propuesta me había tomado por sorpresa ¿Porrista? Ni siquiera podía correr para alcanzar al elotero sin cansarme.

— Hablamos con Sophia y a ella le caes bien, te dejara hacer la prueba cuando gustes — Siguió Angie.

No sabía que responder, por una parte, quería hacerlo, pero por la otra...

— ¿Ella porrista? Por favor, mejor contraten a unos monos que bailen con mejor clase que ___ — La voz de Dara se hizo presente en la conversación, casi se me olvidaba que estaba aquí.

— Cierra la boca — Amenazó Angie.

— Recuerda nuestro historial perfecto sin peleas, Angie — Susurro Briana.

Angie suspiro y supuse que contó hasta 10 para tratar de tranquilizarse.

— Tengo que pensarlo — Hable decidida.

Me despedí de las chicas rápidamente y salí de la escuela, no tenía deberes, no tenía exámenes y tampoco tenía ganas de ver a mi padre en la casa, esa ya no era mi casa desde que mamá se fue.

"¿Y si visito a Jaeden?" Pensé.

Estaba por dar avión a aquel tonto pensamiento, pero sin darme cuenta mis pies se dirigieron hacia la ruta de la casa del ojiverde.

|...|

— Lo sentimos mucho, Jae Jae

Estaba acostado en mi cama, no tenía ni la más mínima idea del porque los chicos habían venido a interrumpir mi paz.

— Ya les dije por enésima vez que no estoy enfadado — Hable con voz calmada, a ver si así entienden de una vez por todas que se callen.

— ¿Entonces porque no nos miras?

La habitación se quedó en silencio por unos segundos hasta que... — ¡Auch! ¿Por qué chingados me golpeas, Finn?

Estalle en risas, esos chicos eran mi salvación, a pesar de todo ellos nunca me habían abandonado en los momentos difíciles.

— Disculpa a Wyatt, es un imbécil — Dijo la voz de Jack.

— Ya chicos, no es necesario disculparse — Seguí riendo.

— Incluso estamos de rodillas ¿Vez? ¡Auch! Finn ¡Ya deja de golpearme!

Seguí riendo, lo que daría por volver a ver las estupideces de mis amigos.

— Jaeden, alguien te espera en la puerta — La voz de Maggie se hizo presente en la habitación.

Cerré mis ojos un poco irritado — Si es Megan dile que no estoy.

— ¡Diablos! ¿Esa chica aun te sigue buscando? Si que es persistente — Dijo Finn molesto.

Ellos habían estado conmigo cuando Megan me había roto el corazón, curaron mis lágrimas con palomitas, mis recuerdos con parques de diversiones y mis lamentos con risas. Ahora que Megan había vuelto me suplicaban que no volviera con ella y no lo hice, porque conocí a ___.