2- Líneas paralelas

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— Las líneas paralelas, o rectas paralelas, son dos líneas que siempre mantienen la misma distancia y si se prolongasen hacia el infinito nunca se tocarían. — Relata el maestro de Geometría.

Jaeden no ponía demasiada atención, en realidad pensaba en la noche de ayer.

La música del parque que resonaba en los oídos del chico, Él cantando a todo pulmón ''The Scientist'' y la hermosa risa de la chica que lo acompañaba.

— ¿Dónde estabas? — Le reprendió Maggie, cuando lo escucho entrar en su habitación.

Jaeden no dijo nada, extendió el celular hacia su nana.

— Busca a ___ Vital en los contactos — Musito.

Maggie, algo perdida y enojada por la situación, revisó en los contactos del chico.

— ¿Y bien? — Pregunto un poco impaciente.

— ¿Quién es ___? — Interrogó la nana confundida, pues Jaeden no tenía muchos amigos.

— Me dio su número — Suspiró el muchacho asombrado — ¡Una chica me dio su número!

Se levantó de un salto y rápidamente, a tientas, se subió a la cama y comenzó a saltar en ella emocionado.

— ¡Maggie me dio su número! — Hablo el chico a la pared, pues en realidad no sabía dónde estaba la susodicha.

— ¡Te vas a caer! — Advirtió Maggie girándolo para que en verdad le hablara a ella y no a la pared.

— ¿Cuál es el protocolo de las llamadas? — Pregunto el castaño.

Maggie dejó escapar un ruido en forma de confucionismo.

— Si — Explico — Le tengo que mandar mensaje primero... o mejor le llamo, ya sabes.

— Jaeden — Maggie lo tomó por los hombros sentándolo nuevamente en la orilla de la cama — ¿Estás seguro de que quieres hablar con ella?

— ¿Por qué no?

— Escucha — Dijo en un tono severo — Pienso que te estás emocionado bastante, ni siquiera la conoces muy bien.

— Pero se portó muy amable.

— Algunas personas son como las monedas, tienen doble cara, no puedes estar seguro de tener un amigo hasta llegar a su corazón.

— Por favor — Suplico — Ayúdame, si esto no funciona prometo que será la última vez.

Maggie miró a un punto fijo a la habitación antes de suspirar:

— ¿Qué quieres que escriba?

— ¡Eres la mejor! — Grito estirando sus brazos para que así la señora lo abrazara.

— Mucho amor — Rio la comprensiva mujer tomando nuevamente el celular y agregando a WhatsApp a ___ Vital.

— Hola, espacio... — Relataba el ojiverde — Me gusto conocerte hoy, espacio, ¿No te molesta que sigamos hablando? Posdata: Soy Jaeden.

— Contestó: No me molesta — Informó Maggie.

— ¡Excelente! Entonces agrega "Nos vemos luego, amiga" y una carita coqueta.

Maggie río con las ocurrencias del chico, hace mucho no lo veía así de emocionado por conseguir un nuevo amigo, ¿Y cómo no? Si desde hace dos años no salía de su propia casa.

Ese simple recuerdo de que su chico no podía ser un adolescente como cualquier otro fue la chispa con la que comenzó esta historia.

Entonces agregó un mensaje extra, Sin decirle al muchacho, no debía enterarse o por lo menos no por ahora.

Besos En La Cara | Jaeden Lieberher y TúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora