Tú nos perteneces.

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     Después de hablar con Miranda, empecé a darme cuenta que esta manada había tomado una difícil decisión, compartir a sus hembras pasa salvaguardar la especie, pero también para protegerla a ella y a sus cachorros.

     En la teoría suena bien, pero en la práctica... eso ya es otro cantar, al terminar de limpiar me fui en busca de las niñas, no me fiaba de nadie de esta manada, Rebeca y Amanda fueron abordaras por unos hombres, la verdad daba miedo por lo grande y tatuados que son.

     ¿Qué pasa todos en esta manada tienen que tener tatuajes? Pensé mientras salía de la cocina en busca de las niñas.

     Cuando llego al salón las veo con el beta y al ejecutor, jugaban con ellas hasta que aparece el alpha y las escucho llamarlo papá... mi mundo se detuvo sentía como me subía la bilis a la boca, no puede ser, no puede ser...

     Lo encaro en cuanto salen las pequeñas —¿Por qué mis niñas los están llamando papá?

—Chloé tengo que hablar contigo. Dijo el alpha

—Si alpha, conteste mientras iba para su despacho.

     Cuando llegamos a su despacho me siento en una de las sillas delante del escritorio, cuando me doy cuenta entra el beta seguido del ejecutor y el tercero al mando.

—Veras Chloé es mi responsabilidad como alpha de esta manada aceptar las demandas de apareamiento y eso es lo que vamos hablar los 5 aquí.

—Pues sí, la verdad no sé qué pasa. Dije un poco asustada

—Ya sabrás que nuestra manada las hembras son marcadas por varios machos, por varias razones, pues bien desde ahora tú serás MÍA y de ellos también, nosotros cuidaremos de ti y de las pequeñas, desde ahora dormirás con nosotros y bueno tendrás a nuestros cachorros. Expreso el alpha de una forma tan tranquila que me daba miedo.

—Yo...yo ni siquiera se vuestros nombres. murmure nerviosa mientras me removía en la silla.

—Tienes razón pequeña dijo el alpha con una sonrisa de medio lado, veras mi nombre es James, mi beta se llama Sam, el tercero al mando se llama Ian y el ejecutor se llama Baltasar, pero le llamamos Bal. Dicho ya esto quiero que cojas tus cosas y las cosas de las niñas para que os valléis a la última planta allí estarán nuestra habitación y la de las niñas. Dijo James levantándose.

—Vamos, cogiéndome del brazo Baltasar te ayudo a levantarme de la silla.

—Chicas ¿Estáis bien?

—Si ¿Pasa algo? Pregunto Rebeca mientras me miraba

—Me van a marcar esta noche y tengo miedo.

—¿Que dices? ¿Quién te va a marcar? Amanda me miraba asustada.

—El alpha, el beta, el tercero al mando y el ejecutor, ahora voy a la habitación común para recoger mis cosas y la de las niñas, ellas les están llamando papá a los chicos. Sé que es lo mejor, pero tengo mucho miedo.

—Tranquila sabes que mientras te estén marcando no debes resistirte o será peor. Te queremos susurro Rebeca cogiéndome de la mano.

     Me separé de las chicas para dirigirme a la habitación común de las hembras, estaba asustada y no sabía que tenía que esperar de todo esto, una vez oí que la marca era muy dolorosa y en algunos casos traumática.

—No debes tener miedo mujer, me miro Baltasar mientras me llevaba a la habitación común de las mujeres, nosotros te trataremos bien.

—Lo sé, pero... no quiero que mis niñas vean lo que vamos hacer, no sé si me entiendes. Me sonroje mientras miraba al suelo.

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