Wild Wolves. Ya a la venta en Amazon.

La llegada de la bruja.

     Estábamos entrando en la mansión cuando me acorde el extraño sueño que tuve, fui a la cocina para contarle a la señora pervertida y a Rebeca todo el sueño.

—No os podéis creer lo que soñé. Dije mientras me servía un café con leche.

—Cuenta, cuenta.... Hablaba Rebeca mientras empujaba a Amanda para ponerse delante de mí.

     Pues veréis...

     Estoy en un campo llenos de tulipanes de todos los colores, pero a lo lejos 5 tulipanes llaman mi atención... son, son tulipanes negros...

     Corro hacía ellos, siento que me llaman que están en peligro mi corazón se acelera, por más que corro siento que no llego. Un sudor frío se apodera de mí solo quiero llegar a ellos, todo a mi alrededor comienza a derrumbarse cierro los ojos y grito de miedo y de dolor, cuando abro los ojos me veo en una cueva, no sé dónde estoy, pero no tengo miedo no siento frío.

     Les cuento todo lo que paso en la cueva hasta de las dos veces que salen del cuerpo de la bruja, en esos momentos me di cuenta que en cualquier momento estarían aquí.

—Joder que mal rollo no. Decía Amanda mientras veía el reloj de manera extraña.

—Si eso es verdad te falta unos minutos para que eso pase, te imaginas que se aparezca aquí en mitad de la cocina como si tal cosa. susurre mientras veía todo a mí alrededor.

— Ya te digo, que mal rollo eso de aparecer en casa ajena.

     De repente todas nos giramos y gritamos mientras veíamos a Calíope o Calipso como coño se llame.

—Venga niñas dejar las cosas en la habitación del fondo, y os vais a jugar con los cachorros que ya es hora que hagáis amigos. Dijo la bruja mientras dejaba caer unas cuantas maletas.

—Por cierto, felicidades Amanda, no sabía que a ti también te fuera ese rollo. Hablo guiñándole un ojo.

     Estábamos todas en shock con la aparición de la bruja, no escuchamos la llegada de los lobos ni como media manada estaba viendo lo que pasaba, todo fue muy extraño.

—¡Oh! Por todos los dioses, mira que avise que veníamos, pero claro con tanto folleteo ni os habéis acordado. Querida, serías tan amable de preparar un poco de té. Gracias querida.

—Por cierto, Rebeca muy ingeniosa lo de la lejía y el pulverizador, no sé cómo se te ha ocurrido eso para evitar que se den cuenta cuando has estado en celo. Bravo querida BRAVO...

—¿QUEEEEEEEE? YOOOOOOOO, NO SE DE LO QUE HABLAS MALDITA BRUJA. Gritaba Rebeca con la voz demasiada aguda.

     Bueno, bueno ahora os voy a contar mi triste historia y por qué estoy pidiendo asilo para mí y mis hijas.

—Ya triste dice la jodia, si vivías a cuerpo de reina nunca mejor dicho. Si convenciste a esos 4 pánfilos de que eras el amor de sus vidas. Vamos no te faltaba de nada joyas, pieles, vamos de todo.

—Que te calles que la historia la cuento yo... a lo que iba, cuando no era más que una dulce e inocente hechicera conocí a los 4 Ulfhednar basta decir que eran unos salvajes, pues bien, ellos cayeron perdidos en mis encantos y se obsesionaron conmigo y la loca idea de casarnos, os lo podéis creer. (Todos nos quedamos callados alucinando con lo que estaba diciendo)

—Espera que yo me aclare. Dijo Jame mientras se sentaba a lado de Chloé, ¿Tus compañeros son 4 Berseker con los que has tenido 4 niñas y en cuanto te dijeron de casarte te fuiste por patas buscando alguna manada que le de asilo a tus niñas y a ti?