Wild Wolves. Ya a la venta en Amazon.

El extraño sueño de una noche de Verano.

     Ya ha pasado un año desde que perdí a mi cachorro, Bal ya no es el mismo está siempre solo no quiere la compañía de nadie solo la mía sé que se culpa por lo del bebe.

     He intentado que se dé cuenta que él no tenía la culpa que nadie pensaba que eso iba a ocurrir, las niñas no me dejan sola ni para bañarme... es agotador si no tengo a mis lobos gruñendo por que el viento roza mi piel están las dos enanas peleando por ser mis guardianas. Diosa dame paciencia....

Baltazar.

     Llevo un puto año con ese dolor, no sé cómo hacer que pare solo cuando ella está a mi lado el dolor disminuye, mi lobo cada día está más salvaje solo quiere sangre, me tengo que alejar de la manada para evitar que tome el control quiere que todos sufran por su perdida.

—Ella, la quiero a ella. Decía mi lobo una y otra vez. Como si fuera su mantra

—Ahora no.

—Ella es mía, de nadie más.

—Sabes que tenemos que compartirla con los chicos. Nosotros solo no podemos protegerla.

—Ella es mía... donde estaban ellos cuando mataron a nuestro cachorro.

—Protegiendo la manada.

—ELLA ES MÍA.

     De repente la siento venir, su olor es como un bálsamo para mis heridas, su olor a Jazmines y Azahar, ella que me iba a dar lo más grande del mundo, ella que cuando me necesito no estaba, ella que me mira como si fuera un héroe...

—Mía...

—Ya hemos hablado de eso.

—Mía....

—Como sigas así la vamos a perder.

—Mía... su loba me quiere.

     Deje de hablar con mi lobo, que cada vez está más salvaje, solo quería estar con mi mujer, la única que me hace sentir que todo está bien a la que le falle, por la que daría mi vida. Mi amada luna... ¿Cómo podía con su simple presencia calmar todo lo que sentía? ¿Cómo podría yo mitigar su dolor?

     Ella hacia que mi mundo no se viniera abajo, su calor me daba las fuerzas que necesitaba. Joder la amaba y lucharía hasta mi último aliento por ella... por nosotros.

Chloé.

     Cuando vi a Baltazar tan abatido mi corazón se encogió, no era ni la sombra del hombre fuerte seguro y por qué no decirlo arrogante que siempre había sido.

     No sabía cómo ayudarlo tan solo hice lo que me dictaba mi corazón sentarme detrás de él y abrazarlos dejarme seducir por su olor, ese olor que me relaja y me excita a la vez, delante de nosotros hay un gran campo de girasoles. Solo somos nosotros llorando por lo que hemos amado, pero no llegamos a conocer... ¿Cómo puedes amar algo que jamás has visto, has oído, has abrazado?

     De mis ojos brotaron unas lágrimas, solo quería tenerlo a él de vuelta, ya había perdido mucho en esta vida, mis padres, mi manada mi bebe y a uno de los hombres que tanto amaba. Quería decirle tantas cosas, pero no sabía por dónde empezar.

—Amor no llores, lo siento... siento no haber estado contigo, siento no ser el hombre que mereces, siento causarte tanto dolor.

—Bal, no te das cuenta que no solo he perdido a mi cachorro, si no a uno de los hombres a quien amo. Ya la vida me ha quitado demasiadas cosas, no quiero perderte a ti también. Regresa a mí, te necesitamos, te necesito.