La vez que JiMin y JiYoon empezaron a hablar de cómo y cuándo sería bueno morir, con qué y con quiénes acompañándolos. Ese día fue una lluvia triste y ligera, helada y dolorosa al pegar en el cuerpo.
YoonGi, JiYoon y SeokJin eran los únicos que se encontraban en el campo santo, despidiendo a su más querida persona especial; el azabache no paraba de llorar, la madre de éste lo abrazaba como si no hubiera un mañana.
— Él estará tan contento.
De la nada la señora Min, dijo.
» — A él le encantaba la lluvia, y hoy en su último día frente a nosotros, fue despedido con ella — su hijo no la entendía, pero se sentía un poco cálido — Es hora de dejarlo ir.
El cajón empezó a bajar, la tierra y luego nada; lo que un día existió de Park JiMin, se esfumó. No había más chico lindo de mejillas hermosas, no había más sonrisa y ojos tan bonitos, no más palabras preciosas; su voz, su cantar maravilloso, había culminado como un simple aleteo de mariposa.
— Debiste llevarme contigo — SeokJin miraba a una distancia prudente lo que el novio de su mejor amigo hacía. Tirado al pasto, llorando a mares y golpeando esta. Tristeza era lo que sentía, impotencia y lástima.
La señora Min como pudo apartó a su hijo de ahí, y ya que su paraguas se había caído, la lluvia golpeaba sus cuerpos, tan dolorosamente. Con lágrimas siendo reemplazadas por las del cielo, Min JiYoon levantó a su hijo, y lo abrazó tan fuerte y reconfortante como una madre podría hacerlo.
— Todo estará bien, cariño.
— Eso mismo me dijiste cuando él estaba en el hospital, mamá — dijo — Nada estará bien nunca.
Ardor en su pecho sintió, era una jodida verdad, nada sería hermoso nunca más, ella no tardaba en también abandonarlo.
— Señora Min, deberíamos irnos; una tormenta se avecina, no podemos estar más aquí.
— Yo me quedaré un poco más — dijo YoonGi.
— No puedes quedarte — fue turno de SeokJin.
— Por favor sólo déjenme quedar una hora — ellos sólo asintieron aunque en verdad no querían dejarlo.
Ya que ambos salieron de ese lugar, YoonGi volvió a partir en un llanto desgarrador.
— Sabía que no era buena idea el leer ese libro, siempre tuve ese presentimiento de que pensaría que sería yo o alguien que me gustara — dijo con dificultad — Tú un ángel y yo un demonio, ¿por qué creí en eso? ¿Por qué creí en un amor eterno, cuando a ambos se nos tiene permitidos estar juntos? Los demonios y ángeles deben de pertenecer con los suyos, nosotros fuimos castigados ¿eh?
Rió amargo —» Fuimos castigados, hermoso JiMin.
La lluvia empezaba a caer más fuerte, ahora estaba más que empapado — Deberíamos volver, nos resfriaremos y no podremos darnos besos por un largo tiempo — paró por unos segundos — Ah, espera, ya no puedes sentir, ya no puedes estar conmigo, ya no podemos darnos besitos.
Con sus ojos cerrados y respiración irregular; trató de cantar la canción de ambos — Porque aunque tu vida sea arrebatada de mi, tú siempre serás el mejor de todos; siempre serás lo único que puedo y quiero pedir — su cantar era un poco raro — Sonrisa de príncipe encantador, corazón de hada feliz, y besos sabor a amor; es lo que eres tú.
—» Sé que ahora mismo podrías estar contento conmigo porque por fin pude afinar el último pedazo. Amor, quiero tenerte conmigo de nuevo — se levantó y se puso frente a la lápida — Mañana vendré, todos los días siguientes para que podamos pasar tiempo juntos, mi amor. Traeré libros y los leeré para ti.
Besó el nombre de JiMin, y musitando un te amo, él se marchó de ahí.
El destino y la vida pueden ser un poco cruel cuando quieren; YoonGi empezó a odiarlos desde ese día.
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Black Wings ♡ yoonmin
Fanfic❝ - En unos meses me veo volando tan alto, con mis alas largas y negras - dijo. - Yo te veré desde lo más alto, amor - sus ojitos, aunque estaban cansados, tenían un lindo brillito - Estaré esperándote ❞ Min YoonGi y Park JiMin eran una pareja imper...