Como lo dice el título... One Shots exclusivamente de Kageyama.
Si quieres un One Shot personal, solo tienes que seguir los pasos.
⚠️Los personajes y la historia de Haikyuu pertenecen a Haruichi Furudate.
⚠️Los OC e historias que escriba pertenecen...
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POV Narradora
Una chica de cabello (c/p), ojos azules y estatura un poco más alta de la media, caminaba tranquilamente a encontrarse con el extraño grupo con el que se reunía su hermano, ya que si no iba, igualmente un búho molesto iría a buscarla para que observara y lo elogiara por sus "magníficos" remates.
Escuchaba el leve viento azotar los árboles y veía a algunos escarabajos en las paredes de su camino.
Se detuvo en su camino al escuchar quejidos de frustración de alguien, así que decidió investigar un poco.
Al asomarse, pudo ver a unos de los jugadores de Karasuno, exactamente al número 9, a su entrenador y a una de las mánagers.
– Hola – saludó detrás de la chica rubia haciendo que se asustara.
– H-hola –
– Perdón pon asustarte, no era mi intención –
– Ah no... está bien –
– Me llamo (T/n) –
– Yach--
– Otra por favor – pidió Kageyama.
Yachi se la lanzó.
– Yachi Hitoka –
– Encantada, por cierto, ¿qué hacen? –
Yachi volvió a pasarle un balón.
– Kageyama-kun está intentando levantar de otra manera –
– ¿Por qué? –
– El ataque rápido de Kageyama y Hinata no está funcionando, por eso el entrenador quiere que el balón baje en la mano de Hinata –
– ¿Hinata? –
– Ah, esto... el número 10, de pelo naranja –
– Ah, Kuroo lo llama Chibi-chan – hizo silencio. – Ya veo –
Se acercó al chico después de que pasaran unos minutos sin pasar más balones.
– Perdona, ¿podrías dejarme probar? –
Kageyama la miró extraña por su petición. Miró al entrenador y este le dio una respuesta positiva. Se apartó del lugar y ella se colocó justo donde él para así, pedirle que la chica rubia le pasara un balón. La chica lo levantó justo como ellos querían ver y a la primera.
– Vaya, que suerte, otro por favor –
Y sin levantar ninguna botella, las tiró todas a la primera.
– ¿¡C-cómo lo hiciste!? – le preguntó un emocionado Kageyama al verla levantar el balón con tanta perfección.
– ¿Puedo hacerte una pregunta? – él asintió. – ¿Qué miras al levantar el balón? –
