LdlM (tercera parte)

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No había animales, solo el sonido se moscas revolotear y búhos en la cercanía, y... Un feo olor me atacó, miré a mi alrededor, oscuro y putrefacto, pienso, si de frente no hay nada, entonces... ¿Detrás?, tenía miedo de lo que podría haber, giré lentamente el cuerpo como pude y vi una pila de cuerpos mutilados, brazos, piernas, horrendo, y además 2 cruces de crucifixión, ¡mierda! Pensé, y si... Nos iban... A clavar ahí, no quise ni pronunciarlo y miré hacia otro lado dándome la vuelta. Cuando se me ocurre una idea, intentar hacer que el tirane o la soga cediesen, comencé a moverme, tiré y tiré pero nada, hasta que escucho voces fuera y rapidamente me hago el desmayado, entra un hombre, peso pesado, lo noté por sus pasos lentos y crujientes en la madera, se acercaba, observa, yo mientras esperando una oportunidad, abro un poco los ojos y veo que estaba de espaldas y a mi alcance, no lo dudé, mis piernas de abalanzaron sobre su cuello, con mis rodillas apreté muy fuerte, forcejeo, golpeaba mis piernas pero no desistí, hasta que rendido cayó al suelo, y proseguí a tirar de vuelta por la soga. Me esforzé y de repente cedió y caigo al piso junto con el tirante que golpea a otro de un pequeño recinto para el ganado que estaba al lado mío, causando mucho ruido, ¡era hora de escapar!, revisé el cuerpo, saqué un cuchillo de carnicería, un revólver con 6 balas, no eran mucho pero mejor que nada, y un juego de llaves, ahora estaba en mis manos salvar a Sarah.

Habitación MalditaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora