Habitación Maldita

(séptima parte)

Recibo un empujón que casi hace que me caiga, y por debajo escucho que alguien viene por las escaleras, me giro hacia ellas y entra una persona con una bata negra un poco destrozada.
-llevarla- dijo con una voz muy ronca.
Me tomaron del brazo y me obligaron a tomar ese Tozun, no quería pero por miedo lo tomé.
Abro los ojos y estiy en otra habitación pero esta iluminada, está húmeda, y se caía a pedazos. Miro por la ventana que estaba tapada con algunas maderas, aún así logré observar el pueblo desde ahí, estaba en la cima de la colina.
Presté atención y conseguí escuchar algo de una conversación, ¡Tom está vivo!, que alegría pero lo estaban buscando, que insensata fui al traerlo aquí.
Pensé, miré a ver que tenía de equipo, solo mi linterna, intenté forzar las maderas pero no hubo caso, esperé y volví a mirar por la ventana, estaba muy oscuro, no veía con claridad, pero estaba en un segundo piso de vuelta, a lo mejor si conseguía saltar podría escapar, justo abren la puerta y ese hombre sombrío vuelve a entrar junto a otros 2 hombres sin las mismas ropas, me tomaron y me llevaron afuera, había una cruz con una persona incendiándose, ¡que horror!, toda la cruz prendida fuego, ls persona ya muerta, hasta que rompe el hielo el hombre.
-Cuando encontremos a tu esposo, ambos serán ofrendas para el- dijo con una sonrisa macabra, tragué saliva y atemorizada roqué por que Tom me sacara. Cuando de repente escucho in disparo.

Mientras tanto Tom

De repente escucho que bajan las escaleras, me di vuelta y me puse al costado agachado detrás de una litera, miré a mi lada y había una sartén algo oxidada pero me servía, cuando me asomo una mujer como los demás pálida se asoma a la puerta, despacio me acerqué y con mucha fuerza se llevó un sartenazo en la cabeza, cayó al suelo, despacito subí las ecaleras y me aseguro que nadie está en casa. Entro a un cuarto, no había luz, saco mi linterna y veo las paredes con fotos sangre, un olor putrefacto me atacó, investigo la litera y encuentro un retazo de tela, se me hace conocido, ¡es de Sarah!.
Me sorprendo con el hallazgo y Justo en ese momento escucho ruidos abajo, diablos no le pegué con suficiente fuerza, saco el revólver y me asomo apuntando y la señora estabs cargando una escopeta, no había otra... Bang, apunté a cabeza, manchó todo de sangre, bajé rápido tomé la escopeta, cartuchos y salí corriendo, intuí que si estuvo aquí irían a un lugar alejado pars tenerla escondida, creen que estaba en el pueblo, no sería inteligente que estuviera a un paso, decidí subir la colina para refugiarme y para que me perdieran en rastro. Corrí pero atento a lo que sucedía a mi alrededor, cuando llego me sorprendo una imagen horrenda, una cruz incendiada con alguien carbonizado, ¡y ahí está!, se la estaban llevando dentro de esa casa, me tiré al suelo y miré todo más tranquilo, ohh rayos, se estaban armando, era hora de pelear, una imagen se me vino a la cabeza, cuando salía de caza en familia, mi padre me enseñó a disparar, un escalofrío me recorrió.
Salieron unas 5 personas de la casa y... Una iba con una bata negra como la de eaa figura oscura. Más adelante había un carro pequeño, fui agachado saqué el revólver, lo cargué, y ahí estaban también tenían armas, pero decidí atacar primero, apunté y bang, bang dos menos, inmediatamente corrí hacía un muro medio destrozado que había a mi costado, ma subí por una caja y bang, otro menos, en la oscuridad no sabía donse estaba, de repente escucho gritos detrás mío, venían más, me apuré y corrí hasta la casa en el camino... Bang, ¡aahhg mi hombro! Grité, me habían disparado, miré mientras intebtaba correr y dispare fallando, me tiré atras de unos troncos de leña y saqué la escopeta asomé y balas me rozaron, rápidamente decidí correr y meterme en la casa, fui lo más rápido que pude y ni bien entro se aparece una mujer gritando y por impulso jalé el gatillo y le volé una parte del cráneo del susto, hice la corredera y entré a la primera sala nadie, afuera había disparos, cuando escucho algunos golpes arriba, como un trueno subí y ahí estaban, Sarah y esa persona misteriosa, la tenía agarrada del cuello con una pistola en la cabeza.
-Deja el arma hijo de p***- dije enfurecido y con el fervor de la adrenalina.
- Estás herido muchacho- contestó con una voz ronca, su cara llena de cicatrices y pálida, como un muerto.
-Sueltala- dije lentamente sin dejar el la escopeta- rápido.
-No tienes escapatoria- en ese momento Sarah estaba con quejidos, la estaba apretando fuerte, en un movimiento rápido lanza un codazo en la boca del estómago y la suelta, Sarah se corre y yo le pego un escopetazo.
Corro a sus brazos, entre lágrimas y besos, salimos afuera y na balacera nos cayó, volvimos adentro rápido y corrimos a la puerta trasera. Lo mas veloz que pudimos bajamos por un camino mientras unod locos nos perseguían.