Destellos de amor

✨Chocolate

Un pequeño e insistente ruido sonaba por toda mi habitación. Quería seguir descansando, no dormí lo suficiente, pues debía terminar un proyecto el cual fue más complicado de lo que llegué a imaginar. Así que estaba realmente agotada y solo quería seguir durmiendo.

Resignada busqué entre las sabanas mi celular, al desbloquearlo vi la hora 7:50. No pude más que gritar de la impresión, lanzando a mi pobre celular.
Presionada por la hora, en menos de 10 minutos, me duche, poniéndome mi ropa interior lo mejor que pude, me coloque los lentes, para empezar a vestir  el  informe escolar, el cual era camisa blanca, chaleco azul, un moño rojo que va en la camisa, una falda junto con unas medias y saco gris. Normalmente suelo usar el uniforme deportivo debido a que es mucho más cómodo. Pero como este día realmente sería muy especial opte por usar falda y pantimedias negras.

Al verme en el espejo, quede realmente impactada, puesto que me veía tan rara, pero no  en el mal sentido o al menos eso quiero creer. Vestir así era totalmente nuevo.
Lo que me incomodaba un poco, era el hecho de que la falda era bastante corta, pero gracias a las medias me hacía un buen contraste, no recordaba que mis piernas fuesen tan largas y bonitas. Como detalle final peine rápidamente mi largo cabello castaño y me hice una coleta, así que al echar un último vistazo, la imagen que veía era bastante bonita.

Ya casi salía de mi casa, cuando recordé que había olvidado mi celular, de milagro lo encontré en la habitación. Acto seguido salí desesperada de mi casa.

Sé que yo Hanji Zoe, no soy la mejor corredora, pero debo admitir que a mis 17 años, me lucí al llegar en tan solo 15 minutos, todo un tiempo récord.
La preparatoria Sina, es una de las más prestigiosas de la ciudad, son bastante estrictos con el cumplimiento de sus reglas, por lo que si me sorprendían llegando tarde no sería nada bonito. Ahora tendría que ser muy sigilosa para entrar al salón, sin ser vista por el maestro Pixis de Filosofía.

-Señorita Zoe, puede pasar, igual y su castigo ya lo tiene registrado el representante de la clase.- expresó el maestro quién aún seguía escribiendo en el pizarrón.

-Gracias.-  dije lo más apenada posible, observando como mis compañeros reían y parecían disfrutarlo. Mientras otros estaban realmente sorprendidos por verme usar falda e incluso mencionaron que casi olvidan que era una chica, pero el día de hoy lucía particularmente bonita.

Camine lo más rápido posible hasta llegar a mi asiento, que estaba a un lado de mi mejor amigo.  Al menos podría disfrutar de la compañía de Levi, quién en cuanto me vio, me saludo con gran cariño.

- Llegas tarde inútil cuatro ojos.

Bueno tan, tan cariñoso no es, pero sé que es su forma de mostrarme su amor apache.

- Me quede dormida.

- Eso no me sorprende y ¿Por qué no respondiste a mi mensaje?- Pregunto, mientras tomaba algunos apuntes en su cuaderno.

- ¿Mensaje?- cuestione, mientras sacaba discretamente mi celular y sí efectivamente tenía un mensaje de Levi, el cual decía ¿En dónde se supone que estás?, viendo la hora en que lo recibí pude darme cuenta de que fue el glorioso y molesto sonido que me hizo despertar. Sin dudarlo tome sus manos y las entrelace con las mías, mientras lo veía fijamente- ¡Gracias Levi, por despertarme!- Agradecí mientras le mostraba una enorme sonrisa. Lo cual provocó un ligero sonrojo en sus mejillas, en especial porque toda la clase nos estaba mirando y Mike desde su asiento tan solo mostró su pulgar en señal de aprobación. Él rápidamente se liberó de mi agarre, tratando de concentrarse en la clase.

- Por cierto, debes recoger los cuadernos de Filosofía y llevarlos al cubículo del maestro Pixis, antes de la salida.- dijo el azabache quién era el representante de la clase y parecía bastante complacido con el pequeño castigo.