Capitulo 23

756 48 0
                                    

Maratón 2/3

Narra Tony

Él estaba con su rostro hacía abajo. Le di una orden rápida que él acato al instante sin cuestionar, se puso como le pedí exactamente, con sus rosillas y codos sobre la cama. Su hermoso trasero estaba elevado dándome una excelente vista desde donde yo estaba parado. No podía ni siquiera mirarlo sin pensar en lo hermoso que era y de cuanto quería hacerlo mío, sin importar las consecuencias, pero me limite a dejar de pensar tanto y hacer mi cometido, me acerque a él apoyando mi abdomen bajo y mi entre pierna en su maravilloso culo, no quería ponerme duro. Mi mente se hacía películas de como lo hacía mío en varios escenarios, como si de un adolescente tratase. Era jodidamente difícil resistirme al deseo. Coloqué mi mano en su glúteo, era jodidamente grande, no iba a compararlo con el de una mujer, por que esto era diez veces mejor. Su jadeo fue el que me hizo reaccionar y por fin hablar.

-Fuiste muy desobediente, pequeño. Ahora papi tendrá que castigarte. – dije muy determinado, era lo que iba hacerlo, escuche como suspiraba, era un maldito masoquista con una carita mu tierna, lo sabía, y aunque no podía verla podría jurar que esta estaría roja, con una expresión entre placer y dolor, que con solo imaginarlo tenía ganas de darle vuelta y enterrar mi miembro muy dentro de él, pero me estaba conteniendo. – serán quince azotes, porque soy piadoso.

En el fondo pensaba que era mucho, pero no por eso debía ser tan flexible, tenía que aprender que a papi se le respeta, y eso haría. Empecé con el primer azote, escuchaba sus jadeos ala vez de como contaba cada una de las nalgadas que yo le daba, me parecía tierno ya que apenas podía pronunciar palabra, me encantaba esta faceta suya, en la cama era tan sumiso y tan indecente, estaba loco por él. Sentí como cada vez estaba temblando más, hasta que por fin terminé con el trabajo.

Se quejó débilmente, sabía que estaba cansado por eso no seguí con algo más sexual, me limite sentarme y tenerlo en mi regazo, y lo acaricie por inercia.

- ¿Te dolió mucho cariño? – le susurre, a lo que solo dio un asentimiento con su cabeza, sabía que no me querría hablar después de eso, era de esperarse y no me sorprendí de más. – Si no te hubieras portado de mala manera no dolería.

Dije lo último para molestarlo, la verdad. Me gustaba ver su mueca enojada, porque sus labios se juntaban haciendo que su labio inferior sobresaliera un poco, su entrecejo se frunciera y sus mejilla se sonrosaran de forma leve. Era la definición de perfección por donde lo vieras. Sé que a veces hago casa de las que me arrepiento pero esta no es una de ella, y eso es reconfortante.

-No me porte mal. – contraataco el niño, eso no era verdad, en definitiva, era una ternura verlo enfadado, a veces. Le di un pequeño beso en sus labios. Pero no me pude conformar con eso, por lo tanto le di uno más intenso, su boca se movía a la perfección, era exquisito. Pero finalmente nos separamos para poder respirar. El me miró fijamente.

- ¿Estas cansado? Podemos descansar un poco si así lo quieres, May no viene hasta mañana. - pronunció, y sinceramente alucine, claro que sabía que su tía no volvería pero solo hubo una época de mi vida donde dormía en la misma cama con alguien que no haya tenido sexo. Pero obviamente iba aceptar esa propuesta. Nos acomodamos en esa cama, era algo pequeña para mi gusto, pero no me quejaba, tenía a Peter cerca de mí, y eso era lo que me importaba. Sinceramente no sabía lo tan cansado que estaba hasta que cerré mis ojos y me dormí profundamente con mi mocoso pegado a mi cuerpo.

Cuando sonó un despertador, me desperté enojado, mi sueño se vio interrumpido por esto.

Peter se despertó con un bostezo para apagarlo. Y seguir durmiendo, en su defecto. Pero al parecer supuse mal. Ya que fue al apagarlo se levanto para decir una palabra. Pasaron varios minuto hasta que volvió completamente renovado, se había tomado una ducha y vestido bien.

-Buenos días papi. – saludó a la par de que me daba un beso muy corto en los labios. Estaba confundido y algo dormido todavía, hasta que mi cerebro por fin pudo procesar la situación, y recapacite sobre que hoy era un viernes. Me levante rápidamente de la cama. – No te preocupes es temprano aun. Ve y arréglate, luego ven a desayunar, y podrás ir a tu trabajo.

-Buenos días, bebé. Parece que estas de buen humor. -observé, mientras el se dirigía a su puerta.

Y no era mentira, estaba muy sonriente y feliz, por un lado estaba extrañado, pero tranquilo. Todavía estaba algo aturdido por el sueño que llevaba encima, pero eso no evitó que lo notara.

-Se 'puede decir que dormí muy bien. – me dijo para darme la última sonrisa para irse.

Yo solo me levante para ir al baño y realizar mi rutina de higiene como normalmente hago: lavarme la cara, me enjuague mi boca con un poco de dentífrico y agua, luego los lavaría adecuadamente, no me bañe por falta de ropa limpia, pero me arreglé el cabello. No tarde demasiado. Pero cuando salí Peter tenía la mayoría del desayuno hecho.

Me acerque a mi mocoso sin que se diera cuenta, por que estaba de espaldas haciendo quien sabe qué. Lo abrase por la espalda, no pudo evitar dar un sobresalto, pero después sonrió. Me sentía de alguna manera como si ese fuera nuestro hogar, y esa fuese una de nuestras tantas mañanas, me encantaba esa sensación, pero sabía que cuando volviera está noche y estuviera solo, me sentiría mal por alguna cosa, y me tomaría al menos tres vasos de alcohol caro. Era inevitable. Pero quería disfrutar de esto lo más que pudiera.

-Bueno, el desayuno esta listo. -mencionó, eran dos tazas de café con huevos revuelto, con dos tostadas con mermelada cada uno, olían bien y mi estomago estaba realmente hambriento.

-De acuerdo, llevémoslo a la mesa. – dije y asintió dándome la razón. Cada uno llevó lo que le correspondía, espesamos a comer y a charlar. Pero obviamente debíamos hacerlo rápido, ya que cada uno tenía sus responsabilidades. Al terminar dejamos todo para lavar, él me dijo que cuando volviera lo lavaría el mismo.

-Toma tus cosas, ya te llevo hoy. -informe, jamás lo había llevado a su escuela, por lo tanto era nuevo para los dos, después de negarse con excusas baratas, acepto. Sabía que Peter era un chico tímido, y no le gustaba llama la atención, cosa que me gustaba, pero hoy sería la excepción, claro. Era obvio que llamaría la atención de todos saliendo de un auto último modelo de edición limitada, pero de verdad quería llevarlo hoy, y eso haría.

-Sigo creyendo que esto es muy mala idea. – me dijo ya estando dentro del costoso auto, me reí de su expresión preocupada, cada uno no estábamos poniendo los cinturones de seguridad pero eso no evito que le de un dulce beso en su labios.

-Tranquila, cariño. No les des tantas vueltas al asunto. – le dije en susurro cerca de sus labios, estaba nervioso pero y quería darle seguridad y no se me ocurría otra manera de hacerlo. - Vamos que se nos hace tarde.

Y fue cuando puse el auto en marcha que Peter dejo sus inquietudes para poner algo de su música. 


------------------------------------------------------------------------------------------------

Sé que me tarde pero tuve mucha tarea, pero en fin, lo logré, yay :3

Daddy,  Do it AGAIN. //starker//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora