Daddy, Do it AGAIN. //starker//

Capítulo 25

Narra Peter.

En el viaje me sentía intranquilo, no quería sentir aquellas miradas sobre mí, sería mucha atención, más de la que me gusta recibir a diario. Mis compañeros y demás estudiantes no dejarían de mirarme por bajar de un auto de edición limitada, por eso cuando me baje fue totalmente en vano ponerme una capacha o eso, por que al fin y al cabo todos saben que soy el nerd de mi salón, era triste pero no me desagradaba, era como una barrera protectora más bien, aparte de que este era mi último año en este colegio por ende solo tenía que aguantar unos cuantos meses y este infierno se acabaría.

Al salir del carro, todo se dio como predije, menos una cosa. Scott, el perro faldero de Flash, se dirigió hacía mí, de una manera despectiva, muy despectiva a decir verdad, me enfurecí, pero no quería hacer nada que llamara la atención en sí. Por eso me golpeo. Pero cuando salió Tony a salvarme fue como un sueño, me defendió de Scott, Ned también estuve ahí para ayudarme. Y ahora se encuentra conmigo en la enfermería, mientras sostengo un hielo en mi mejilla morada, suspire, tendría que estar en el aula pero el director insistió que podía perder la primera clase y que eso no me afectaría mucho gracias a mi asistencia perfeta.

-Insisto en que tienes que usar tu fuerza, es el último año hermano. – dijo al fin Ned, sabía que se lo había estado guardando, rodé o ojos ante la insistencia. No la iba a utilizar y punto. No eran un villano. Debía ser responsable con ese tipo de cosas.

-No, y punto. – dicté, él acepto a regañadientes. Me levanté de mi asiento, estaba cansado de estar ahí sin hacer nada, llevaba más de cuarenta minutos sentado, necesitaba ocupar mi mente en algo más, le dije a Ned que vayamos a caminar, pero al traspasar la puerta de aquella habitación vi a Tony, que venía directamente hacía mí, con cara de satisfacción y orgullo. Seguro llego a un trato justo con el director. Ned estaba a mi lado y ambos nos miramos.

-Ned, puede irte, necesito hablar con él a solas. – ordenó Tony, a lo que mi amigo asintió y se despidió de mí alegando que nos veamos en un rato, yo hice lo mismo y finalmente se fue.

-Bien, ¿Qué paso señor Stark? – pregunte algo ansioso en realidad y con un tono casi en susurro.

-Será sancionado por dos semanas y deberá limpiar la biblioteca durante un mes, a partir de su regreso. – era una pena justa a mi parecer. No puedo ir golpeando a personas por que sí. – Pero necesito saber que te dijo.

Eso hizo un click en mí, me sentí abrumado al recordar las palabras tan hiriente que salieron de su boca sin remordimiento alguno, mi ojos se aguaron un poco, pero estaba dispuesto a decírselo.

-Él dijo...que... -Mi voz salió entrecortada gracias al nuda que se formulo en el interior de ella. – Yo era tu puta. – dije sin pensarlo dos veces. Cerré los ojos con fuerza, y no pude evitar soltar varias lágrimas. – dijo "ya conseguiste quien te mantenga Peter, eres su puta ahora, es inevitable", intente ignorarlo pero cuando lo hice me golpeo.

Me miro un rato largo, sin mediar palabra, solo éramos los dos en un silencio profundo, no incomodo pero sepulcral, de eso no había duda. Sabía que no me miraba con lastima o compasión, más bien de comprensión y tal vez un poco de amor.

- ¡Peter! – gritó una voz femenina interrumpiendo ese silencio que habíamos generado entre los dos. – Lo siento cariño, vinimos con Valentina lo más rápido que pudimos cuando nos enteramos de lo sucedido. -Ahora su mirada estaba fija en Tony. -Gracias Tony por cuidar de mi bebé.

Mis mejillas se sonrosaron de repente, me sentía algo avergonzado por el apodo.

-Tía... - la regañe en un susurro.

-De nada, May. Sabes que Peter es muy importante para mí también. – mientras exclamaba la frase refregaba su mano en mi cabello, despeinándolo. -No me gustaría que nada malo le pase.

Me sentía totalmente abobado por las palabras dichas de Tony, de algún modo me encantaba que dijera cosas de ese estilo, me hacía relajarme, pero al mismo tiempo me ilusionaban, me sentía como si fuera el único en sus sueños y vida. En resumen, tenia muchos sentimientos que se arremolinaban en mi cabeza generando una tormenta de pensamientos, tanto positivos como negativos.

-Tienes razón. – dijo mi tía. – Peter, el director me dijo que hoy podías tomarte el día libre y no te correrá la falta.

Asentí, no era que me importará mucho en verdad. Pero no sabía que haría, no tenía ningún plan.

-Si puedes y quieres, estas invitado a la torre, vamos los dos juntos. – me invitó, y era tentador, mire a mi tía quien me dio el visto bueno. Sonreí y le dije que iba.

Nos fuimos al auto de nuevo. Donde subimos y nos pusimos los cinturones de seguridad. Lo mire, su perfil, era perfecto, siempre lo fue. El sol daba contra su piel haciendo que esta resaltara su tonalidad bronceada, haciendo que se vea más caliente de lo normal. Su traje estaba algo arrugado pero no era tan notorio. Sentía mi calor corporal subir. Eventualmente me distraje enviándole mensajes a mis amigos avisando de que iba a faltar por hoy y que no se preocuparan. El auto ya estaba en marcha cuando quise darme cuenta.

La torre estaba relativamente cerca, no nos tomaría más de veinte minutos en llegar, si es que el trafico no estaba pesado.

-Peter...- dijo Tony haciendo que mis mirada se fijara en él. -Quiero que sepas una cosa, tu no eres mi puta, ni mucho menos. Nunca te veré de esa forma por en verdad te quiero, es muy fácil que yo la cague, pero intento no hacerlo, solo por ti.

Su declaración me dejo atónito, ¿Cómo debería responder a esto? Es el hombre de mis sueños declarándose ante mí. Quería llorar de la alegría, pero en vez de eso sonreí.

-Yo igual, nunca me anime a decirte que me gustabas mucho por que siempre me repetía que era patética esa idea de que podamos a llegar a ser algo. Pero acá estoy. – sonreí por último y él también, creo que lo dos no estábamos librando de una porción de lo que cargamos durante estas semanas.

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