💕5💕

1.2K 153 98
                                    

El patriarca: jajakkabzksjdbcofcofcof!

Todos:...

Afrodita: ¡Rápido! ¡El patriarca se está ahogando!

Justamente Docko iba ingresando vestido casualmente con las manos en los bolsillos, vió al patriarca tosiendo como llama resfriada y no evitó contagiarse de la risa de Aioria quien también empezó a reír. Solamente ellos riéndose ante la cara ya azul del gran pontífice.

-¡ya entiendo!.-gritó aioria.-Con razón el nuevo "Milo" casi lloró de rabia cuando le enseñaba la colección de películas de "acción" que tenía para enseñarle a media noche jajaja.

-¿A qué te refieres?.-cuestionó Mu confundido.

-Te presentaré mi teoría sin cartulina ya que no tengo.-Habló con algo de autosuficiencia.-Haber, lo que ocurre es que ambos cambiaron de cuerpo, ¿entienden? Osea que es como si Milo ocupara el cuerpo de Camus, y Camus ocupara el cuerpo de Milo.

-Esa es la inteligencia del único Aioria que hay en el santuario.- apuntó divertido el peliverde.-Es exactamente tal y como lo dijo, pero aún exijo..exijo..¡ya hagan que el patriarca respire por la bendita Athena! ¡No me deja concentrarme en mi explicación!.-reclamó mirando con ansiedad.

-Yo me encargo.-dijo Death Mask con una mirada maliciosa a la vez que estiraba su palma para lanzar una gran palmada a la espalda del patriarca que por poco y lo lanza de cabeza al suelo. Bueno, solo lo lanzó de rodillas.

-¿Vieron eso? Eso es ser bárbaro jajajajaja
Casi iguala a la gran palma de buda, o más bien, fue como darle una cachetada a un mosquito.-se carcajeó afrodita olvidando su constante porte del caballero más bello del santuario.

El peliverde tronó sus pulgares para captar la atención de los demás.

-bien, como decía exijo un castigo para Camus, quién aplastó sin piedad a mis queridos hijos.

-¿Y de dónde tienes tú hijos?-preguntó saga.

-¡Mis escorpiones gran bestia! Mis escorpiones tienen nombre y son mis hijos, mis tesoros invaluables!.-Se palmeó su pecho lampiño.

-Hey, hey, relájate bichito. Aquí las cosas se resuelven con calma, y descongela a Camus que ya debe de tener los dedos morados por el frío.-opinó Kanon recibiendo una mirada tierna de su hermano saga quién pensó que era la primera vez en que kanon lo defendía de un mal trato.-no te hagas ilusiones sagita, no te quise defender a tí, sino que no soporto cuando elevan la voz y me puse en el lugar de Camus.

Se escuchó un par de costillas quebradas.

El peliverde olvidó que había congelado a su compañero de entrenamiento y dijo.

-Ese es otro problema que necesito resolver, no sé cómo descongelar el hielo. Traigan agua caliente, hagan entrar el sol dentro del templo, no lo sé. Pero que se las arregle él solito por hacerme enfadar..-se cruzó de brazos.

Camus se sacudía la escarcha que había quedado en su cabello, ignorando todo el escándalo a su alrededor. Ante el asombro de todos, rompió el hielo bajo sus zapatos y se fue, así sin más.

-¿Alguien sabe qué acaba de pasar?.-preguntó Docko con la mirada puesta en el lugar por donde Camus se fue.

-Ni idea, pero lo que yo quiero saber es cómo cambiaron de cuerpo.

-Bueno, ante eso, aún no se sabe.-explicó el patriarca.- pero la pelea generada hace unos momentos fue demasiado abrumadora al principio.-murmuró.- y perdonen que me halla reído, pero fue algo inevitable.-aclaró su garganta.

IntercambioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora