¿Qué somos? ↷ kookmin auᵎ

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Jungkook plantó un beso en el hombro desnudó de Jimin mientras le cubría con una manta. Sonrió al ver como Jimin se acomodaba en la manta mientras cerraba más sus ojitos y se acurrucaba en la almohada de Jungkook.

El tatuado se levantó de la cama para dejar al pequeño rubio dormir, tomó unos bóxers limpios de su cajón y se los puso, también tomó sus pantalones de chandal para ir al frente de su espejo y arreglar sus cabellos. Estando frente a su reflejo divisó nuevamente el pequeño cuerpo de Jimin sobre su cama sonrió con dicha, susurro un suave "tan hermoso" y peinó sus cabellos.

Una pequeña marca relucía en su cuello, tornándose rojiza y algo morada, se mordió el labio recordando lo que habían hecho durante todos estos días. La sorpresa que Jimin le había dado había sido tan agradable para Jungkook que tuvieron que repetirla muchas veces, había pasado un mes y medio de su cumpleaños y aún recreaban la bonita sorpresa de Jimin.

Soltando un suspiro y colocándose sus pantuflas abandonó su habitación siendo lo más silencioso posible, dándole un último vistazo a Jimin y soltando una última sonrisa de enamorado.

Entró a la cocina para servirse un vaso de agua y preparar panqueques para Jimin, iba a esperarlo con panqueques y leche de chocolate. Sacando los materiales de la alacena escucho el sonido de unas llaves, supuso de inmediato que su hermana había llegado.

Se sonrieron al encontrarse en la cocina, Jungkook le sirvió un vaso de agua mientras la mayor se sentaba en la mesa y dejaba su cartera encima de ella.

—Veo que estabas entretenido.—Dijo mientras dejaba el vaso sobre la mesa y le daba una palmada al abdomen de Jungkook.

Jungkook se quejó por los dedos fríos de su hermana y trató de cubrir su abdomen desnudó sentándose frente a ella.

—¿Jimin está?—Preguntó.

—Si, está durmiendo.

—Debe estar cansado...—Rió moviendo sus cejas mientras codeaba a Jungkook.

Jungkook devolvió la risa y también empezó a molestar a su hermana. Disfrutaba esos días donde solo eran ellos dos y las bromas abundaban. Joohyun era la persona más importante en su vida, había sido ella quien le abrió las puertas de su casa cuando su madre lo echó sin tocarse el corazón, acogiendo en sus brazos al pequeño Jungkook desamparado.

Por lo que se sentía muy mal por ocultarle a Joohyun con quien había estado hablando este último mes, lo hacía por el miedo, no sabía cómo su hermana iba a reaccionar si se enteraba que había estado hablando por mensaje con su padre. Por lo que tuvo que llenarse de valor y contárselo.

—Quería contarte algo...—Dijo mirándole a los ojos.

—¿Que pasa, Kook?—Respondió yendo hacia el refrigerador, abriéndolo en busca de algo.

—Uhm.—Carraspeó.—Papá me habló el día de mi cumpleaños y desde ese día hemos estado hablando por mensajes...

Joohyun se quedó inmóvil frente al refrigerador, después de unos cuantos segundos se agachó para tomar en sus manos una botella de jugo, con el rostro serio y sin ningún rastro de sentimiento en el miró a Jungkook incrédula.

—¿Y...que te dijo?

—Está en Daegu, trabajando en un bufete de abogados.—Respondió nervioso jugando con sus dedos.

—Ya veo...—Soltó una risa.—No puedo creer que él se haya atrevido a hacer eso. Después de tanto decide aparecer.

—Yo también creí al principio que era muy raro. Pero él me dijo que solo quería saber cómo estábamos, me dijo que le preguntó a mamá sobre nosotros y ella no le respondió nada por lo que él se preocupó.