𖥻049

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—Uhm.—Mordió su labio inferior, dudando.—¿Podrías ayudarme con esto, Kook?

Jungkook alzó su vista dejando las ramas que trataba de unir para, según él, hacer una fogata. Él estaba ahí, como siempre, brillando ante sus ojos, fue de inmediata su reacción asintiendo y levantándose mientras limpiaba sus manos en sus pantalones, tomando la caja llena de libros que estaban en los brazos de Jimin.

—¿A donde llevas estos libros?

—La profesora Seo me pidió que las llevara al comedor, pero estaba muy pesada.—Se quejo mostrándole sus manos rojas a Jungkook.

Jungkook sonrió con ternura al ver las pequeñas manos con líneas rojas.

—¿Cómo estás, Kookie?

—Bien.—Sonrió en su dirección.—¿Tú?

—También.—Devolvió la sonrisa.—Yo...te he extrañado.

Jungkook abrió sus ojos sorprendido, sus mejillas empezaron a teñirse de rojo y su corazón palpitaba como un loco.

—Oh.—Fue lo único que pudo decir.

En otras circunstancias soltaría la caja de libros y tomaría a Jimin para darle un beso en sus bonitos labios, pero esta era una situación lejana a su fantasía de amor, ellos no estaban juntos.

Jimin quiso pellizcarse, no era su intención decir aquello, solamente se le salió, no era una mentira pero su intención no era decirlo.

Llegaron al comedor y antes de entrar Jimin detuvo a Jungkook.

—Tengo que ser yo el que entre con la caja.—Rió.—Sino tendré otro castigo.

—¿Castigó? ¿Hiciste algo mal?

—Me desperté tarde.—Mintió.

Pues, la verdad era que había dormido en la cama de Taehyung y como todo el mundo conocía su historia la profesora pensó mal, a ambos les puso castigos por su falta. Taehyung tenía que lavar los platos del desayuno y Jimin llevar esa enorme caja de libros.

—Toma. Trata de colocar la caja encima de tus mangas, así no te lastimas.—Dijo colocando la caja en las manos de Jimin.

—Gracias.—Le sonrió.—Acércate.

—¿Para?

—Besito de agradecimiento.—Sonrió causando ternura en el más alto.

Jungkook terminó cediendo, se agachó hasta la altura del rubio y acercó su mejilla, las cosas se dificultaron por la caja, por lo que Jimin terminó dando un fugaz beso en los labios de Jungkook, logrando que el corazón del más alto se ponga como loco y que las mariposas llenen su estómago causando un remolino de sentimientos.

Jimin le dio una última sonrisa y se adentró hacia el comedor, dejando hecho un desastre a Jungkook quien juntos sus labios para sentir el sabor de los labios de Jimin.

Estaba en su mano, bailando en su palma y siendo aplastado siempre que Jimin cerraba su mano.

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