—No digas nada.—Pidió recostando su espalda en el respaldar de la cama.
—No lo haré.—Se encogió de hombros.—Tú sabes lo qué haces...aunque ya sabes que para mi se me hace muy masoquista que quieras esperar a que él te lo diga.
—Quiero pensar que lo hará.
—Pasaron dos semanas, Jimin, si él te lo hubiese querido decir ya lo hubiera hecho.
Miyeon tenía razón.
Todo el mundo tenía razón.
Había consultado a la opinión de muchas personas y todas coincidían en lo mismo. En qué a Taehyung ni siquiera le pesaba la conciencia por haber, nuevamente, traicionado su confianza.
Y Jimin ya empezaba a tomarlo.
Le había dado tiempo, mucho a decir verdad, había ido a su casa a tratar de pasar un buen rato, habían estado cerca los últimos días, pero nunca se lo había dicho.
Jimin era paciente, pero nada duraba mil años, su paciencia se reducía a un pequeño hilo, que estaba pronto a romperse.
—¿Crees que debería enfrentarlo?
—No lo creo, debes hacerlo.
Debía hacerlo si no quería volver a ser la burla y la gracia de los amigos de Taehyung.
Aquel sentimiento de vergüenza y miedo se instalaba en su pecho, los recuerdos de ser la burla de las personas por su confianza ciega a Taehyung se hacía presente. Las risas y los murmullos a su alrededor se hacían presentes, hundiéndolo en un vaso en el que no podía salir a tomar un poco de aire.
Ahogándose en su amor por Taehyung.
Quería llorar, quería patalear y hacer berrinches, todo le consumía desde el interior de su corazón, como los gusanos se comen el interior de una manzana roja. Se sentía de esa forma.
Soltó un suspiro y le dio un vistazo a su celular, tenía unos mensajes de Taehyung que le pedía su confirmación para ir a esa fiesta. Fiesta organizada por sus compañeros de canto.
Soltó su celular en el colchón de Miyeon y pasó sus manos por su rostro, frustrado.
Necesitaba llorar, quería hacerlo.
Pero estaba cansado.
Tan cansado de dedicarle más lágrimas a Taehyung.
El amor no debería de doler.
Recuerda que hubo un tiempo en el que el amor no dolía, en el comienzo de su relación. Donde solo eran Taehyung y él. Pero la noche desolada les había alcanzado y su amado le había soltado la mano dejándole perderse entre las sombras.
Hubo un tiempo donde se sintió verdaderamente amado después de Taehyung. Y ese momento fue al lado de Jungkook.
Quien le amaba sin condiciones, quien lo hacía sentir como un diamante en bruto, quien estuvo para él.
Pero fue un tiempo corto en donde se dejó amar por Jungkook. Porque su corazón era terco, era caprichoso, solo pedía por alguien que le había apuñalado y robado algunos latidos.
Es que era difícil, muy difícil.
Estar atado de una forma desesperante a alguien te consumía desde adentro, solo te dejaba la vista para alguien, no importaba cuanto te dañara solo pedirías por él cuando estes sangrando.
Muchas personas no entendían a Jimin, ni él mismo se entendía. Sus amigos le rogaban que lo deje, él mismo se rogaba hacerlo. Pero muchos pueden hablar desde afuera, pueden hablar desde la zona del espectador, ya que es muy distinto observarlo a vivirlo.
ESTÁS LEYENDO
¿Qué somos? ↷ kookmin auᵎ
Fanfictionㅤㅤ ˒ 𓂃 Donde Jimin empieza una relación ㅤㅤㅤ ㅤㅤㅤde amigos con derecho con Jungkook ㅤㅤ ㅤㅤㅤㅤ quien es el mejor amigo de su ex ㅤㅤㅤ ㅤpara hacer que se arrepienta de haberlo dejado ㅤㅤㅤㅤ y para que vuelva de rodillas a él. 𓂃 ❝¿Qué demonios se supone qu...