Llevamos rato caminando, pasaron muchas personas asustadas, algunas corrieron. Unas calles estaban cerradas pues cayeron postes, partes de casas y edificios.
Faltaba una calle para llegar a mi casa, mire a Bryan y él me miró a mi sonriente. Me tomo de la mano y comenzamos a correr hacía la casa.
Saque mis llaves y entramos a la casa, en la entrada estaba sentado esperando mi primo.
Cuando alzó su mirada primero procesó que hayamos aparecido frente a él, lo cual solo tardó unos segundos, puesto que después se levantó como rayo a abrazarme, correspondi su abrazo y me sentí más segura, en casa.
Nos separamos y Ángel fijo su mirada en Bryan, él se acercó y lo abrazó igual.
Entramos a la casa y saludamos a los que estaban, que eran el tío Eddy, Erik y Marcos, los demás se habían ido a ver a sus familias, Cameron había bajado las escaleras, me vio y yo fui a abrazarlo.
—¿Estás bien? —se separó de mi y tomo mi rostro preocupado.
Yo solo asentí y nos volvimos a abrazar.
¿No les ha pasado que aunque una persona no sea familia tuya, lo sientes como tal? Pues así me sentía con Cameron, el era como el hermano mayor que siempre deseé tener.
Nos conocimos en secundaria, el era alguien nuevo, extranjero, venía de Suecia con casi nada de experiencia con el español, pero ambos sabíamos lo básico de Inglés, aparte de que creamos un lenguaje donde solo los dos sabíamos lo que decíamos. Era tan extraño que solo de recordarlo muero de risa.
Pasamos la tarde juntos, ellos hacían historias en instagram donde preguntaban a sus fans sí todos estaban bien. Contando lo que hacían y donde estaban cuando pasó todo.
Yo llamé a mi madre para asegurarle que estaba bien, al igual que Ángel y los demás.
Con lo que había pasado hasta el hambre se nos había ido. Obviamente iba a regresar, pero no lo hizo en el momento adecuado.
Estaba recostada en el césped analizando todo lo que había pasado en un día cuando un intruso llegó a mi zona segura.
—Suponía que estarías aquí...
—Supones muy bien —dije para después voltear a verlo, Ángel estaba recargado en el muro mirándome de brazos cruzados.
—Deberías entrar, es tarde y algo puede picarte.
—No me pícara nada si no le hago nada.
—¿No tienes hambre o frío? —pregunto acercándose a donde estaba recostada.
Estuve a punto de responder que no, pero mi estómago me traicionó rugiendo.
—Tu cuerpo habla por ti —él solo sonreía como un tonto.
—No tengo ganas de entrar —sonreí de lado y volví mi mirada al cielo.
—Solo... no tardes mucho en entrar, no fue un día fácil para nadie.
Asentí con la cabeza y pude escuchar su suspiro, junto con el cerrar de la puerta.
Sé que suena algo extraño y pensarán que dramatizo, pero vi en las noticias y mucha gente salió herida y algunos murieron, una de esas personas pudimos ser Bryan o yo.
A veces hay que tomarnos nuestro espacio para agradecer al destino que seguimos con vida.
Ya era de noche para cuando quise levantarme del pasto.
Me metí a la casa y no vi a nadie en la sala, ni en la cocina, así que aproveché para hacerme un Chocomilk, tomar unas caja de galletas, un pedazo de pastel que tenía guardado en el refrigerador, el bote de helado y también tomé un pedazo de pizza el cual metí en el microondas.
Sé que parece mucho, pero no había comido nada en el día, aparte de que no pensaba hacerme una gran comida en la noche y todo esto es delicioso.
En lo que esperaba a que se calentará la deliciosa pizza comencé a comer de mis galletas y mi bebida.
En eso escuché como alguien raspaba su garganta para hacer acto de presencia. Deje de ponerle atención al microondas para voltear a ver al intruso.
Bryan estaba recargado en la puerta de la cocina mirándome con una sonrisa, pero rió aún más cuando vio que tenía un bigote del chocolate.
Lamí el chocolate y después me limpié con el suéter. No iba a desperdiciar delicioso chocolate en mi suéter.
—¿Gustas? —le pregunte señalando mi pequeño picnic que tenía en la barra de la cocina.
—Gracias, pero no. Venía por un vaso de agua —mencionó para dirigirse a los estantes y tomar un vaso de agua.
—Oh, ya veo.
En eso el microondas se detuvo y fui por la pizza, el plato estaba caliente, así que al momento que lo tomé lo dejé en la barra para tomar la catsup y ponerle un poco.
—¿Comerás todo esto?
—Tu pregunta me ofende —lo miré tomando un poco más del chocolate —claro que me voy a comer todo, desperdiciar la comida esta mal.
—No lo decía por eso... —se sentó frente a mí y le tomó a su agua.
—Sí no pudiera, claramente no me lo comería —le dije divertida.
Él sonrió y tomó unas galletas.
—Te ayudaré con esto.
Yo reí y le serví igual un vaso con chocolate.
—Te dará algo sí las comes con agua.
—Que observadora eres.
—Para servirle a usted y a Dios —asentí con mi cabeza y seguí comiendo.
Y así pasó, comíamos de todo mientras hacíamos bromas y platicabamos de cualquier cosa, de su perro Owen, de Eddy, de Ángel y puerquix.
Empezamos a ordenar todo el relajo que hicimos después de abrir paquetes y de dejar trastes regados.
—Eres muy lenta —dijo al ver cómo lavaba nuestros trastes sucios.
—Y tu muy sucio, ¿quién hace tanta suciedad con catsup? —le señalé el plato lleno del último mencionado.
—Ya no soporto tus criticas de la forma en la que como, quiero el divorcio —dijo aventando el trapo dramatizando.
—¡Pues firma los papeles y nos libramos de esto! —dije divertida dejando el jabón a un lado y poniendo mis manos a mis costados.
—¿Entonces me dejarás su custodia?
—Nunca, Owen es mío.
—¡Yo lo vi dando sus primeros pasos!
—¡Yo le di la vida!
Nos miramos un segundo para luego reírnos.
—No puedo creer que lo hayas dicho —continúo limpiando la barra.
—Soy una cajita de sorpresas, ¿qué puedo decir?
—Eres maravillosa.
Espera... ¿cómo?
Deje de fregar los platos para verlo sorprendida, pero el seguía limpiando la barra como sí lo que hubiera dicho no haya sido nada.
Coloque el último traste en el escurridor y me acerqué en el.
—¿Cómo?
—Que eres maravillosa —repitio como si nada.
—¿Quién es maravillosa? —pregunto Ángel entrando en la cocina confundido.
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Al Final Sólo Hay Amor (Bryan Skabeche y tu)
أدب الهواةMi nombre es ____ Miranda Villamar, soy prima de Ángel "Antrax", el siempre fue como un hermano mayor para mi . Cuando me quede a vivir con el fue algo realmente genial, hasta que llegaron los hermanos Skabeche. Cuando conocí a los hermanos Skabech...