VI: Segunda Prueba

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VI: Segunda Prueba.

Para Draco una de las tanta as cosas que amaba era sin duda, despertar alado de Harry era una completa y absoluta maravilla para sus ojos, verlo despertar, abriendo sus ojos y que lo vean con ese amor que sólo Harry sabe proporcionarle con una sola mirada, para después darle su primer beso de buenos días.

Otra es, sin duda alguna, que desayunen juntos. Pues Harry lo consiente en todo momento, lo mima, lo ama. Y para sí corazón, aquellos actos eran simplemente... Hermosos. No se cansaba de Harry, cada vez lo amaba más.

Una cosa más que Draco amaba era pasar tiempo con Harry. Podían sólo estar acostados, haciendo sus deberes escolares, hablando, jugando. Lo que fuera con estar con él. Justo como ahora, estaban en uno de sus tantos lugares secretos dentro del castillo que consistía en el cuarto de los menesteres, gracias a esta habitación podían desaparecer de la faz del mundo y sentirme mejor a solas que con todos rodeandoles, el tiempo que quieran sin ser encontrados por nadie, ni siquiera algún maestro, hacían sus deberes escolares. Habían acordado verse ahí antes de ir a cenar y después de las clases.

Al acabar se acomodaron de diferente manera, Harry estaba aún sentando mientras que Draco estaba acostado con la cabeza en las piernas del menor, Potter le acariciaba su cabello desde la raíz dejándole leves más ajos que hacían relajar de sobremanera a Draco por lo que cerró sus ojos.

Faltaba un mes para la prueba y eso hacía a Draco empezar de nuevo a estresarse, después de haber conseguido averiguar que decía el huevo fue que disminuyó pero al descifrarlo fue que empezó de nuevo, a estresarse.

- Amor.

- ¿Mande?

- ¿Ya me dirás que dice el huevo? Llevas más de dos semanas sin decirme que dice, nada más me das el avión. Empiezo a sentir que no tienes confianza hacia mí persona.

- Hoy te lo enseñaré.

Harry se sonrojo al doble sentido haciendo reír al rubio, tenía el huevo de oro entre sus manos, justo en su estómago.

- Habló del huevo, amor.

- ¿Cuál?

La risa de Draco se hizo sonar, una larga y sonora carcajada fue lo que salió de sus labios, seguida de una tierna e inocente que Harry le daba.

- Los dos.

- ¡Draco!

El chillido de Harry sacándole otra carcajada al rubio, el menor negó con la cabeza con una sonrisa llena de diversión en su rostro.

- Ven.

Draco se puso de pie, camino hasta una cama que había en la habitación y se tumbo en ella, dejando el huevo de oro en el sillón antes de alejarse de este. Harry lo siguió, se acomodo a su lado y se fundieron en un abrazo.

Draco acariciaba la piel desnuda del menor por debajo de su uniforme mientras se besaban tiernamente, Harry se separó a los segundos con un puchero en sus labios.

- ¿Me dirás que dice?

- Solo si traes lo que te pedí.

La felicidad de Draco Malfoy [Drarry/Harco] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora