🥀Capítulo 18🥀

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Marinette:

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Marinette:


No entendía porqué Félix me había hecho a un lado de esa manera en cuanto su padre atravesó esa puerta.

Pero sin lugar a duda, me había hecho sentir de lo peor con ese trató tan grosero y hostil hacía mí persona.

Aún recuerdo el dolor que me causó al empujarme bruscamente de su pecho y eso, es algo que nunca se borrará de mi mente.

- ¿Te sirvo más querida? - Pregunto la mucama a mi costado.

Haciendo que volviera de mis pensamientos al verla inclinar la tetera sobre mi taza de café.

- No gracias, todavía tengo - Respondí tratando de sonar entusiasta pero la verdad, no lo estaba en absoluto.

No después de enterarme de que Félix había partido nuevamente de la mansión sin si quiera avisarme o despedirse de mí.

- Si no les importa, me gustaría dar un recorrido por la mansión - Dije poniéndome de pié, pero tan pronto lo hice, uno de los guardias que estaban a mi costado tomo la iniciativa de querer seguirme - Me gustaría hacerlo sola.

Trate de ser lo más clara posible y por fortuna, sirvió para que ese hombre retomará su postura anterior y no me siguiera.

Con lentitud avance por uno de los largos y oscuros pasillos, viendo la insípida pintura que decoraba las paredes, que poco a poco iba perdiendo brillo.

Suspiré pesadamente, pensando si todos mis días serían limitados a ser los mismos de siempre, hasta que vi una puerta entre abierta que llamo mi atención.

Con sutileza me acerque, pose mi mano sobre la madera y la empuje suavemente para poder abrirla, encontrándome con una habitación común y corriente, podría decirse que igual a las demás.

Me encongi de hombros y después de mirar hacía ambos lados decidí entrar.

A pasos lentos recorrí el lugar y enseguida tomé asiento en uno de los sillones que decoraban el centro del lugar, pero cuando menos lo espere, en un abrir y cerrar de ojos, comence a sentirme agotada, como si necesitará descansar.

No supe más de mi en cuanto apoye mi barbilla en la palma de mi mano y quedé profundamente dormida.

[ .... ]

- ¡No porfavor Adrien!, ¡Detente! - Grité atemorizada.

Sintiendo encima de mi el cuerpo del pesado rubio, que por desgracia duplicaba mi tamaño y fuerza.

ENCUENTRAME.🥀Donde viven las historias. Descúbrelo ahora