Marinette:
No entendía porqué Félix me había hecho a un lado de esa manera en cuanto su padre atravesó esa puerta.
Pero sin lugar a duda, me había hecho sentir de lo peor con ese trató tan grosero y hostil hacía mí persona.
Aún recuerdo el dolor que me causó al empujarme bruscamente de su pecho y eso, es algo que nunca se borrará de mi mente.
- ¿Te sirvo más querida? - Pregunto la mucama a mi costado.
Haciendo que volviera de mis pensamientos al verla inclinar la tetera sobre mi taza de café.
- No gracias, todavía tengo - Respondí tratando de sonar entusiasta pero la verdad, no lo estaba en absoluto.
No después de enterarme de que Félix había partido nuevamente de la mansión sin si quiera avisarme o despedirse de mí.
- Si no les importa, me gustaría dar un recorrido por la mansión - Dije poniéndome de pié, pero tan pronto lo hice, uno de los guardias que estaban a mi costado tomo la iniciativa de querer seguirme - Me gustaría hacerlo sola.
Trate de ser lo más clara posible y por fortuna, sirvió para que ese hombre retomará su postura anterior y no me siguiera.
Con lentitud avance por uno de los largos y oscuros pasillos, viendo la insípida pintura que decoraba las paredes, que poco a poco iba perdiendo brillo.
Suspiré pesadamente, pensando si todos mis días serían limitados a ser los mismos de siempre, hasta que vi una puerta entre abierta que llamo mi atención.
Con sutileza me acerque, pose mi mano sobre la madera y la empuje suavemente para poder abrirla, encontrándome con una habitación común y corriente, podría decirse que igual a las demás.
Me encongi de hombros y después de mirar hacía ambos lados decidí entrar.
A pasos lentos recorrí el lugar y enseguida tomé asiento en uno de los sillones que decoraban el centro del lugar, pero cuando menos lo espere, en un abrir y cerrar de ojos, comence a sentirme agotada, como si necesitará descansar.
No supe más de mi en cuanto apoye mi barbilla en la palma de mi mano y quedé profundamente dormida.
[ .... ]
- ¡No porfavor Adrien!, ¡Detente! - Grité atemorizada.
Sintiendo encima de mi el cuerpo del pesado rubio, que por desgracia duplicaba mi tamaño y fuerza.
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ENCUENTRAME.🥀
Romance+18, violencia, romance, desamor y síndrome de Estocolmo. ¿Que pasará con la vida de Marinette?. Una azabache emancipada de 18 años, luego de ser secuestrada juntó a otra chica por el famoso diseñador Gabriel Agreste. Llevada a su mansión en Londres...