Primer día, nueva ciudad y nuevo colegio, no quiero estar tan nerviosa, pero la idea de que este año define el resto de mi existencia estaba haciendo estragos con mi cerebro, sin contar con que me estaba insertando un mes tras comenzado el ciclo escolar.
Anteúltimo año de escuela secundaria, todo lo que haga este año cuenta para conseguir el ingreso a una de las mejores universidades del país, no hay presión alguna, no?-Annabeth! Apresurarte que ya son las 7:56, llegaremos tarde!- escucho que me grita mi padre desde la sala.
-Ya bajo!- agarre mi mochila y me mire al espejo antes de salir. Intente poner mi mejor sonrisa para ocultar todas las dudas sobre lo que me esperaba en mi primer día de escuela, pero mis ojos me delataban demasiado, por lo que desistí a la sonrisa. Mi apariencia no es algo que me preocupe mucho en si, pero igualmente trate de ponerme mis prendas más presentables, que consistían en una camiseta manga corta rallada gris y unos vaqueros oscuros ajustados con zapatillas de tela blancas. También me pase un peine por el pelo, lo que en mi rutina matutina es todo un evento y lo recogí en una cola de caballo dejando algunos mechones sueltos al frente, me chequeo en el espejo y me siento conforme con el resultado de mis esfuerzos.
Inspire profundo y solté el aire, relajando todo mi cuerpo para poder enfrentarme a este día. Salí de mi habitación, baje rápido las escaleras y al llegar a la cocina me prepare mi cereales con leche al estilo Chase, el cual consiste en una pizca de cacao en polvo, cereales cornflakes y honey Oats. Me siento en la mesa junto con mis hermanos, Matthew y Bobby, un par de demonios de cabello castaño oscuro y ojos marrones. Se que tengo que tener paciencia con ellos, soy su hermana mayor y ellos tienen tan solo 8 años, pero son las 8 de la mañana y ya se estaban peleando, lo que me quita el segundo suspiro profundo del día. La batalla era por el control de la televisión: Matt quería ver Disney y Bobby el noticiero, porque quería ver que tan insegura y desastrosa era esta nueva ciudad... esta última opción no me hubiese molestado pero igualmente me sorprendía con las ocurrencias de estos chicos.
Termine mi desayuno en silencio y puse mi tazón en el fregadero junto con la cosas de mis hermanos justo cuando entra mi padre a la cocina.
-Ya están las cosas de los chicos en el auto, terminaron el desayuno? Buen día Annabeth - pregunto mi papá, sus palabras parecían empezar antes de que termine la anterior. -El café ya le debe haber hecho efecto- pensé.
-Sii- respondimos los tres. Nos miró unos segundos en silencio y dijo:
-Y entonces por que se quedan ahí mirando?- estiro sus brazos hacia los costados de forma teatral- andando!Cuando ya estábamos en el auto de camino a la escuela mis hermanos estaban en silencio, lo cual era raro, me di vuelta a mirarlos y les dije:
-Tierra llamando a los monstruos del inframundo, están bien?- una pequeña sonrisa surgió de mis labios, monstruos era mi forma cariñosa de dirigirme a mis hermanos.
-No conocemos a nadie en esta escuela- dijo Bobby con voz apagada.
-No conocemos la escuela tampoco- le siguió Matt.
-Y si nos perdemos por los pasillos?- la voz de Bobby tenía un tono de temor particular.
-Y si no encontramos la salida y nadie nos ayuda? Nos quedaremos ahí para siempre...- se ve que Matt estaba llevando el temor de su gemelo a un escalón más arriba.
-Y si nos quedamos ahí encerrados y la comida de la cafetería es muy mala... nos moriremos de hambre!- gritó Bobby.
-debería haber traído mi consola, así por lo menos nos divertíamos- dijo lloriqueando Matt.
-Papá! Matt tiene razón, tenemos que volver a buscar la consola!!- gritó Bobby.
Solté una risa y mire a mi papá en busca de una mirada cómplice para reírme con el, pero vi que estaba ensimismado en en camino por delante y en sus pensamientos, no me sorprendería que sus miedos estén en el mismo nivel que los de mis hermanitos.
Hoy empezaba como profesor de historia en la universidad de Nueva York, un puesto por el que estaba muy ilusionado cuando lo consiguió pero que nos costó una mudanza. Tuvimos que dejar atrás la casa en la que nací, en Virginia, recoger todos nuestros mejores recuerdos de esa ciudad y mudarnos a Nueva York. Papá se sintió culpable cuando nos lo propuso, sobre todo conmigo, pero decidí que esta era una oportunidad única para el y que ademas necesitaba salir de ese entorno que le recordaba todo lo que había sucedido, el no había sido el mismo desde que Helen falleció.
Me volví a girar hacia atrás y tome las riendas del asunto:
-si se pierden busquen a Ariadna, como Teseo en el laberinto-
-Ariadna está en nuestra escuela?- pregunto Matt, poniendo cara de confusión. A veces son tan inteligentes y otras a veces son tan solo niños despistados.
-Podría ser, pero lo que quiero decir es que busquen ayuda, tal vez un adulto o algún otro niño los pueda guiar, ustedes siempre fueron de hacer amigos rápidamente, no tienen por lo que preocuparse- dije, poniendo mi mejor sonrisa.
Matt seguían con cara de confundido pero a Bobby parecía que se le había encendido una lámparita y empezó a buscar algo en su mochila.
-Que buscas?- dije.
-quiero ver si tengo algo que me pueda servir... para... ubicarnos - metió su brazo hasta el hombro revolviendo todo en su mochila con esfuerzo. Que tantas cosas podía tener ahí adentro en el primer día de clases? La respuesta parece ser que muchas - Ajaa! Hilo! - sacó un hilo blanco, quien sabe porque un niño de 8 años lleva un hilo en su mochila del colegio- ahora si estamos seguros de que no nos vamos a perder, tenemos el hilo, como teseo!
Matt y Bobby chocaron los cinco y empezaron a hablar de que otras cosas tenía teseo que a ellos les vendría bien en este primer día, como una espada por ejemplo.
Mire hacia el frente en mi asiento, recordando nuestras noches de lectura. Luego de que mi madrastra falleciera, ya hace casi dos años, la hora de acostarse se había convertido en una batalla constante porque normalmente ella les leía en la cama y se puede decir que mi padre no tenía una habilidad en la narración, así que yo empecé a hacerlo y las historias que más les gustaban eran las de mitos griegos, se que son gustos raros para niños, pero es de familia el amor por la historia. Con el tiempo yo empecé a disfrutar de contarles esas historias, hasta el punto que algunas noches podían terminar en una gran dramatización de las aventuras de los héroes y sus batallas, muchas noches incluso mi papá se nos sumaba, como espectador o bien cómo actor. La muerte de Helen había traído mucha oscuridad a la familia, pero esos momentos eran caricias que nos ayudaban a sanar.
Llegamos a la escuela de los monstruos, se despidieron con una sonrisa nerviosa y vi como se tomaban de las manos antes de entrar.
- que todos los dioses del Olimpo los ayuden - pensé para mis adentros - a los profesores me refiero, estos monstruos van a estar bien.Una vez solos en el auto mi papá parecía no seguir tan absorto en sus pensamientos, por lo que me dijo - Y tu? Nerviosa?-
- No! - dije rápidamente - Bueno puede que si... muy nerviosa, pero no entiendo porque-
- es normal cuando nos enfrentamos a cosas nuevas, por más que tengamos control sobre muchos detalles hay algunos que se nos escapan y eso genera miedo, es normal y hay que dejarlo ser- Frederick Chase señoras y señores y sus discursos inspiradores. Le iba a responder pero continuó - te recomiendo que tengas tu mente abierta y que te abras a lo nuevo, quien sabe, tal vez hagas nuevas amigas y amigos que hagan más que solo estudiar - esto último me hizo reír.
-Malcom y Ella hacían más que estudiar... a veces salíamos a pasear -
- Ir a museos y bibliotecas no es pasear - me interrumpió. Ambos nos reímos porque sabíamos que era verdad.
La realidad es que siempre fui del tipo de persona que prefiere pasar su sabado a la noche mirando una buena película en pijama tapada hasta el cuello y un gran bien de palomitas, pero algo que nunca supe es si ese tipo de plan lo elijo porque me gusta o porque no hay otra opción ya que mi lista de amigos nunca fue muy extensa que digamos. En fin, se que también tiene razón con eso de mente abierta, me cuesta abrirme a gente nueva y esta era una página en blanco en la que podría tratar de escribir una historia diferente.
Llegamos a mi escuela, abracé a mi papá, le desee suerte en su primer día y me baje.
Tercer suspiro del día, a por ello.
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No te separarás de mi tan fácilmente
FanfictionNuestros semidioses favoritos son mortales y luchan con problemas de adolescentes mortales, pero tal vez no siempre fue así. Annabeth llega y es la chica nueva, conoce gente interesante y se integra rápidamente. Pero hay algo que no termina de enten...