No te separarás de mi tan fácilmente

Annabeth

Al fin viernes!- dije sacando un gran suspiro desde el fondo de mi pecho.
Jason y Leo me miraron de forma divertida.

-Larga primera semana? Cuidado que aún quedan 30 mas- me dijo Leo.

- Ni me lo digas- respondí con otro suspiro mientras recogía mis cosas- amo todo lo que tiene que ver con arquitectura pero igualmente necesito un descanso.

-No te olvides que hoy nos vemos en casa de Piper a las 7- dijo Jason mientras salíamos- estaremos todos allí.

-Hazel, Frank, Piper obviamente, Jason y el sexy Leo Valdez- enumeró leo, levantando una ceja de modo seductor cuando se nombró a el mismo.

-Y Percy?- pregunté rápidamente, no lo había nombrado y me extrañó que no vaya.

-El sirenito también estará allí...- me dijo mirándome fijamente, tratando de analizarme- te interesa su presencia por algo en particular?- ahora levantaba ambas cejas.

-No, solo preguntaba- dije sacándole importancia.

-Hay algo que te gustaría hablar con el?- Turno de Jason de molestarme.

-Porque tienen que ser tan densos? Que no puede una preguntar por un amigo sin ninguna intención oculta?-

-Segura que no hay intención oculta?- insistió el chico.

-Por que insistes? Ya dije que no- mis labios decían eso con una sonrisa nerviosa, pero mis ojos estaban apuntando dagas hacia el latino.

-Como tú digas Annie- me respondió con una sonrisa y cambio de tema. Se puso a hablar con Jason del último modelo de auto que había salido y de lo poco que habían mejorado en cuando a las suspensiones de este. Jason no hablaba, más bien lo escuchaba y se reía de sus chistes, pero todo quedó en segundo plano para mi cuando pasamos frente a mi casillero. Mi mente se desvió hacia un sueño que había tenido días atrás en este mismo lugar.

Me vi a mi, corriendo por un campo, siendo tirada de la mano por alguien, no llegue a ver su rostro, pero si vi el mío. Estaba usando un bonito tocado celeste y un vestido del estilo del 1900. Mi cara había dibujada una gran sonrisa, era feliz, se notaba.

La imagen eran tan solo unos flashes de colores pero había algo en ellos que no me permitía olvidarlos, quería saber más acerca de ellos, mucho más. Quería saber cómo hacer para alcanzar esa sonrisa en mi rostro.

Mis pensamientos fueron interrumpidos súbitamente por una sensación húmeda y pegajosa en mi cuello y espalda.
-Que demonios?!!- exclamé.

- lo siento tanto!- grito una chica acercándose rápidamente- fue un accidente, lo juro.

Me di vuelta y la vi a Rachel con cara de sorprendida, muy forzada para mi gusto, y a una chica de pelo castaño oscuro y ojos celestes con expresión de gran preocupación, Silena, la había visto junto a la pelirroja entre clases.

-lo siento, soy tan torpe, mi bebida... tu sweater, ay lo siento- no paraba de decir lo mismo una y otra vez.

Leo y Jason se quedaron petrificados al ver la escena, la espalda de mi sweater, antes de color gris claro, era ahora azul eléctrico.

-está todo pegajoso... y azul... voy al baño- le dije a los chicos y me dirigí hacia el final del pasillo sin antes dirigir una mirada furiosa a las chicas causantes del "accidente".