Felicidad - Percy

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Cuando llegue a mi salón estaba Frank esperándome. El es un año menor, pero compartíamos clases con alumnos de otros años cuando estábamos en las orientaciones. Mi amigo, un pelinegro de casi dos metros estaba sentado mirando su celular con una sonrisa embobada, parecía un oso de peluche gigante.

-que hay amigo?- le dije mientras me sentaba a su lado- que estás mirando?- asomé mi cabeza y mire la pantalla de su celular. Había una foto de Hazel dandole un beso en la mejilla a Annabeth, la cual estaba riéndose a carcajadas. La descripción decía: "tantos años separadas pero por fin juntas de nuevo, te extrañe mucho Annie", la había subido ayer por la tarde.

La foto era muy tierna pero Frank miraba a Annabeth como si se imaginara siendo ella y así poder recibir el beso de Hazel.

-Cuando se lo dirás?- le pregunte.

-Pensaba invitarla al evento de otoño- me dijo sin quitar los ojos de la foto. Hace un tiempo que sabía que Frank estaba colado por Hazel y yo tuve que soportar que me hablara de ella 24/7: "sus ojos son como pepitas de oro", "hoy está usando ese sweater violeta que tan bien le queda", "es tan buena y tierna como un gatito" "Hazel es tan inteligente", "su pelo color chocolate me da hambre" y cosas así.

-Me parece bien amigo, si necesitas ayuda dímelo- dije y mire al frente.

Si bien extrañaba esa sensación de sentir que flotas cuando estás con la persona que te gusta, no me sentía emocionalmente listo aún a un nuevo enamoramiento. Sabía igualmente que nunca me había enamorado de verdad, pero si que había estado cerca.

El curso anterior había salido con esta chica Rachel, ella era de nuestro año, se encontraba en la orientación de expresión artística. Era una chica que sabía llamar la atención con su melena pelirroja y su energética personalidad. Nos habíamos conocido de casualidad, durante el verano pasado cuando estaba en la presa Hoover con mi familia y ella con la suya, hablamos de forma casual y cuando volví a clases alli estaba ahí. Al poco tiempo comenzamos a salir y todo marchaba bien, pero luego empezó a tener actitudes que no me gustaron.

Me celaba por estar con Piper y Hazel, las cuales son como hermanas para mi. También se enojaba si yo no estaba con ella todo el tiempo, decía que esa era la forma que se comportaba un "buen novio". Cuando le decía que quería que venga a alentarme a las competencias siempre tenía excusas válidas pero si yo no la acompañaba a muestras de arte porque tenía que cuidar a mi hermanita se desataba una escena que era digna de un teatro griego.
Sin embargo para San Valentín le había preparado una cena especial y le dije que la amaba, porque realmente creí que eso era lo que sentía, pero a partir de ese momento todo fue en bajada con nuestra relación. Ella se mostraba cada vez más distante y yo no hacía más que sentirme miserable. Mis amigos parecían preocupados por mi porque nunca quería juntarme con ellos y en cambio me dedicaba a buscar formas de llamar la atención de Rachel. Me estaba volviendo un obsesionado al respecto al nivel de que mi familia también estaba preocupada por mi estado emocional y mental, además de que llego a afectar mi rendimiento en la piscina.
Durante las últimas semanas de clases ella vino a mi casa y me dijo que quería terminar, la razón? estaba con otro. En ese momento se me aclaro una idea fija en la cabeza:
Si bien me dolía separarme de ella, en algún punto, me sentía libre.

- con quien? - le pregunte, no quería saber la respuesta pero la intriga era más grande.
-Octavian- dijo de forma despreocupada, como si no fuera nada.

-desde cuando?- no me pude resistir.

-desde marzo- un mes después de que le había dicho que la amaba.

-Bueno, que te vaya bien- la despedí y me metí en la cama, no quería saber nada de nadie. Sentí que mi corazón estaba lastimado.
Recuerdo que esa tarde vino Estelle a mi cuarto y se metió en mi cama y me dijo:
-A mi no me gusta Rachel- eso hizo que la mirara - grita mucho y nunca quiere jugar a la sirenita conmigo- tema zanjado, si no juegas con Estelle ella te hará la cruz de forma inmediata.

La pequeña me hizo reír. Y en ese momento decidí que cualquiera que no era lo suficientemente bueno para mi hermanita tampoco lo sería para mi. Me levante y salí a pasear con la pequeña, tomamos un helado y fuimos al parque. Esa tarde me reí como no lo hacía desde hacía meses.

Ese lunes en la escuela todo fue peor, se ve que Octavian se había encargado de esparcir el rumor de que mi cabeza podía ser comparada con la de un venado. Me sentía furioso con Rachel y Octavian, pero nada comparado a lo que sentí cuando los vi besándose lado de mi casillero, parecía a propósito (seguramente lo fue). En ese momento la furia tomó control de mi y sin saber cómo Octavian termino en el piso retorciéndose de dolor a causa del golpe que le había dado. El pasillo entero quedó en silencio, todos me observaban, me acomodé mi mochila y salí de ahí. Ese día me lo pasé entero en las gradas de la piscina hasta que Jason vino a buscarme.

-menuda escénita- me dijo.

-ya cállate Grace, lo único que espero es que no me expulsen- dije, realmente temia de las consecuencias.

-Ella no vale la pena y lo sabes...- dijo mirando hacia un punto fijo en el agua- Piper se encargó de que sus pelos tengan un look alborotado especial. Debiste verla, ella fue tan... fuerte-

-Ciudado Grace, no le entregues tu corazón a nadie- sabía que Piper era incapaz de hacer lo que Rachel me había hecho, pero en ese momento sentía un fuego de odio carcomiendo mi interior.

-realmente la amabas?- me dijo mirándome- se que te hacía feliz a veces, pero realmente era amor?-

Y ahí lo entendí, yo no la amaba, solo estaba feliz de tener a alguien que me mirara como si yo fuera especial.

A partir de ese momento Rachel dejó de juntarse con nosotros y quedó encabezando la lista negra de mis amigos. Por fortuna Octavian iba a último año, por lo que en ese momento se encontraba paseando por una universidad pretensiosa, lejos, muy lejos de ahí.

En fin, no era que ahora me había convertido en una especie de anti-cupido, pero no estaba seguro de poder confiarle mi corazón a alguien tan fácilmente después de ver que tan facil era equivocarse al elegir a la persona a la que le entregas tu corazón. En ese momento la imagen de esa mañana vino a mi mente, la sonrisa que tenía y la postura de mi cuerpo reflejaban felicidad.

El timbre que anunciaba el fin de clases me saco de mis pensamientos.
Mierda- pensé- apenas escuche algo de la clase.

Recogí mis cosas y salí.
Entendia que habían heridas que aún les faltaba tiempo para sanar, pero no podía dejar que estas me impidieran seguir con mi vida.

No te separarás de mi tan fácilmenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora