Estrellas - Annabeth

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La habitación de Piper parecía pertenecer a un hada.

El piso era de una alfombra gruesa y hacía sentir que caminabas sobre nubes, Tenia pequeñas lucecitas cruzando todo el techo y sobre su cama habían decenas de atrapasueños de todas formas y colores. Sobre la pared contraria Justo arriba de la mesa de escritorio había un entramado de hilos donde se encontraban colgadas fotos. Me acerqué a estas y las miré, noté que en muy pocas se encontraba Piper, en la mayoría se veían las caras sonrientes de nuestros amigos y algunas personas más que lo conocía.

-Me gusta siempre ver a la gente que quiero, para verme a mi ya tengo el espejo- me dijo cómo si leyera mi mente- ven, vamos a cambiarnos- fuimos hacia el armario y me tendió un traje de baño celeste- Este me queda un tanto grande pero a ti te irá bien... ya sabes, porque tu tienes más caderas y pechos- levante las cejas sorprendida, no pensaba mucho en mi imagen pero podía notar que Piper tenía un ojo experto al respecto.
Me fui al baño a cambiarme y noté que mi amiga tenía razón, me quedaba justo. Me escondí bajo mi camiseta y unos shorts prestados y salí. Entro a cambiarse Hazel, luego Piper y ya estábamos listas.

Tomamos unas cuantas toallas para nosotras y los chicos y bajamos. Ellos estaban todavía sentados en los sillones y no parecían haberse movido en todo este tiempo.

-ordenamos unas pizzas- comentó Leo.

-Perfecto, bueno, andando- respondió Hazel. Todos se levantaron y nos dirigimos al jardin. Piper estiro el brazo y noté que tenía un control remoto, apretó unos botones y todo cobró vida: las luces submarinas de la piscina se encendieron, unas luces al rededor también. Empezó a escucharse una música divertida y los chicos fueron los primeros en reaccionar, se sacaron las camisetas y los pantalones rápidamente quedando solamente en bóxers, No me había percatado hasta ese momento de que ellos no se habían cambiado. Mis ojos se desviaron incómodos hacia un costado.

-es lo mismo que los trajes de baño- me obligue a pensar- solo que otra tela y aceptados en la sociedad.

Las chicas se estaban sacando sus ropas y descubriendo sus trajes de baño, el de Piper eran dos piezas de color verde oscuro y el de Hazel era una sola pieza color beige. Las sigo y un frío recorre mi espalda cuando me quito la camiseta, estábamos a inicios del otoño por lo que el clima (y sobre todo de noche) era más bien frio.

Me acerco a la piscina la cual era un descontrol de agua siendo arrojada para todos lados y me siento en el borde, todos desde adentro me incitaban a lanzarme.

Quería meterme pero no quería hacer el ridiculo por lo que introduje mis pies en el agua primero, pero está estaba tan caliente que hizo que todo mi cuerpo se deslizara dentro del agua rápidamente. Las partes de mi cuerpo que quedaron fuera sentían una profunda desesperación por introducirse también. Hacia pie, por lo que aún no estaba nadando, sumergí la cabeza y dejé que el agua me transportara a otro plano. Al salir me sentía renovada.

-Bueno, primera lección listo: sabes contener la respiración- dijo Percy acercándose hacia mi con la sonrisa más grande que le había visto hasta el momento- lección dos: flotar, tu solo confía en el experto- realmente confiaba en el? Apenas lo conocía hacía unos días. Me indicó- tu relájate hacia atrás y levanta las piernas- y dicho eso pone una mano en mi espalda desnuda y me sostiene mientras yo flotaba mirando al cielo estrellado pero por segunda vez esa semana mis ojos vieron otra cosa:

El cielo era el mismo que el que estaba viendo en ese momento pero habían más estrellas. Giro la cabeza y veo unos ojos  que brillaban ante la luz de la luna en la que estábamos sumergidos. Los conocía, los había visto antes. Eran verde mar y me miraban con profunda ternura y... amor? Se acerca a mi y la imagen se vuelve oscura pero siento un cosquilleo en los labios. Abro los ojos y ahí está nuevamente esa mirada penetrante. "Te amo" leo en el movimiento de sus labios.

-Miren al profesor Jackson, quien hubiera dicho que era un decente?- dijo Leo sacándome de mi ensoñación. Me pare nuevamente en mis pies y dije.

-Docente querrás decir-

-Eso, lo que tú digas- dijo sacándole importancia con su mano. Me giré a verlo a Percy y el estaba mirando su mano muy seriamente.

Todos siguieron charlando y jugando con el agua pero yo no podía sacar mis pensamientos de las imágenes que había visto unos minutos antes. Era la segunda vez que me pasaba y ambas veces fue cuando estaba con Percy, que significaba todo eso? Acaso mi imaginación estaba más activa que nunca? Eso quería creer pero algo me decía que algo le había pasado a Percy, porque en ese momento el levantó la mirada y la entrecruzó con la mía: que fue eso? Decía su expresión.
Será que ambos habíamos visto algo?
No podía ser, no tenía sentido. Siempre había sido una chica muy racional, así que esta teoría que se empezó a formar en mi cabeza simplemente no tenía ningún fundamento, por lo que decidí descartarla. Pero una vez más sentí esa fuerza que me acercaba a el y noté como el mundo desaparecía a nuestro alrededor.
Nuestra conexión visual se rompió gracias a Hazel que se me subió a cuestas.

-Muy bien Annie, ya vas aprendiendo-
Me grito en el oído. Tome aire y me sumergí, llevándomela conmigo. Ambas salimos nuevamente a la superficie a las carcajadas.
Seguimos un rato más en la piscina hasta que llego la pizza. Luego cenamos y nos quedamos charlando un rato más con música de fondo.

-adoró esta canción- exclamo Piper cuando empezó a sonar "how far we've come" de Matchbox Twenty. La chica se paró y tiro de la mano de Jason, empezó a cantar y saltar haciendo que el también la siga gracias a su energía contagiosa. Le subió el volumen a la canción y apretó otro botón de su control haciendo que algunas luces se apaguen -vengan! - nos grito.

Sin saber muy bien cómo estábamos todos en el medio de la sala cantando la canción con todas nuestras fuerzas y saltando por todos lados. La siguiente canción empezó a sonar y Seguimos cantando y bailando un rato más hasta que caímos agotados una vez más sobre los sillones, nuestras frentes estaban perladas de sudor pero las sonrisas no faltaban.
Me sentía tan feliz como nunca había estado.

No te separarás de mi tan fácilmenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora