ᴅᴏꜱ

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Graciosamente Leopold en su niñez reconoció a Nozel como el esposo de Fuegoleon, ocasionando un gran sonrojo en el platinado y un atragantamiento en su hermano mayor.

Recordó haberse despertado una noche, después de una pesadilla sobre nunca tener grimorio.

Se bajó de la cama y salió de su habitación, en dirección al estudio de su hermano mayor en donde divisaba una línea de luz proveniente de los candelabros, salir de entre la puerta levemente abierta.

— Deberías quedarte— escucho decir a su hermano.

Entonces se detuvo, pues Fuegoleon no se encontraba solo.

— si no regreso, mis hermanos se preguntarán dónde estoy— aquella voz tan suave y elegante solo podría pertenecer a Nozel Silva.

Se acercó lentamente intentando hacer el menor ruido posible y asomó un ojo por la puerta entreabierta.

No se asombro mucho por lo que vio, pues su hermano y Nozel siempre se tocaban tan íntimamente que el pequeño Leopold ya lo concebía como algo normal.

Fuegoleon sostenía las caderas del  mayor de los Silva mientras Nozel lo asia de los hombros.

— puedes decirles que estabas aquí
— continuó su hermano y sonrió ante la suave risa de Nozel.

— podría... sí— susurró el platinado, acercando cada vez más y más sus rostros, hasta unir sus labios en un beso tímido.

El pequeño se sorprendió un poco.

Lo relacionó con las muestras de afecto escondidas de los sirvientes de la casa, recordaba haberlos visto en una de sus tantas recorridas por los pasillos en un intento de gastar su energía.

— creo que ya sabes quién está aquí— pregunta Nozel, al apartarse con el rostro levemente rojo.

"Lindo" Pensó el pequeño Leo.

Vio la tez canela de su hermano sonrojarse también y carraspeó, acomodando su cabello.

— Leo, sal de ahí.

Dio un respingo y se mantuvo en el mismo lugar, un poco asustado por haber sido descubierto. Cayó sobre su trasero cuando la puerta fue abierta.

Su hermano se encontraba con los brazos cruzados sobre su pecho y una expresión de molestia.

— ¿No deberías estar durmiendo?— pregunta.

— tuve una pesadilla— logra articular.

Escucha a Nozel suspirar y su hermano le sonríe un poco.

— parece que ya encontraste con quién pasar la noche— menciona Nozel con diversión.

Fuegoleon miró a su amigo y rival como si una sola mirada bastara para entenderse. Leopold ladeó la cabeza.

— entonces me retiro — dice el Silva caminando hacia Leo— y tú, pequeño Vermillion espero que sueñes bien ¿Sabes que puedes vencer las pesadillas?— le sonrió y acarició su cabello, Leo atesoraría ese gesto
— nos vemos mañana 'Leon—  aún siendo un niño, Leopold pudo diferenciar el tono de voz en Nozel al pronunciar el cariñoso apodo.

Su hermano le sonrió y asintió con la cabeza; otra vez, entendiéndose sin necesidad de palabras. Cuando la delgada figura del joven Silva se perdió entre la penumbra, Leopold miró a su hermano mayor.

— vamos a acostarte, Leo— le sonrió, una sonrisa diferente a la que le dedicaba a su rival y extendió su brazo.

Leopold le tomo de la mano con alegría y regresaron juntos a su habitación.

ᴏɴᴇ ꜱʜᴏᴛꜱ [; Fuegozel]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora