［＊ﾟ.*･｡ﾟ］ Donde el pequeño Jin vió por la ventana de su casa un camión de mudanza y una familia llegar a su edificio con un tierno bebé vestido de conejo, sin creer que ese bebé se convertiría su amigo de aventuras.
◣❛Primera temporada de la saga：...
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Un día de verano caluroso, un camión de mudanza se había estacionado en frente al edificio donde vivía el pequeño Jin de tan solo 5 años que observaba con curiosidad desde la ventana de su habitación como el camión descargaban muchos muebles y como a los pocos minutos llegaba un coche blanco donde bajaba una numerosa familia.
Lo que había llamado la atención al pequeño Jin fue el pequeño bebé vestido con un mameluco de conejo rosa que era cargado por lo que suponía era la madre.
Al infante se le hizo muy tierno por lo que fue corriendo hasta su madre y la jalo de la blusa viendo hacia arriba por su aún pequeña estatura.
—Mamá, mamá. —dijo emocionado señalando a la ventana— Llegaron nuevos vecinos y traen a un bebé muy bonito.
—¿En serio amor? —la madre le puso atención al niño mientras dejaba su deber de cocinar para ver a su hijo asentir emocionado— ¿Y qué te parece si vamos a averiguar en qué piso se quedarán?
Jin saltó emocionado gritando un fuerte "si" yéndose al instante hacia la puerta para ponerse sus zapatos. Mientras que la madre aprovecharía ese momento de entusiasmo en su pequeño hijo para matar su propia curiosidad, saludar y darle la bienvenida a los nuevos vecinos y de paso ir al supermercado juntos como siempre lo hacían.
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Al bajar por el ascensor, madre e hijo pudieron ver a dos niños sentados en los escalones del edificio, la niña lucía aburrida pero tenía unas mejillas regordetas y ojos grandes redondos hacienda lucir tierna ante los ojos de la adulta mientras que el niño mantenía una sonrisa entretenido viendo a los hombres encargados de la mudanza sacar los mobiliarios del camión aunque el niño lucía muy parecido a la niña era mucho más delgado en comparación.
Pero para el pequeño Jin, le había causado mucha curiosidad esos ojos redondos y muy grandes que tenían los niños. En la cabeza del infante pensaba que él jamás había conocido niños así, ni en el colegio… Le resultaba algo novedoso.
La madre jalo de la mano a su hijo evitando que chocara con un hombre de la mudanza por la repentina distracción que tenía, pero dándose cuenta que solo era porque seguía observando al par de niños en las escaleras. Tanto madre e hijo siguieron su camino hasta donde estaba una mujer de cabello corto que se mantenía en la acera supervisando a los trabajadores de mudanza con un bebé en brazos.
El primero en ver al bebé había sido la madre de Jin, siendo rápidamente encantada con la apariencia del adorable bebé en brazos y soltando un halago inevitablemente:
—Oww que tierno es su bebé. —el pequeño Jin pudo ver a su madre emocionada y encantada por el bebé conejo que chupaba su puñito observando a la mujer con grandes ojos curiosos.
—Muchas gracias. Su hijo también es todo un galán. —halagó la señora de cabello corto haciendo ruborizar al pequeño SeokJin.
Jin rápidamente hizo una reverencia de agradecimiento como su madre le había enseñado cada vez que recibía un halago.
—Y también muy respetuoso. —se dibujó una sonrisa en el rostro de la mujer con cabello corto volviendo su mirada hacia la madre de Jin.
—Me presento, soy Kim Sunghee y él es mi hijo menor Kim SeokJin. —hizo una reverencia la madre de Jin que tenía su cabello más largo que la contraría, haciendo que su hijo volviera a dar una reverencia.
—Un gusto. Me llamo Jung Jian, y los niños que están sentados en las escaleras son mis hijos. —sonrió con amor viendo a sus hijos a la lejanía haciendo que la otra mujer volteara a verlos— Jeon Jihyo es la mayor y Jeon Junghyun es el de en medio. Y este conejito de aquí mi pequeño hijo Jeon Jungkook.
La madre Jeon apretó los cachetitos de su bebé robándole una sonrisa contagiosa y tierna haciendo que sus ojos se hicieran pequeñas medias lunas enseñando sus apenas dos dientitos frontales robando otro halago por la madre Kim.
—Espero que puedan jugar mucho nuestros niños, presiento que se llevarán bien. —sonrió la madre Jeon ante la otra mujer.
Las madres se quedaron hablando un buen rato sobre dónde venían, del motivo de porqué se mudaban, y a qué piso se iban a instalar. Y que para la suerte y la sorpresa de ambas madres fue que serían vecinas de piso por lo que ante la propuesta de enseñarle el vecindario, la madre Jeon aceptó gustosa yendo igualmente al supermercado acompañandolos aún absortas en su charla.
Pero ninguna de las madres había notado que un curioso Jin estaba observando desde el momento en que su madre había halagado al bebé, absorto en sus pensamientos pensando que esos redondos ojos del bebé Jeon eran muy bonitos y al igual que Jin, el bebe permanecía observando con curiosidad al contrario sintiendo como el niño más grande era como una gran luz que lo hacía captar toda su atención como una polilla.
En el fondo de ambos corazones, sabían que su encuentro no había sido solo por casualidad y que serían muy importantes en sus vidas.
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