Naruto había aprendido a apreciar Sasuke. De hecho no era tan malo una vez que encontrarás la forma de hacerlo sonreír un poco o convencerlo de llevarse mejor con algunos chicos. Entonces cuando Shikamaru dejo de ser receloso, pudieron llevarse un poco mejor, no lo suficiente para que fueran los mejores. Pero lo bueno para no matarse cuando pasaban tiempo juntos con Naruto.
Había una pequeña lucha entre los dos azabaches. Todo por la atención del pequeño rubio, claramente Shikamaru recibía más que Sasuke. Un par de besos cerca de los labios, en las mejillas o en la frente. Manos entrelazadas con dulzura y una sonrisa brillante acompañada con la calidez y validez llenando esos bonitos ojos azules. Sasuke que sentía un poco celoso de eso, pero no por los besos en la boca. Por la atención de su casi hermano siendo robada por Shikamaru.
—Realmente no me gusta—se quejo Sasuke haciendo pucheros.
Eso le ganó un par de risas de parte de Iruka que solo negaba con la cabeza. Mientras Kakashi intentaba inútilmente no reírse de las caras que Sasuke estaba haciendo.
Hace un par de semanas que habían terminado oficialmente de arreglar el complejo Hatake para poder vivir juntos. Iruka era quien más determinado estaba en hacer que los chicos se sintieran en casa, ya que les dio sus habitaciones y les dejo decorarlas como quisieran. De hecho parecía curioso como Naruto podía amar colores además del naranja y como Sasuke podía usar colores además de los de su clan. El único color donde ambos niños parecían felices en coincidir era el rojo.—¿Las zanahorias?—preguntó inocente él rubio mirando su jardín—porque lamento decir que se quedan porque yo las amo—señaló confundido.
Ino había ayudado en forma de disculpa con Naruto, él niño solo había tomado las palabras de su compañera rubia y reído tan felizmente cuando ella les enseño a hacer su propio jardín después de semanas esperando tener una casa propia.
—No, esas me encantan—infló más las mejillas pensando que estaba siendo ignorado—aunque Kashi no creo que este de acuerdo con que no sembremos berenjenas—declaró mirando con atención todos los carteles dibujados que Shikamaru y el resto habían hecho para ellos.
— Bueno, hay que arreglarlo—declaró emocionado— será el mejor jardín de todos dattebayo.
Kakashi casi se atraganto cuando escucho esa maldita muletilla. Pensó escuchar a Kushina con esa voz chillona al final de cada frase. No le molestaba, era un recuerdo de lo mucho que Naruto se parecía a sus padres. Con un cabello rubio como el de Minato, ojos azules un poco más bonitos que los de su maestro. Rostro parecido al de Kushina junto a su actitud y esa muletilla o tic verbal que lo ponía nervioso.
—¿Qué crees que este discutiendo?—preguntó divertido mirando como los niños pronto comenzaron a hablar en voz baja, señalando un par de cosas.
—Espero que como evitar que su jardín se apodere del área de entrenamiento—mintió resignado al mirar como los niños parecían planificar el rodear toda la casa de flores.
Tal vez girasoles. Naruto parecía tener un apego real a estos, solo esperaba que no fuera demasiado problemático para que sus perros pudieran salir a jugar por el pateo trasero que estaba siendo invadido con un jardín. Aunque no se estaba quejando, le parecía interesante ver como dos niños pueden abrirse al mundo.
—¿Por qué te gustan los girasoles?—preguntó curioso Sasuke cuando Naruto le contó su plan de cultivarlos alrededor de todo el patio.
Tal vez sí estos invadían un poco el terreno preparado para su entrenamiento Kakashi haría una queja simbólica, ambos sabían que cuando miraban al hombre de la máscara con los ojos enormes y brillantes, con pucheros a juego no podía decirles que no, que las quejas solo eran para que Iruka pensará que no los estaba mimando, no demasiado.
—Son los favoritos de Neji Hyuga—sonrió casi cegador—Hinata quiere regalarle uno a su primo, a ver sí eso le hace feliz.
—Bien, ¿pero aún plantaremos mis tomates verdad?—preguntó curioso.
—Claro que sí, lo prometí.
Los niños siguieron con sus planes. Mientras Iruka se estaba riendo demasiado de la cara de Kakashi enrojecida. El sonrojo subía por sus mejillas, hasta por encima de la máscara y las orejas tomaban ese color característico del rubor.
—Kakashi, vamos—Iruka intento sonar amable pero la risa lo traicionó—pensé que eras más inteligente. Se que cuando te hagan ojos te cachorro no importara sí el jardín es demasiado molesto.
—Iruka, eso no es verdad—aseguró apartando la mirada de toda la cara deslumbrante del hombre que empezaba ha gustarle demasiado.
—Ellos ya planearon extorsionarte con berenjenas—señaló mirando un por la ventana a la cabeza rubia abrazar al azabache con alegría—esos diablillos ya te tienen en la palma de su mano.
El sonido de la puerta fue para Kakashi como una bendición de los mismísimos dioses que cantaban con un coro de ángeles iluminando su entrada como una salida. Cuando llego se sorprendió de ver a Shikamaru con una cara roja sosteniendo un ramo de flores, y mirando a Kakashi como sí él hombre mayor no le importara. Claramente pudo sentirse ofendido, pero pudo besar al niño por salvarlo de una situación tan vergonzosa.
—¿Está Naruto?—preguntó obediente y algo cortes como su madre le sugirió para que los nuevos padres de Naruto lo dejarán verlo.
—¡Oi, que sorpresa pequeño Nara!—Kakashi podía recordar bien su nombre, solo le gustaba molestar.
—¡Oh, hola Shikamaru-kun!—la voz feliz de Iruka interrumpió el intento de intimidación del peliplata—¡Naruto esta en patio trasero y realmente creo que los girasoles van a gustarle!
Shikamaru sonrió ahora sí totalmente apenado. Iruka-sensei siempre fue amigable aún cuando hicieron travesuras.
—Gracias Iruka-san—hizo una semi reverencia que dejo a Iruka encantado por los modales y a Kakashi sorprendió.
—Ven, te acompañó—dejo entrar al chico y espero que este dejara sus zapatos a un lado.
Iruka sonrió alegremente llevando a Shikamaru por la casa. Este solo se dio la vuelta para sacarle la lengua a Kakashi que sonrió con enojo. Esto era la maldita guerra.
Shikamaru obtuvo a Kakashi y Sasuke trabajando en el mismo bando para quitarle la atención de Naruto. Jajajaja.
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Fijación.
FanfictionCada que Nara cae presa de lo que se conoce como la Fijación de los Nara, es la inevitable obsesión con una cosa en particular. En muy raras ocasiones, el sujeto de una fijación de Nara será una persona específica. Para Shikamaru, esa persona termin...