Conoce a Jiraiya.

8.2K 897 40
                                    

Naruto de doce años había conseguido meterse en problemas al andar sin Sasuke o Shikamaru a su lado. Le costaba aceptarlo, pero los dos chicos eran quienes mantenían alejados a los viejos aldeanos agresivos que solían intimidarlo. Sasuke era quien los intimidaba, pero tampoco se dejaron engañar por el perezoso Nara que era él primero en salir en defensa del chico rubio.

Aunque Naruto había dicho que podía hacerlo solo, realmente se sentía mucho mejor y seguro con Shikamaru que se había vuelto en su mejor amigo. Con Sasuke era algo parecido a un hermano haciéndole compañía. Aunque luego terminarán peleando de alguna forma tonta para luego terminar entre risas. Kakashi siempre decía que le parecía una absoluta tortura tener que soportarlos en su equipo junto a Sakura. Aunque Naruto no le estaba creyendo demasiado a ese shinobi pervertido.

Por eso no estaba acostumbrado a estar solo. Eso podría tomarse como una gran excusa del porque se vio siendo intimidado por el maestro de Konohamaru, no podía soportar a Ebisu que lo cuestionaba por todo. No lo veía por ser una persona, solo veía al zorro de las nueve colas. Tal vez por eso se había metido las manos en los bolsillo del pantalón y se había dado la media vuelta con una mueca en el rostro. No, no estaba tomando nada de la mierda de nadie.

—¿Qué ocurre niño zorro?—la pregunta del adulto saco una mueca del rubio.

—No me llames de esa forma—se quejo con un tono oscuro—tengo un nombre y mis padres no estarían felices de escucharte llamarme así—aseguró por lo bajo.

Pero al instructor no le importo mucho, solo siguió hablando con ese tono despectivo que hacia enojar a Naruto. Porque sonaba como todos en la aldea, como si no tuviera el mismo valor que ellos. Como si fuera mejor que él. Iruka había hablado con él de manera suave, reconfortable y era dulce cuando le explico lo que tenía dentro, lo que estaba pasando en la aldea. Kakashi había hablado de sus padres y quien era como su padrino o abuelo, porque era instructor de su padre.
Le contestaría al hombre como debería ser, si no fuera que Iruka le había pedido que no fuera grosero. Ese hombre le había tenido la paciencia y amor que nadie más lo habría tenido.

—Mi nombre es Naruto—susurró suavemente intentando no verse tan enojado como se sentía.

Eso fue hasta que la conmoción en el baño de mujeres tomó a los dos por sorpresa. Naruto intentó alejarse, pero no pudo ser de esa forma. Tuvo que ser empujado de forma fatídica hacia el fondo.

Por eso se encontraba con un sabio pervertido que terminó intentando entrenarlo. Aunque Shikamaru casi lo mata al verlo junto a él.

—Está bien—susurró suavemente mirando a Shika con cariño palpable—vamos con mis papás—se extendió suavemente mirando al sabio pervertido—y usted, mi padre quera hablar con usted, sabio pervertido.

Jiraiya se revolvió un poco aturdido. Los movimientos del rubio le recordaron demasiado a Kushina. Tampoco ayudaba el tipo de rostro que reflejaba al habanero sangriento. Solo esperaba que Naruto no fuera brutal. Bueno, al menos aún podía ver a su protegido en algunas zonas del rubio por ejemplo el cabello, los ojos azules y su forma de caminar tan abierta que era en ocasiones un Minato despreocupado. Aunque le recordaba vagamente al discípulo de este, Kakashi Hatake.

Siguió a los niños, y se sorprendió cuando él pequeño azabache con el logo de los Nara hizo una señal al otro lado de la calle para que se acercara corriendo otro niño azabache con el logo de los Uchiha.

—¿Dónde lo encontraste?—preguntó él niño mirando al rubio a los ojos, parecía irritado.

—No hables como sí no estuviera aquí, Teme—reto él niño con furia.

—Usuratonkachi...—el apodo fue arrastrado de manera aterradora y realmente fría—no me hagas enojar.

El rubio brinco en su lugar, apartando la mirada y haciendo pucheros. Sasuke daba miedo, era su compañero de casa y de equipo. El equipo número siete se vio obligado a ser Sasuke, Naruto y Sakura. Aunque habían integrado a un chico que sonreía poco, llamado Sai. Sasuke había dicho que prefería mil veces a Shikamaru.

—¿Y cómo van los entrenamientos?—preguntó Shikamaru sin perder de reojo al anciano pervertido—no me han dicho mucho.

—Kashi ya quiere lanzarnos por algún risco—Naruto sonrió en acuerdo con Sasuke—Sakura-chan se la pasa detrás del Teme y Sai sigue insistiendo en querer ver mis negociones—se encogió de hombros, no entendía muy bien que le pasaba al pálido azabache.

—Sasuke negó con la cabeza mirando al hombre que los acompañaba—¿Así qué este es tu “abuelo”?—preguntó con naturalidad hacia el rubio.

—Eso dice Padre—miró con atención ignorando al resto de la aldea—aunque deben saber que es un sabio pervertido.

Shikamaru se encogió de los hombros antes de rodar los ojos. Estaba fastidiado y cansado. Aunque en realidad intentaba no reírse. Kakashi le había contado todo sobre sus padres a Naruto y ellos dos se vieron arrastrados porque tarde o temprano lo sabrían. Además era mejor ser un soporte ahora que después. Sasuke se había visto indignado ante la idea del único adulto responsable de poder cuidar a Naruto ignorando lo. Naruto solo se había encogido de hombros y restándole importancia.

Sí alguien lo iba ha querer era por ser él mismo, no por quienes fueron sus padres. Además de que era genial que sus padres hayan sido grandes Shinobis. Eso le daba el entusiasmo para entrenar más.

—Kakashi-san podría reírse de tu falta de modales, Sasuke—habló él niño de la coleta ignorando como él hombre mayor parecía ofendido—pero Iruka-sensei no encontrará divertido que empieces a tomar malas costumbres del hombre.

—Tch, tienes razón—se dio la vuelta volviendo a ignorar a Jiraiya.

Jiraiya parecía perdido ante los niños. Pero siguió a Naruto para descubrir que Kakashi serían él adulto con más ganas de maltratar lo por dejar tanto tiempo a Naruto.

Entonces, literalmente force a mi cerebro. Porque lo necesitaba. Tengo un bloqueo en esta historia.

Fijación.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora