| ᴀᴜ ᴍᴏᴅᴇʀɴᴏ | ᴍɪsᴛᴇʀɪᴏ |
❝Armin despierta muy confundido en un hospital; no recuerda nada acerca del motivo por el cual se encuentra allí y sus recuerdos están revueltos completamente.
¿Existe algo peor que despertarte sin tener recuerdos, enterart...
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❝No razonar, desaparecer cuando tendría que haber estado ahí, echarme a correr lejos del daño que hice, lo que te hice a ti por egoísmo y orgullo... no tiene perdón, y yo sé que me siento mucho mas débil sin tu luz y eso es algo que jamás podría decirte.❞
˗ˏˋ Annie Leonhardt ˎˊ˗
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[Narrador: Armin Arlert]
—Si algo te molesta o comienzas a sentirte mal, no dudes en llamarme o a tu padre —Dijo mamá por enésima vez desde que despertamos y compartimos el desayuno —Tal vez deberías esperar... un par de días, luces pálido.
—Es mi tono de piel normal —Una sonrisa conciliadora apareció en mi rostro —Y estoy bien, no te preocupes.
—Pero... pero... —Mamá seguía viéndose preocupada a medida que conducía y nos acercabamos al colegio —Promete que llamarás al mínimo malestar, ¿Bien?
—Lo prometo —Asentí a sus palabras con una sonrisa de lado.
El resto del viaje ella siguió hablando sobre lo preocupada que se sentía, diciendo una y otra vez que si algo me causaba molestia, iba a salir de su trabajo para buscarme e incluso se ofreció a contratar tutores privados sino llegaba a sentir cómodo en mi reincorporación escolar.
Aunque eso último lo dijo a modo de broma, pude entrever que había un ápice de verdad en su propuesta, incluso si lo negué preferí reír por sus palabras para aligerar el ambiente.
Intenté cambiar de tema en diferentes ocasiones, pero siempre volvíamos a lo mismo.
No tuve tiempo de hablarle sobre la visita de Eren y Mikasa, al despertar esta mañana me crucé con papá que estaba saliendo al trabajo por una emergencia y su sonrisa me hizo saber que era consciente sobre los dos polizones que subieron a mi cuarto de manera clandestina como dos viles ladrones.
Hizo algunas bromas con indirectas de tener a dos Romeos invadiendo la privacidad de otros para cortejar a Julieta.
¿Siempre tuve tan buena relación con papá?
Lo poco que puedo recordar sobre él es que estaba bastante ausente o que vivía rodeado de trabajo, por ese motivo yo pasaba tiempo en la granja de mi abuelo o en el trabajo de mamá en su centro de diseño.
Algo que me sorprendió de esta mañana fue que mamá me dio un nuevo teléfono, a pesar de que ya tenía uno... ella explicó que no era necesario usar el anterior porque su pantalla estaba rota y podría lastimarme los dedos por accidente. De esa manera obtuve un nuevo celular.
Sin contraseñas, sin fotografías, sin cuentas... y de nuevo la sensación de incomodidad me atormentó.
Era como si quisieran borrar y hacer cuenta nueva.
