Capítulo 1

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Una fisura

Es muy interesante comprender  como en los momentos donde nos sentimos más seguros y estables, se nos puede olvidar que somos vulnerables.

"Vale más pasar un dia en tus atrios que mil fuera de ellos"  Salmo 84:10

Un hombre de familia común, que sale al trabajo por las  mañanas  y que tienes buenos  amigos. Amigos de trabajo que ve todos los días y a los que les conoce sus costumbres y malos hábitos, pueda ser puesto a prueba sin darse cuenta.

¿Has visto a Julia?

¡No!  Ésta mañana no la e visto ¿porque?

Por nada especial..  Es solo que está mañana se arregló muy bonita y desde que llegó a preguntado por ti..

Por mí ¿para qué?

¡No lo sé!  Lo que me llamó la atención es que hoy luce un escote de infarto..

Si tu esposa te escuchara no cenarias esta noche..

Si me escuchara, ¡dormiria con el perro! - respondió entre risas Francisco -Pero ella no está interesada en mí, ¡sino en ti!

Estoy casado y muy enamorado Francisco  ¿¡lo olvidaste!? ¡Ca-sa-do!

A muchas mujeres Richard les gustan más los hombres casados.. Tú sabes.. por eso de la experiencia..

¡Eso no me interesa! - respondió Richard a las palabras de Francisco

Sé que no te interesa.  Pero te doy un consejo..

Richard lo miró levantando su ceja en actitud de disgusto..

¡Cuídate de Julia!

¡¿Cuidarme?! ¡No tengo porqué!  Ella no me interesa..

Escucha lo que te dice un viejo zorro como yo.. ¡cuídate!

Richard le restó importancia a sus palabras y siguió con su trabajo como siempre.

Julia era la nueva secretaria de la compañía. Había llegado en sustitución de la señora Harris, que se había jubilado.

Julia tenía una hermosa figura, caderas anchas que lucia con orgullo y unos pronunciados pechos a los que les gustaba sacar partido.

No era coqueta, pero tenía su pasado.

Francisco era un creyente tibio de esos que va a la iglesia para calmar su conciencia o a su esposa.

Richard en cambio tenía un lindo hogar. Con una esposa que lo amaba y  lo trataba muy bien. Sus hijos ya adolecentes, no le daban problemas.

Su relación con Dios era buena y se sentía muy satisfecho con su vida.

Pero.. esa mañana en particular tenía un "pequeño " detallito al que Richard no le dió la importancia que debía.

Esa mañana el cachorro de su hija Luci, tomó su pantufla y la hizo pedazos. Molesto, sacó al cachorro al patio y hallandose tarde para el trabajo y enojado  por lo sucedido, salió de su casa olvidando dos cosas: Orar y disculparse con su esposa por culparla por lo de su pantufla y por permitir al cachorro en la casa. Cuando había sido su idea y él el que lo había dejado entrar..

Se marchó enojado y sin besar y abrazar a su esposa como lo hacía siempre. 

Ella lo bendecia antes de salir de la casa y un te amo siempre estaba en sus labios.  Pero esa mañana no.

Julia como de costumbre tenía que llevarle a Richard documentos que firmar o cartas que él debía  responder.

Esa tarde después del almuerzo Julia apareció en la oficina de Richard y los ojos de Richard se fijaron en el escote..

Tal como lo había dicho Francisco era muy pronunciado..

Al ver que Richard lo había notado, Julia se aprovechó del momento y se lo hizo notar aun más..

Antes le habría pedido que se fuera y volviera después.  Pero esta vez la hizo sentarse frente a él, mientras le dictaba una carta.

De vez en cuando sus ojos miraban lo que no debía mirar. Y olvidando el consejo de Francisco y sus palabras se quedó demasiado tiempo expuesto a la tentación..




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