A Punto De Caer

Capítulo 9

En jaque

" Si después de recibir el conocimiento  de la verdad pecamos obstinadamente, ya no hay sacrificio por los pecados " 
Hebreos 10: 26

Una noche preciosa, un amanecer romántico con besos y muchos te amo podrían ser el preludio de un día glorioso..

Pero toda esa miel se transformó en los ojos de Ruth en tristeza, al despedirse de su esposo cuando se marchaba al trabajo..

Richard lo vio en su mirada y aunque sonreía fingiendo que no pasaba nada, al subir a su auto y conducir al trabajo su corazón estaba triste.

Había perdido algo que amaba mucho, la confianza de Ruth..

Al llegar al trabajo, Julia no vestía provocativa esta vez. Sino como toda una profesional.  Traje y botones hasta arriba.  Se mantuvo distante y seria.  Como toda una secretaria ejecutiva que trata con varones..

Al llegar la tarde todo parecía estar muy tranquilo.  Richard había  salido  con Francisco a almorzar, pero al llegar el jefe envió a Francisco de gira y a Richard le pidió revisar unos asuntos importantes..

Julia .. necesito los archivos de la cuenta del señor Brants

Por supuesto - minutos después llegó con los documentos a su oficina  y sin esperarlo Richard, ella le quiso robar un beso..

¡No Julia! - le dijo, alejándose de ella

¡No me culpes por amarte! Yo jamás renunciare a lo que tú y yo sentimos..

No existe..

Bien Richard, ¿estás listo? - interrumpió Francisco.  ¡El jefe quiere  que vengas conmigo! Tulio se hará cargó de revisar lo de Brants. Llevale los documentos a Tulio Julia, que Richard se va conmigo..

La forma en como Francisco la miró la hizo enojar.  Francisco la interrumpió cuando ella pretendía hacerle una escena a Richard..

Ella va a insistir Richard..

Lo sé amigo.. Yo le di ese derecho.  ¡Es mi culpa!

Sí..

¡Gracias por hacerme sentir peor!

¡Te lo mereces!

Mirando a su amigo, no le quedó más que decir: Tienes razón Francisco..  ¡Me lo merezco!

Lo que más me duele de todo esto, es la mirada de tristeza que vi en Ruth al salir de casa  esta mañana y lo que pueda estar pensando en este momento  mi esposa..

¡Es tu culpa!

¡Gracias! Por suerte eres mi amigo. O creería que eres lo contrario..

Si te suavizo las cosas Richard, te volverias a dormir y Julia es un enemigo peligroso. Ella no se dará por vencida tan rápido. Tú, amigo mío, estuviste muy  cerca de caer. Y sino lo hiciste, fue por la misericordia de Dios  y porque tienes una ¡extraordinaria esposa!

¡Lo sé Francisco!  y eso me duele en el alma.. Aveces uno ve y reconoce tarde la bendición que posee..

Te confesare algo Richard..   Todo este lío tuyo con Julia, me ayudó a ver mi necesidad de acercarme sinceramente  a Dios.  Yo no habría aguantado la mitad de lo que tú soportaste y lo habría perdido todo..  Mi Celia es de carácter muy fuerte, ¡pero amo a esa mujer y su fuerza!  No existe mejor madre y esposa para mí, que mi "toro de Basan" (Salmo 22:12)

Tienes la mujer que mereces Francisco..

Sí..oh ¡sí! - afirmaba con una sonrisa Francisco

Jajaja.. Vamos amigo o no llegaremos a tiempo Francisco - salían de la oficina cuando una mano asio del brazo a Richard..

¡Mi amor piensa en nosotros! - le pedía  Julia

En primer lugar Julia...  No existió ¡Jamás! un nosotros y solo ¡mi esposa! Me puede llamar mi amor.. Tú eres la secretaria de esta compañía y  será mejor que te mantengas en tu lugar sino quieres perder tu trabajo..

¿Vas a reportarme!   Porque yo puedo decir..

¡Di lo  que quieras Julia! Que yo no pienso hacer nada en tu contra . Pero si persistes sé quién sí..

Yo sé  que tú me quieres Richard - insistía Julia

Yo sé que ¡No!-  le respondió. Soltándo con fuerza  su brazo le dió la espalda y se marchó con Francisco.

Estando en el auto llamó a su esposa: Mi amor, ¿Te gustaría acompañarme a cenar?  Se me antoja algo de pasta italiana. ¿Quieres ir?

Me encantaría..

Por cierto amor, voy con Francisco cerca de la chocolateria Suiza. ¿Quieres que te lleve?

Sí, me encantaría que trajeras algunos para mí y otros para preparar un pastel  mañana.  El que te gusta, de almendras y nueces..

Entonces llevaré muchos.. ¡Te amo Ruth! nos vemos en la noche mi amor..

Hasta la noche cielo..

Al colgar, Richard  respiró tranquilo. Había puesto en jaque a Julia. A él no le interesaba ya.  Como hombre, no le provocó más que disgusto su insistencia. En su interior oro al Señor, agradeciendole  su fortaleza..