Manipulaciones
" La remera va tras un pedazo de pan, pero la adúltera va tras el hombre que vale" Proverbios 6: 26
¿Cómo puedes tener una mente tan retorcida Francisco? - le reprochaba Richard a su amigo
Yo te pregunto ¿Como puedes ser tan ciego? Acaso has visto que nos trate así a todos..
Será porque yo la trato con respeto y ustedes ¡no!
Puede que tengas razón. Pero eso mismo hace que ella se fije en ti como..
Ya,ya, ¡ya! Escuchame Francisco, no vuelvas a ensuciar el buen nombre de Julia de esa manera. ¡Ella no tiene ningún interés personal en mí!
¡No seas ciego Richard!
¡Cállate Francisco! o quieres que deje de hablarte..
Si me dejas de hablar por ella, pensaré que eres más estúpido de lo que creí o que te gusta Julia..
¿¡Como te atreves!? ¡estoy casado!
Tú lo sabes y yo lo sé .. ¿Pero tus ojos qué? ¿Te has fijado como la miras?
¿¡Sabes que Francisco!? no puedo creer que hallas dicho eso de mí.. Por lo que veo ya no quieres ser mi amigo. Tomó las vendas y una crema para el dolor y se fue molesto con Francisco hasta donde estaba Julia.
La halló en su oficina..
Perdona que me vine hasta aquí. Es que me sentía muy incómoda en esa silla y preferí sentarme en este sillón..
No te preocupes Julia. Permíteme - tomando su tobillo empezó a ponerle crema para el dolor. .
Auuch - se quejó Julia
¡Perdona! Te la pondré mas suave..
No.. ¡es que me duele un poco más arriba! Levantando su pierna dejaba ver a Richard su bien torneado muslo y un poquito más..
Incómodo y nervioso, Richard se apresuró en terminar. Pero Julia estaba más interesada en que él siguiera mirando..
Me ayudarias a levantarme..
Claro..
Apoyándose en él lo dejó sentir un poco más con su cercanía. Su provocación era clara para ella..
Pero él se negaba a aceptarlo..
La dulce y simpática Julia no podía tener otras intenciones con él ¡Francisco no podía tener razón!
Pero un imtespestivo dolor la sobrecogio y abrazando a Richard fingia llorar en su hombro..
Sin saber que hacer, Richard le acariciaba la espalda para consolarla.
Después de unos minutos la dolida mujer se alejó un poco de Richard y le dijo: ¡Eres un hombre tan maravilloso! Oh Richard, ¡que bueno eres! - besandolo en los labios como una tímida adolecente salió de la oficina como si huyera de una travesura que acababa de hacer..
Cogeaba al salir de la oficina. Hasta que llegó al estacionamiento. Allí su tobillo estaba sano y una gran sonrisa de victoria se dibujaba en sus labios.
El fin de semana para Richard fue extraño. Se sentía avergonzado con su esposa aunque él no había provocado el beso..
Se sentía culpable..
Orar era algo que no podía y mientras estaba en el culto la imagen de Julia se le venía a la cabeza.
El lunes levantarse de la cama no le fue tan fácil. Pero su trabajo lo esperaba.
Al llegar una linda y tierna Julia le ofreció disculpas por dejarse llevar y le ofreció unos pastelitos de crema de vainilla que a Richard tanto le gustaban.
Pruébalo por favor.. Espero que te gusten y me perdones..
Sintiéndose aliviado, tomó uno y lo mordió. Quedandole un poco de crema en sus labios.
Con una servilleta Julia sonriendo se acercó y poniendo sus labios tan cerca de los de Richard le limpiaba sus labios, después le dijo: Tienes un poco tu corbata fuera del cuello de tu camisa.. ¡permíteme!
Poniéndose detrás de él acercó todo su cuerpo al de Richard. Podía sentir hasta el latido de su corazón..
¡Vez! - le susurró al oído... ¡Así es mejor!
Rozando su oreja se fue contoneando sus caderas..
Richard se quedó parado ahí, sin saber como responder..
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A Punto De Caer
RomanceCaminé tan cerca de la orilla tantas veces, contemplando, que estuve a punto de resbalar y caer