Now or never ¦ Meanie

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-Mamá... no pasará nada, ahora deberías irte a casa, mandare algunos hombres a vigilarla un poco más- Mingyu tomo aquel papel y lo arrugó lanzandolo hacía la pared, tenía rabia y por más que intentaba ocultarla hasta que su madre no estuviera presente parecía imposible, quería tomar a Dongsun y asesinarlo con sus propias manos, su madre no tenía la culpa de nada, era la mujer más buena que podía existir y el lo tenía claro, su rabia aumentaba de sólo pensar en lo mal que tenía que pasarla por unos hijos de puta.

-No Mingyu... no me iré si no estás calmado...- su madre aún tenía rastros de lágrimas en sus mejillas y su voz se quebraba al momento de hablar, Mingyu estaba de pie con las manos en sus caderas caminando de un lado a otro con la furia asomándose en sus ojos.

-Mamá... vete, no quiero que me veas así, por favor- Mingyu no podía pensar en nada más que en asesinar a Dongsun y su rabia aumentaba, llevaba años atormentando a su familia, incluso con la vida de su padre... no le haría nada a su madre.

Wonwoo se hallaba en el patio de la casa, había pensado en entrar a ver que ocurría cuando vio a la madre de Mingyu llorar, pero una mano lo detuvo, exactamente, la mano de Hansol -no deberías entrar ahí, doctor- dijo este seriamente, podía escuchar a Mingyu decirle a su madre que se calmara y verlo caminando de un lado a otro.

-¿Por qué no? ella está llorando...

-Cuando Mingyu esta de mal humor no es bueno molestarlo... si no escuchas disparos, mejor no entres...-dicho esto Vernon comenzó a caminar en la dirección contraria, dejando a Wonwoo entendiendo el porqué nadie se había asomado.

-Hijo... como estás de enojado puedes cometer una locura, nadie aquí te obligará a sentarte y no ir a la casa de Dongsun a intentar asesinarlo... solo yo puedo mandarte y te conozco demasiado para saber lo que quieres hacer ahora... por favor hijo...- Mingyu asintió con la cabeza e iba a sentarse, pero el ver a su madre temblando y las lágrimas corriendo por su rostro, le hizo recordar todo lo vivido por culpa de aquel hombre, hizo su mano un puño y con toda su rabia, tristeza y miedo lanzó un golpe hacia un espejo colgado en una de las paredes, cortando así su mano y provocando un estruendoso sonido de los vidrios caer junto a un grito asustado de su madre.

Cuando los vidrios del espejo cayeron y la mamá de Mingyu soltó un grito, Wonwoo no lo pensó dos veces y entró rápidamente, subió al segundo piso y sacó sus cosas de médico, bajo la escalera corriendo, Mingyu se mantenía apoyado en la pared con su mano sobre esta y su madre estaba en el sillón llorando descontroladamente.

-¡Seungkwan!- Wonwoo gritó haciendo que el nombrado se acercara rápidamente.

-¿S-si?- Seungkwan estaba un poco asustado, se sabía que cuando Mingyu estaba enojado nadie podía nisiquiera mirarlo, era impresionante ver a Wonwoo ahí sin importarle aquello.

-Trae un vaso de agua, ¡rápido!- dicho esto Seungkwan corrió en busca del vaso y Wonwoo tomó asiento a un lado de la mamá de Mingyu abriendo su caja y sacando unas pastillas de esta.

-¿Qué hace-- Mingyu iba a hablar pero Wonwoo lo miró con desaprobación y le pidió silencio poniendo su dedo índice en su propia boca, este obedeció viendo que hacía Wonwoo con su madre.

-Aquí está- Seungkwan le extendió el vaso a Wonwoo y se alejo camino a la cocina.

-Señora Sunhee... soy Wonwoo, ¿podría tomar esta pastilla? la hará sentir mejor- Wonwoo comenzó a hablar suavemente mientras la mujer aún no lograba controlar el llanto, entre temblores tomó la pastilla y la trago.

Wonwoo la rodeo con sus brazos y comenzó a acariciar su espalda mientras está lloraba un poco más, sintiéndose confortada.

Wonwoo llamó nuevamente a Seungkwan, diciéndole que buscará a Jeonghan o a cualquier persona que encontrará cerca, Mingyu era testigo de todo esto aún atónito viendo como Wonwoo había tratado a su madre, una lagrima amenazaba con salir, se restrego los ojos y recién ahí noto la sangre que goteaba de su mano por los vidrios del espejo.

-Wonwoo... ¿que pasó?- Jeonghan llegó rápidamente a su lado, la madre de Mingyu estaba más tranquila y la pastilla había servido bastante.

-¿Puedes llevarte a la señora Sunhee al patio?, no la dejes sola y sientate con ella, mirar las flores le hará bien- Jeonghan asintió y ayudo a Sunhee a ponerse de pie y la llevo fuera.

Wonwoo se volteó viendo como Mingyu apretaba su mano, posiblemente en busca de calmar el dolor.

-Mingyu...- Wonwoo comenzó a acercarse lentamente, el contrario no levantó la vista y lanzó otro golpe hacia la pared asustando a Wonwoo, quien rápidamente lo tomó de las manos.

-Wonwoo... no... no tú ahora- Mingyu negaba mientras trataba de soltarse del agarre del contrario, unas lágrimas comenzaban a asomarse y no quería verse débil frente a Wonwoo, frente a nadie en realidad.

-Mingyu... ¿puedo curar tus heridas?- Wonwoo tomó la mano de Mingyu mirando el corte.

Mingyu observó su mano y luego a Wonwoo, asintió con su cabeza y Wonwoo lo guió hacia el sillón más cercano, abrió la caja y comenzó a curar, el corte no era profundo y en unos días estaría bien.

Mingyu observaba como Wonwoo trabajaba, nisiquiera sabe en qué momento su mano ya estaba parchada y no dolía como antes -gracias...

-Deberías hablar con tu madre... pídele perdón, se alteró mucho- Wonwoo hablaba a la vez que sin darse cuenta, acariciaba la mano no dañada de Mingyu.

Mingyu habría gritado, hubiera gritado a aquel hombre que entraba sin más en una discusión familiar y le hablaba mientras hervía en rabia, lo hubiera golpeado y sin compasión podría haberlo mandado a matar, pero no pudo con Wonwoo, nisiquiera pudo hablarle, cuando este lo miró a los ojos pidiéndole algo tan simple como curar sus heridas, removió hasta lo más profundo de sí, podría haberse hechado a llorar ahí mismo y a pedirle perdón, Wonwoo lograba manejarlo y dominarlo incluso sin saberlo, nisiquiera el lo sabía completamente.

-Lo haré...- Mingyu se iba a levantar pero Wonwoo lo agarró con fuerza de la mano que estaba sana.

-No ahora, debe estar durmiendo, le di un tranquilizante- Mingyu asintió y volvió a sentarse.

-¿Por qué haces esto?- Mingyu levantó su mirada y miró a Wonwoo a los ojos.

-¿A qué te refieres?

-Te preocupas por nosotros Wonwoo, te trataron pésimo y te trajeron a la fuerza, ¿por qué no nos odias?

-Desde que llegué me han tratado bien, he visto, oído y me han explicado cosas que no era común ver en mi día a día, normalmente una persona con un arma es una persona mala, nunca piensas que puede ser al revés... acá me mostraron eso- Wonwoo le mostró una leve sonrisa a Mingyu y este lo abrazó.

Para Wonwoo fue sorprendente y un poco confuso al principio, aún así aceptó el abrazo del contrario y lo rodeo con sus brazos.

-Eres un ángel, ¿te lo han dicho ya?- Mingyu hablo sobre su hombro.

-Algunas veces- Wonwoo soltó una leve risa recordando la cantidad de veces que había escuchado eso, aún así cuando Mingyu lo dijo su corazón se aceleró, sus mejillas se colorearon de un leve carmín y una risa nerviosa escapó de sus labios.

Minghao se encontraba en el sofá al frente de Mingyu, quien estaba sentado en su escritorio.

-¡No lo niegues, animal!- Minghao alzó la voz hacia Mingyu.

-¡Baja la voz Minghao!- Mingyu gritó en susurro y arrugó el entrecejo.

-Entonces deja de negar que Wonwoo te tiene loco- Minghao soltó eso como si fuera completamente normal hablar del azabache, mientras se miraba las uñas.

-No me tiene "loco", solo tiene más influencia en mí- Mingyu intento restarle asunto al tema hablando sin interés.

-Te tomo de las manos cuando estabas con la rabia al mil, la última vez que hice eso volé como 10 metros- Minghao negó en forma de reproche.

-No exageres.

-¡Pero si me empujaste!, el te tocó y fue como que hubieras visto a Díos.

-¿Cuanto tiempo estuviste viendo?

-Desde que vi a Jeonghan salir con tu madre hasta cuando Wonwoo se sonrojo por lo que le dijiste.

-¿Qué?

-¿Qué? ¿no sabias que se sonrojo?, que mal observador Mingyu...

el próximo es el último.