Juraría que esta no es la casa de Lolito, no es que hubiera ido mucho a su casa pero más o menos me apaño en su casa. Y si en serio es su casa vaya... Si que la ha cambiado y bastante.
Miro de forma obvia por la ventana y como pensaba, esa no era su casa, no tenía las típicas vistas al mar o estaban sus guardias. Podría afirmar que estábamos en algún bosque lejano de Karmaland ya que no me sonaba y yo suelo conocer bastante bien la mayoría de toda Karmaland, hasta los bosques que son un lugar donde me gusta pasar bastante el tiempo.
—¿Te gusta cariño?—Otra vez con el apodo de cariño, no llegaba a entender porque me trataba de esa forma tan cariñosa o algo. ¿No me quiere torturar?
Solo asiento con la cabeza, hasta que este seguro de que Lolito no me ahora daño yo no haré nada más que darle la razón y hacer lo que él quiera por si acaso pasará algo.
—Este será tu nuevo hogar así que acostúmbrate a el.—Mi boca lo único que llega a formular es un "¿Qué?" Era casi inaudible así que creo que Lolito no lo llegó a escuchar.
—¿Cómo que nuevo hogar?—Pregunte mirándole a sus ojos esmeraldas en busca de alguna respuesta. ¿Acaso no me quería torturar hasta morir? Joder, cuantas preguntas tengo en la cabeza.
—Lo que escuchas cariño, te quedaras aquí.—Mi mente se queda en blanco buscando algo para decirle, ¿por qué?, ¿por qué a mi?, ¿acaso no iba a poder vivir tranquilo?
Antes de que pudiera decir algo Lolito se posicionó en fentre mío y se agachó un poco para que sus labios pudieran casi unirse en un beso. Intente separarme que al ver esta acción Lolito solo puso sus manos en mis caderas dejándome fentre a él.
De repente y sin precio aviso sus labios chocaron con los míos, al principio me quedé quieto por la sorprensa de ese repentino beso pero después intente separarme con todas mis fuerzas cosa que no podía.
Con todo el alboroto de el beso y el esfuerzo de intentar separarme de él me empece a quedar sin aire,sin más remedio para respirar ya que parecía que no se separaría rápido le mordí el labio con poca fuerza en un intento de no enojarle.
Nos separamos de inmediato y Lolito soltó un quejido mientras tocaba con cuidado la parte de su labio con la mordida. Yo también pude degustar el sabor metálico de su sangre en mi boca.
Me empujó contra la pared haciendo que de mi boca saliera una queja de dolor. Una de sus manos se colocó en mi cadera y la otra agarraba firmemente mi cuello haciendo que me pusiera ya bastante nervioso.
—Muy mal cariño, al parecer me tocará educarte ¿no?—Esas palabras me crearon un escalofrío que subió por toda mi columna. Nuevamente me beso pero esta vez Lolito fue el que me dio una mordida.
El dolor fue bastante pero no podía separarme por la pared que tenía detrás mía. Di el quejido en medio del beso cosa que aprovechó para meter su lengua en mi boca indagandola por completo.
Nuestras lenguas chocaron y comenzaron a pelear en busca del control de la situación cosa que quedó en un empate por la falta de aire que nos obligó a separarnos.
Las manos de Lolito se pusieron en mis muslos y cuando menos me lo esperaba me subió al aire haciendo que mis piernas se enrollaran en sus caderas, en ese momento lo único que me sujetaba era la pared y él.
—¡Su-Sueltame!—Exclame en un tartamudeo que al menos fue entendible para Lolito haciendo reír.
—¿Seguro?—Pregunto levantando una ceja y soltando uno de mis muslos haciendo que yo casi me caiga si no fuera porque Lolito puso de nuevo su mano en el mismo lugar.
Mi respiración era irregular en ese momento y a decir verdad si me iba a soltar de esa manera prefiero que siguiera besandome.
Lolito soltó repentinamente mis dos muslos dejándome caer, lo único que me salvó fueron sus manos que se colocaron con fuerza nuevamente en mis caderas dejándome en el suelo con delicadeza.
—¿No me darás las gracias por no dejarte caer sin más?—Pregunto sarcásticamente mientras yo respiraba de forma irregular.
—Gracias.—Murmure para mi mismo más que para él.
—Aunque aún no he terminado de educarte para que no me muerdas lo dejaré pasar por esta vez y te llevaré a tu habitación.—Suspire aliviado y dándole gracias de nuevo mentalmente por dejarme ir, aunque sea a mi nueva habitación, no quería que me besara más.
Lo seguí sin más al ver como Lolito se aventuraba por un pasillo no muy estrecho, en medio del pasillo a la derecha había una puerta de madera y al final otra puerta del mismo material la cual abrió con normalidad.
Detrás de aquella puerta había una habitación bastante espaciosa, una cama de matrimonio se encontraba en medio de todo y a sus dos lados unas mesitas de noche con una lámpara cada una. Me senté con cuidado en la cama y mire a Lolito.
—Te encerrare aquí para que no escapes pero vendré de vez en cuando para verte y traerte comida.—Yo solo asentí obediente y cuando veía que Lolito se iba a marchar de la habitación me acerque casi corriendo para que me prestará atención atención.
—¿Qué ocurre cariño?—Pregunto lanzandome una sonrisa tierna en cierto modo, mire hacia abajo y me prepare para preguntar.
—¿Para qué me quieres aquí?—Me quedé callado y lo mire a los ojos de una vez por todas, al principio su cara de era de confución pero después me soltó una sonrisa que me hizo tranquilizar un poco.
—Yo te quiero a ti cariño.—Me quedé sin aliento de un momento para otro y sentí unos cosquilleos en mi vientre bajo al igual que mis mejillas más calientes. Lolito solo acarició mi cabeza con gentileza y me desató las muñecas teniendo nuevamente la libertad. Pensé en empujarlo y irme corriendo pero me beso rápidamente la fentre dejándome un sonrojo notorio.
Río un poco al ver mi reacción y se marcho de la habitación, cerrando la puerta del pasillo con llave y dejarme totalmente solo.
ESTÁS LEYENDO
Go to hell; luzulito
RomanceEn donde Luzu se emborracha en una fiesta y lo acaban secuestrando. •Historia basada en la serie de Karmaland. •Los personajes no me pertenecen. •Incluye escenas de violencia y sexo (mejor dicho violación) •Ship principal; Luzulito. Ships secund...