Go to hell; luzulito

luzu;

No podría creer que estuviese durmiendo con Lolito, esto era algo impensable para mi pero aquí estoy, en la misma cama que Lolito. Él tenia su cara en mi cuello mientras se aferraba a mi sin mucha fuerza agarrando mi cadera.

Aunque estuviese durmiendo eso no quitaba mi miedo de que él me tocase o algo así, de que se despertara y me intentara violar o lago parecido. Era un miedo constante que tenia y no me dejaba conciliar sueño en ningún momento, ni si quiera era capaz de cerrar los ojos por mucho tiempo. Y la respiración de Lolito en mi cuello no ayudaba, me ponía más nervioso dándome escalofríos a menudo.

A veces involuntariamente acariciaba mi cadera, al principio me daba más que miedo y me sorprendía su acto pero con el paso de las horas me acostumbre y en algunas ocasiones me llega a relajar bastante sus caricias, puede que estuviese enfermo por gustarme ese acto viniendo de mi secuestrador.

Tenía hambre y me rugia el estómago, no había comido en todo el día, ¿La puerta estaría abierta? Seguramente no ya que no creía que Lolito se le hubiese olvidado cerrar la puerta pero es que no había escuchado aquel click que sonaba cuando la puerta se cerraba con llave.

Me levante de la cama cuidadosamente para no despertar a Lolito y que no me pillase. Me rugío de nuevo el estomago así que me apresure de forma silenciosa para intentar abrir la puerta y... Se abrió, ¿en serio? Esto es absurdo pero no me quejo.

Solo salí y cerré la puerta intentando que no resonara el ruido. Sabía más o menos como era esa casa, bueno, mejor dicho la sala de estar y la entrada de la cocina pero nada más.

Mire a todos lados, observando con delicadeza el lugar hasta que un escalofrió recorrió mi cuerpo, un dolor que paso cerca de mis muslos y que tuve que tapar mi boca para no sacar ninguna tipo de gemido o grito. Me di la vuelta rojo como un tomate y detrás mía estaba Lolito con una sonrisa lujuriosa, él había depositado una nalgada en mi trasero.

—¡¿Q-Qué crees que hace?! —Lolito solo río y se acercó a mi a lo cual yo solo me aleje, tengo que admitirlo, Lolito me da una sensación de terror que nadie me provocaba excepto algunos mobs más que fuertes que merodeaban en la noche.

—¿Y tu que crees que haces aquí fuera?—Pregunto dejándome en blanco totalmente hasta que tope mi espalda con una de las paredes de la casa y Lolito me acorralo contra ella, podía sentir mi cara ardiendo al igual que lo labio tiritando.

Entonces tuve una idea, fingir. Fingir sumisión ante él y así tener más posibilidades de salir de una vez por todas. Me daría asco a mi mismo hacerlo y lo sé, pero es la única manera de salir de aquí, solo debo de dejar que Lolito confíe en mi con una actitud sumisa y puede que la salida no este tan lejos.

Estoy decidido ha hacerlo, aunque mi orgullo se rompa y no vuelva nunca. Baje mi cabeza y mire al suelo mientras entrelazada mis manos jugando con ellas y, reteniendo todo el asco y el orgullo, susurre un "Perdón..."

Lolito solo suspiro al respecto y beso gentilmente mi frente para después bajar y besar mis labios. No me quedo más que corresponder para llevar a cabo mi forma de escape así que solo lo seguí.

Cuando Lolito quiso meter su lengua en mi boca yo accedí a abrirla y dejarle vía libre, me sentía asqueroso, como la mayor mierda pero solo tendría que aguantar aunque sea unas semanas mínimo.

Nos separamos del beso y acarició mi cabello de una forma tierna, que hasta me llegó a gustar cerrando mis ojos y drisfutandolo unas de las pocas cosas que me gustaban.

—Tengo hambre. —Murmurre mirando a Lolito con sueño, a decir verdad también quería dormir.

—Siéntate en el sofá y pon la tele si quieres, yo haré algo para que comas. —Me sorprendió bastante, ¿tan fácil sería esto? A ver, que no me quejaba para nada pero me sorprendía. Me senté como el dijo y encendí la televisión dejando ver una película que parecía recién comenzar a emitirse.

Escuchaba por detrás los trastos de la cocina moviéndose, mientras tanto yo solo veía la televisión.

Me hubiese comido la comida que Lolito me preparó en primer lugar ya que la carne suele estar mala cuando pasa todo el día a la intemperie así que supongo que ya se habrá puesto mala.

Pase un rato viendo la película, tanto que no me di cuanta cuendo Lolito puso finalmente la cena en la mesa, era también carne de cerdo junto a una ensalada. Pude sentir yo mismo como los ojos se me iluminaban por la comida ya que tenía una pinta maravillosa a decir verdad.

Me puse rápidamente a comer aquel delicioso plato mientras movía involuntariamente mis piernas de delante hacia atrás como si estuviese montado sobre un columpio en constante movimiento.

Acabe de comer y quede más que satisfecho de comer algo por fin, no sabía que Lolito tenía tan buenos dotes de cocina.

—Vamos ya a la cama cariño. —Aquel apodo cariñoso me solía poner de los nervios pero lo omiti por esta vez y lo seguí hasta la habitación, el plato anterior que estaba en la mesita de noche ya no estaba, suponía que Lolito se lo debía de llevar cuando yo estaba viendo esa película.

Lolito se tumbo en la cama y espero para que yo repitiera su acto para apagar la luz de la habitación. Antes de que él pudiese hacer nada yo me acurruque en su pecho dejándolo algo sorpendido pero puso su mano en mi cadera y me acercó más a él.

Era una postura de dormir comoda en cierto punto pero me sentía raro, me sentía bastante mal por estar acurrucado en el pecho de mi secuestrador, ¿quién lo diría?