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Agarre cuidadosamente una de las tres toallas que estaban colgadas en la puerta gracias a un soporte de metal

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Agarre cuidadosamente una de las tres toallas que estaban colgadas en la puerta gracias a un soporte de metal.

Era una toalla blanca completamente limpia al igual que las otras dos que estaban en perfecto estado, hasta el olor era delicioso, parecido a la esencia de jazmín que me relajada fácilmente mis nervios pero no mi sentimiento de culpa por todo lo ocurrido anteriormente.

Me seque el cabello en primer lugar antes de enrollarme la toalla en mi cintura para ir cuidadosamente a "mi" habitación, ya que supongo que aquí será donde me quedaría.

Abrí el armario con incertidumbre de si pudiese haber ropa lo cual si fue, el armario estaba lleno de ropa más o menos de mi estilo, o lo que se puede considerar estilo... ¿Vestirte con sudaderas y vaqueros es un estilo?

Agarro algo básico que suponía que a Lolito no le molestaría que se pusiera, unos shorts negros y una camiseta blanca totalmente lisa.

Era obvio que tenía miedo de que Lolito se molestara conmigo, después de lo que ocurrió que casi me viola y después su frase de "Comete toda la comida, yo ya me iré. Si no te lo comes me enfadarse, y no me quieres ver enfadado." No sabía a que punto podía llegar Lolito si se enfadada de alguna manera, ¿me pegaría? Lo veo capaz de hacerlo.

¿Pero que me pasa? Me acojono porque Lolito me manoseo y en vez de sentir furia y odio hacia Lolito le tengo miedo y comienzo a pensar como un jodido sumiso para que él no se enfadase conmigo. ¡Yo debería enfadarme con él! Después de todo no debería estar aquí sintiéndome culpable de sus actos deplorables, debería estar encontrando alguna salida.

Mire a la comida y solo aparte la mirada, tenía hambre pero eso me llegaría a ver como que haría lo que Lolito quisiera y eso no sería de esa manera.

Ahora me daba igual si me estaba muriendo de hambre, no haría lo que Lolito me pidiese. Era más bien por orgullo y se que en algún momento solo me rendire pero aquí habrá que ver si mis ganas de comer son más fuertes o mi orgullo. En estos instantes están empatados.

Me siento en la cama e intento no mirar el plato, se ve delicioso a decir verdad pero tenía que resistir. Nunca pensaría que estuviera en una guerra contra la comida vaya, nunca me ha pasado.

Observo mi alrededor buscando alguna salida la cual no encuentro. Ahí una ventana cerrada pero parece tener barrotes y ni no sé si contacta con el exterior ya que no entra nada de luz por ella. Me levanto y me dirijo a la ventana para quitar las cortinas blancas y como pensaba, no dan al exterior: dan a una especie de almacén.

Me fijo en que en verdad no hay barrotes, solo esta cerrada y no puedo abrir el cristal pero no se me hará difícil romperla y poder pasar, puede que sea mi oportunidad para salir se aquí pero todo se va a la mierda cuando escucho la puerta del pasillo abrirse.

Estaba con la guardia baja y no note que Lolito había llegado a casa. Me sobresalte y mire para detrás, pude notar la mirada fría de Lolito, no era su típica mirada amorosa que me había estado dando cuando me miraba.

Quité de inmediato mi cara de terror y puse un semblante serio ante Lolito mientras el se acercaba a mi con una expresión que no reflejaba nada, no sabía si estaba enfadado, aburrido, con ganas de matarme o con ganas de matarse.

—Cariño... —Y desafortunadamente supe la respuesta de su expresión, tenía ganas de matarme, o al menos así sonaba su voz que se había vuelto más gruesa y firme en ese estado.

Con cada paso que Lolito daba mi pensamiento de rendirme y retroceder se hacían cada vez más fuertes y con más intensidad.

Tenía el corazón en la garganta que por poco no salía de ahí si no fuera por el reciente nudo que se me había formado justo en ese lugar dificultandome respirar. Es que en serio, estaba cagado de miedo.

—Así que me has desobedecido... —Lolito me encerró entre su cuerpo y la pared, apoyando una de sus manos justo al lado de mi cabeza y la otra posicionándose en mi cabello para acariciarlo lentamente.

Su mirada era la seriedad en persona, juraba que si me seguía mirando así por más tiempo me mataba vaya porque no era ni medio normal las ganas que tenía de salir corriendo de ahí, pero no lo hice, me mantuve con mi seriedad falsa ante él.

Esas caricias en mi cabello se volvieron jalones fuertes que hicieron que yo soltara un quejido por el dolor que eso ocasionaba.

Me intente liberar sin cuidado alguno pero mi cuerpo se paralizó al sentir su pierna derecha justo en mi entrepierna... No quería esto de nuevo, quería que me soltase y me pudiese ir de una puta vez, solo quiero irme o matar a Lolito, una de dos.

Mire de inmediato hacia abajo en señal de derrota instantánea para que me dejara un poco de espacio, mi expresión sería se convirtió en una de terror nuevamente.

Pude sentir que la mano que jalaba de mi cabello se trasladaba a mi cuello y con la misma mirada seca comenzo a apretarlo dejándome poco a poco sin aire.

Lo mire en busca de algo de compasión pero no parecía que iba a parar a menos de yo hiciese algo para intentar aunque sea sobrevivir aquí dentro.

Con mis dos manos comencé a intentar quitar lo que interrumpía en mi respiración de cualquier manera pero solo logre que se moviera un poco dejándome unos segundos para respirar libremente y después apretar me cuello con más fuerza.

Su mano libre la ocupó de una forma en la que puso mis dos manos atrapadas contra la pared blanca dejándome inmovilizado, solo quedaban mis piernas pero me era qm casi imposible usarlas por la falta de aire y el mareo que me provocaba el ahorcamiento.

Con sutileza soltó mis manos y mi cuello dejándome caer libremente en el suelo frío mientras jadeaba en busca de algo de aire en mis pulmones nuevamente que poco a poco fue consiguiendo hasta que Lolito agarro con fuerza mi mentón mirándome seriamente.

Mi plan de no mostrarme débil ante Lolito había fracasado por completo pero era obvio que no quería ser un maldito sumiso que haría todo lo que a él se le antojase.

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Go to hell; luzulitoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora