¡Osito! | NamJin

4.-Biblioteca

— 💙 ¡ O S I T O ! 💙 —

La clase de quimica comenzó, y dios como odiaba esa materia, tantas fórmulas, elementos, reacciones, lo volvían loco.

—por favor que alguien me aniquile— rogó casi muriendo del aburrimiento dejando caer tpdp su torso sobre su mesita.

Sin duda química era su tortura, solto un pequeño resoplido y giro levemente su rostro, vió al lindo moreno leyendo, nuevamente. Al parecer le encantaban los libros, pues es lo unico que lo veia hacer.

Además, ¿Donde carajos se metía en los descanso?. Fruncio el ceño molestó consigo, quería acercarse a su osito, ¿pero cómo?.

Regreso su vista a la libreta y con un su lápiz empezó a realizar la fórmula para balancearla. Aún que trataba de poner su atención en su trabajo su mente pensaba en los lugares posibles y las formas en las que se podria acercar al lindo koalita.

Hasta que su mente conectó todos los puntos. Que habia recolectado durante su espionaje al moreno.

Solitario
Lectura
Libros
Silencio
Inteligente
Lentes

Biblioteca....

Por supuesto, ¿como no pensó en eso antes? Ya con su gran descubrimiento, pudo poner por fin atención.

El segundo descanso llego, el moreno salió primero del salón y el estaba dispuesto a seguirlo, hasta que divisó a su hermano esperándolo recargado en los casilleros, ya que esa clase no la compartían.

—vamos—dijo de inmediato empezando a caminar  rumbo a la cafetería.

Jin resignado lo siguió, caminaron con las miradas de todos encima de ellos, obvio todos ya sabían el tipo de relación de ambos castaños.

El castaño menor (Jin), iba con la mirada agachada, pensando en el pelinegro, alias 'osito', Namjoon se veía tan apachurrable, adorable, tierno y ni que decir de sus mejillas.

Suspiro, pero de inmediato un grito lo obligo a levantar la cabeza en alerta.

—¡¡Creí a verté dicho que no te quería ver por aqui!!— seokjin sintió rabia , estaba dispuesto a golpear a ese estúpido lee Jae hwae.

Dio un paso pero enseguida su hermano lo detuvo.

—sueltame Tae— exijo.

—dejalo Jin, no vale la pena, es un nerd— hablo desinteresado, y lo arrastró a su mesa con sus amigos.

Jin miro por último a su koalita, cómo este abandonaba la cafetería con la mirada gacha y su corazón se contrajo.

—jin—llamo Tae, y una vez que Nam ya no estába a la vista le prestó atención.

—¿Si?.

—come—y así lo hizo, se apresuró a comer, tenía algo importante  que hacer.

Una vez termino dejo su charola y se despidió de su hermano y sus amigos.

Camino y fue directo a la biblioteca.

Pero no había nadie, suspiro frustrado. Estaba dispuesto a irse hasta que un golpe lo detuvo, caminó por dónde creyó provenía el ruido.

Era al final de la biblioteca en un rincón, un espacio que era rodeado por 4 estantes de libros simulando un pequeño cuarto privado, y los estantes simulando las paredes.

Y ahí lo vio, con los ojitos cristalizados.

Sin encambio Namjoon quería llorar por impotencia, quería moler a golpes a Lee, y no por lo que pensaba el castaño.

Llevo su vista al techo, y paso su mano por su rostro tratando de calmarse.

—si vienes a burlarte puedes irte — hablo con un nudo en la garganta, ya no quería más humillación.

No tener a alguien que lo reconfortara era duro, ¿pero que culpa tenían él de ser tímido al intentar socializar?. Él no tenía la culpa de que sus temas de conversación y que sus intereses fueran diferentes al resto, el no tenía la culpa de su apariencia.

Desde que Namjoon tenía 7 años, todos los niños se alejaban de el por qué sus ideas eran extrañas, por qué hablaba de algo que los demás no entendía y en lugar de tratar de comprenderlo se alejaban, dejando a un pequeño solo, eso provocó en Nam una gran desconfíansa e inseguridad, y el que criticarán sus aspecto, no ayudaba. Por supuesto no faltaron aquellos que trataron al moreno cómo un objeto, siendo parte de una apuesta y jugando con sus sentimientos. O simplemente haciéndole daño físico.

El año anterior fue una total mierda, tuvo que llegar al hospital y ver el rostro de desesperación y dolor de su madre y hermano para poder enfrentar sus miedos y ser fuerte ante sus agresores.

El castaño camino hacia Namjoon sin saber muy bien que decir. El moreno llevo su vista al joven parado a unos cuantos pasos de el. Mentiría si dijera que no le causó el aceleró de su corazón al ver su bonito rostro y sus labios regordetes que... No, seguramente era como los demás.

Seokjin dejó atrás su nerviosismo y se acercó a Namjoon con una linda sonrisa.

—hola, soy Jin—dijo coqueto y se sentó frente a él.

Su osito frunció el ceño y él se acercó un poco más hasta quedar a centímetros de su rostro.

—¿y tu eres?—a largo la última vocal, mientras seguia con una bonita sonrisa, sin mostrar los dientes causando que sus abultadas mejillas se notarán aún más.

El moreno se sonrojo por la cercanía y por lo lindo que se veia el castaño, estába estupefactado. Y entoces su lado tímido salió a flote. Trataba de formular palabras, pero ninguna se concretaba, y se quedó callado.

El más bajo solo se deleitaba de las facciones del moreno, y suspiraba bajito. Pero un gruñido proveniente de la pansita de su koalita lo saco de su apreciación. ¿No había comido?.

Namjoon solo pudo sonrojarse más de lo que ya estaba, en ningún descanso pudo entrar a la cafetería para poder comprar alimentos.

Jin supuso que era culpa de Lee. Estaba a punto de hablar pero el timbre sonó avisando que deberían de retomar las clases nuevamente, interrumpiendo su momento. Jin se alejó sin querer del moreno pues debía llegar a su clase de historia.

Se levantó del asiento y camino a la salida pero antes, dio Media vuelta mirando al moreno con sus encatadores ojos.

—Nos vemos eh...— lo miro dubitativo, al final suspiro y termino por salir, si le decía que sabía su nombre talvez se asustaría.

Mientras el osito apachurrable agachaba la mirada y sonrojado hasta las orejas, susurro en un hilo de voz.

—soy Namjoon—se tomo de las mejillas sintiendo cómo estás estaban ardiendo por la vergüenza, y en sus labios se formo una sonrisa tímida.

Su pequeño corazón latió apresurado, ¿Por fin tendría un amigo?.

Mientras tanto afuera de la biblioteca un castaño sonreía y daba brinquitos por los pasillos, está vez no le importaba que su profesora de historia fuera una vieja cascarrabias que lo regañara por llegar tarde, por fin le había hablado a su osito aunque solo el haya pronunciado palabras, pero era un avance, y nadie podría opacar su felicidad, también descubrió donde se ocultaba el pelinegro y al parecer la biblioteca se volvería su lugar favorito.

— 💙 ¡ O S I T O ! 💙 —

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