Vamonos de fiesta (IV)

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Narrador omnisciente.

Seulgi salió pitando de la habitación con la única idea de ver a Irene, segura de que la mayor sería posiblemente la más sexy de todas, pero grande fue su sorpresa cuando desde la punta de la escalera teniendo un vista panorámica de todo el salón presenció un beso entre JooHyun y Nayeon.

Si bien sabía que se rumoreaba sobre un supuesto trío entre esas dos y Jennie prefería ignorarlo, los rumoreos en ocaciones no son más que eso, pero este no parecía ser el caso de chismes falsos, sino de una cruda realidad.

Y Kang ya no quería ver más de aquello, pero su piernas se negaban a funcionar, estaba paralizada y nadie notaría su presencia mientras se mantuviera en lo alto de la escalera, por suerte o por desgracia.

Agradecía que su pequeño momento de debilidad fuera ignorado por todas las mujeres en el salón pero su reputación de chica dura estaba a una mirada de ser destruida, sólo había que mirar a los más alto.

Una traviesa lágrima rodó por su mejilla y allí estaba ella, limpiando sus ojos antes de que otras como esa empaparan su rostro, entonces el llanto sería inevitable. Con el dorso de su mano restregó sus ojos, ardían.

Y se encontró preguntadose, ¿porqué lloro?, si hace mucho tiempo le había quedado claro que para Joohyun era simplemente una más, sin nada especial, y lo aceptaba, no tenía problema con ello, porque en su caso Joohyun también era otra más, ¿entonces porqué lloro?, se cuestionó otra vez, y al no encontrar respuesta cerró sus manos en dos puños, frustrada.

Seulgi ya estaba acostumbrada incluso a compartirla, no tenía importancia, con Wendy y con cualquier otro ligue que se consiguiera la mayor, era cuestión de rutina, nada nuevo, ¿entonces que es esto?.

Mentir es sencillo, no es más que hacer una actuación convincente y está hecho, puede mentirle a todos. Pero en mentirse a sí mismo radica el problema, puede convencer al mundo entero incluso pretender que ella piensa lo mismo que les ha hecho creer, pero en el fondo, sabe la verdad, convencerse a sí mismo es casi imposible, ¿estaba ella mintiendose?.

Porque a ella que Irene besara a otra, con esa pasión no le importaba, claro que no, ¿le importaba?, no, no puede ser. Pero entonces volvemos a la misma pregunta, ¿entonces... porqué lloro?.

Limpió otra lágrima de su mejilla rápidamente, justo a tiempo para que nadie la viera, Jeongyeon y Yerin llegaban a su lado en la punta de la escalera, no necesitaba voltear para saber quienes eran, había escuchado sus voces en el pasillo a sus espaldas y posteriormente sus pisadas anticipando su llegada. La mano de la que supuso era Yerin le confirmó que no era un sueño, una pesadilla, no solo ella estaba presenciando aquel beso, entonces surgió la duda, ¿tan mal me veo como para que ella ponga su mano en mi hombro como consuelo? ¿he sido descubierta?.

Sus pensamientos volaron, olvidando por completo el hecho de que ella se sentía lastimada sin saber por que, su confundido corazón era tema aparte, pero no solo ella estaba viendo aquello, y entonces calló, Jeongyeon.

Con los ojos rojos volteó, Jung no dijo nada, Kang caminó hasta estar junto a Yoo y rodeó su cintura con sus brazos, dandole apoyo, la cabeza de Jeongyeon fue a parar a su hombro, y las manos de Seulgi acariciaron su espalda, intentando reconfortarle.

- ¿Estás bien? - preguntó.

- ¿Tu lo estás? - preguntó Jeongyeon de vuelta, levantó la cabeza sacandola de su escondite revelando sus ojos igual o más rojos que los de Kang.

No hicieron falta palabras, estaban de más, sus ojos lo decían todo, a Jeongyeon le dolía, no estaba bien, ver a Nayeon besando a alguien más no era lo mismo que escuchar que lo había hecho, si bien había presenciado uno que otro beso con Mina no se comparaba con esto, y Seulgi, aunque no sabría explicar precisamente porque, se sentía igual.

Una mirada puede decir tantas cosas, desde un "estamos jodidas" hasta el más silencioso grito en el fondo de una pupila dilatada, "bésame". Y así fue, el abrazo ya lo tenían, la cercanía también, solo faltaban sus labios juntos.

Se besaron, por una venganza que ni ellas mismas entendían o tal vez por despecho, era difícil de afrontar, pero la excitación surgió en medio de todo aquello, cuando Yoo mordió el labio inferior de Seulgi ambas gimieron.

Tal vez no podían cambiar lo que sucedía abajo, no podían llegar y reclamar algo que ni siquiera estaban segura de si les correspondía, pero si podían ignorarlo, y ¿qué mejor manera?

Se volvieron a besar, ignorando por completo la presencia de Yerin, que por no ser mal tercio decidió bajar al salón junto al resto.

Tiraron de sus labios inchados entre sus dientes, envolvieron sus lenguas en una danza lenta y demasiado explícita para quien lo viera desde afuera, las manos de Jeongyeon se enredaron en el cabello se Seulgi y las uñas de Kang se enterraron levemente en la cintura de Yoo, jadearon, y se separaron de aquel fogoso beso que surgió de la nada, con respiraciones agitadas y un hilo de saliva uniendo aún sus bocas, pendiendo de ellas.

La idea surgió de inmediato:

- ¿El baño? - propuso Kang.

- El baño. - aceptó Yoo.

Y allí iban, dos corazones destrozados a satisfacer su urgente necesidad de atención, y si no podían tener amor, el sexo siempre sería una buena opción.

Por otro lado YongSun salía de la habitación de Moonbyul con una sonrisa victoriosa y las llaves en mano, modelando por el pasillo llegó hasta la escalera y vió aquella erótica escena, abriendo sus ojos de par en par las observó por un segundo, pero finalmente decidió ignorarlo e ir escaleras abajo.

La mirada de todas, incluso de las que no formaban parte de "las divas" estuvieron sobre ella. Celebraron cuando vieron las llaves entre los dedos de la mayor. Por un segundo Irene elevó la mirada y vió aquel beso, desvió la vista inmediatamente y cuando volvió a alzarla ya no estaban, tal vez fue solo mi imaginación, pensó, pero nuevamente callendo en eso de lo imposible que es mentirse a sí mismo, Irene se estaba mintiendo, sabiendo muy en el fondo que no había sido su imaginación. Las palabras de Sowon la hicieron volver a la realidad: - ¿Nos vamos?

- ¡Vamonos de fiesta!

Con la elegancia y sensualidad que las caracteriza caminaron fuera de la casa, hasta el coche y se acomodaron dentro, un pequeño pitido se escuchó pero lo ignoraron completamente, Nayeon quien conduciría no se fijó en el tablero frente a ella.

Metió las llaves en su sintió y encendió el coche, un sonido infernal se escuchó y lo intentó de nuevo. Nada, otra vez el infernal ruido.

- ¿Seguro que sabes como va esto? - preguntó Jennie.

- Ja ja, si quieres puedes hacerlo tu misma chica lista. - dijo Nayeon volviendo a intentarlo obteniendo exactamente el mismo resultado.

- Vale vale, no te rayes. - dijo Jennie.

Y otra vez, tres, cuatro, cinco intentos y nada. Fruatrada Im golpeó el volante. ¿Es qué no iban a tener ni un poco de suerte aquella noche?

- ¿Este simbolito rojo en el tablero no significará algo? - preguntó Irene, quien iba de copiloto.

Los ojos de Nayeon se fijaron al fin en ese pequeño símbolo que parpadeaba, indicando que definitivamente no era su día de suerte.

- ¿Y bien, que significa? - impaciente preguntó Sowon.

- No hay gasolina. - dijo Nayeon.

Dentro de la casa Moonbyul se maldecía por haber caído en las garras de como recién la había nombrado, esa arpía. Dando vueltas por la habitación pensando en todas las cosas malas que podrían hacerle a su bebé estando esas cinco ebrias.

- ¡MOONBYULYI! - se escuchó desde abajo, pero el grito retumbó por toda la casa, no sabía porque temía si no había hecho nada malo, pero reconocería la voz enfadada de Yong Sun en cualquier sitio, fuera lo que fuera, sabía que estaba muerta.

Como Jihyo supuso al principio de toda esa locura, la tranquilidad duraría poco, y esos gritos solo podrían ser un presagio de un gran desastre.





(Ahora si, ya está, lamento la demora de estos dos últimos capítulos 😧 maldita wifi, un poquito de drama no viene nada mal ahre que después de esto vienen las risas.)

4/4

Mansión idol; Grupos femeninos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora