My phone

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Narrador omnisciente.

Silenciosamente todas habían salido del salón de fiestas, caminando a sus habitaciones o al baño... Yuqi ejem.

Finalmente, después de dos horas, la gran mayoría estaban en el salón, esparcidas entre la alfombra y los grandes sillones.

- Joder, que puta resaca.

Nayeon, quién con un familiar dolor entre sus piernas se había arrastrado desde la habitación de "las divas" hasta el salón junto al resto, protestó.

- Ni lo menciones, creo que nos pasamos con la bebida anoche.

Myoui, tumbada con la cabeza en las piernas de su compatriota Sana, se quejó, sobandose las cienes y dejando que la nipona mayor despeinara más sus cabellos.

- Y que lo digas tu me parece hasta irónico. - Yuna, hecha una bolita en la alfombra del medio, se quejó, dejando escapar al final un grito dramático.

Las japonesas rieron, Sana y Momo chocaron sus palmas, y Jihyo, desde la otra punta de la habitación dijo: - os advertí de lo fuertes que podrían ser esos tragos, pero ni caso.

Por otro lado, en la cocina, una enfadada Yong Sun secaba con una toalla de papel su empapado móvil, con el ceño fruncido intentó encenderlo dándole al botón home una y mil veces, y nada, no respondía, ¿pero cómo podría el pobre después de haber estado toda la noche en el fondo de la piscina?

¿Qué como acabó allí? buena pregunta.

(...) Después de las cuatro de la mañana, cuando el ambiente de la fiesta comenzaba a caer otra vez, a Solar se le ocurrió la fabulosa idea de batirse en duelo con nada más y nada menos que Hirai Momo, quien según la mayor, había sido una descarada al besar a su Moon Byul, y necesitaban combatir por su atención.

Momo, a quien le daba igual y quien sólo quería reírse, motivada por el efecto del alcohol en su cuerpo, propuso una carrera en el agua, y Yong Sun aceptó, levantando su copa de Ginebra y tomando lo que quedaba en ella de un solo sorbo, guió a todas hasta la piscina más pequeña.

- ¡A la carga! - gritó una vez saltó al agua, dándose en la cara al saltar, pero aún así continuó nadando.

Momo a su lado brazeaba torpemente hasta el extremo, tomando largas bocanadas de aire cada vez que sacaba la cabeza.

Solar sintió que el peso en uno de sus bolsillos se hacía nulo, y lo que pensó que era una negra y gran roca perfectamente rectangular calló al fondo de la piscina. Sin embargo ella no dejó de nadar ni un segundo.

- ¡Vamos Moguri! - gritaban Sana y Mina desde el borde de la piscina.

Y Yong Sun, enojada y con más fuerza que nunca, aprovechando la ligereza en su cuerpo gracias a la falta de cosas encima para nadar más rápidamente, llegando al borde antes que la atlética Hirai Momo.

Saliendo de la piscina y una vez con los pies en tierra firme hizo un pequeño baile de victoria, moviendo como quien dice su trasero burlonamente en la cara de Hirai.

- MIRA LO QUE SE AVECINA, A LA VUELTA DE LA ESQUINA, VIENE SOLAR RUMBEANDO. - cantó. (...)

- ¿Me dejas ayudarte? - Moonbyul, se acercaba a ella desde atrás, pasando sus manos por los tensos hombros de la mayor.

Yong Sun, con un brusco movimiento se quitó las manos de la menor de encima.

- No estoy de humor Byul Yi, no ahora. - Yong Sun, seguís pulsando el botón home sin cansancio. Dejó el móvil sobre la encimera de la cocina por un segundo y se tomó el puente de la nariz entre el pulgar y el índice, dejando escapar un bufido.

Moon, más que acostumbrada a ese tipo de comportamientos por parte de la líder de su grupo, alzó una ceja, y dejó escapar un suspiro cansado. Esperaba que desde su reciente ¿relación? las cosas cambiaran un poco, pero aparentemente las cosas seguían igual, excepto la libertad de besar a la mayor.

Sin embargo, Byul decidió intentarlo de nuevo. Puso sus manos en los hombros de su contraria otra vez, masajeó estos y está vez no fue apartada. Dando un vistazo al rededor, Moon se aseguró de que no hubiera alguien más que ellas dos, y en efecto, sólo ellas. Entonces dejó un suave beso en el cuello de Sun, otro en su hombro derecho, y otro en su mejilla.

Moonbyul sintió que los hombros bajo sus palmas perdieron un poco de tensión, el cuerpo de su contraria se iba relajando poco a poco. Puso sus manos en la cintura de Solar, y la hizo voltear, la mayor no opuso resistencia, quedando frente a frente finalmente. Los ojos de Yong Sun estaban fijos en el pecho de Moon, y las comisuras de sus labios estaban hacia abajo, formando una triste mueca.

Moonbyul tomo su mentón y la hizo mirarla a los ojos, dedicándole una pequeña sonrisita cuando estos se encontraron entre sí. Entonces se inclinó para besar su frente.

- My phone... - dijo Yong Sun, con un tono decaído.

- Lo arreglaremos, confia en mi.

- ¿Crees que podamos arreglarlo? - Solar levantó la mano en la que llevaba el móvil, viendo la pantalla en negro con tristeza.

- Déjame ver. - Moonbyul tomo el móvil de sus manos y lo miró, intentó lo mismo que Yong Sun y nada, la mueca en los labios de la mayor no se iba, y entonces, un bombillito se encendió en la cabeza de la menor - ¡Ya se! - gritó, asustando un pelín a Sun.

- ¿Qué idea has tenido? - Solar preguntó, curiosa.

- Ya verás. - entonces comenzó a moverse por la cocina, buscando la bolsa de arroz en los estantes, y una vez la encontró, no tardó un segundo en meter el móvil dentro.

Yong Sun entendió su idea, y emocionada, creyendo que funcionaría, besó los labios de la menor agradecida, formando una preciosa sonrisa en estos, y Moon, estaba encantada de verla.

...

Horas más tarde, cuando fue el turno de ¿quién? de Momo, de cocinar, el móvil de Yong Sun estaba dentro de una de las cacerolas, mientras el arroz se cocinaba, cocinandose también.

Cuando la cena fue servida, y Yong Sun miró su plato, horrorizada y con ganas de asesinar gritó: - ¡MY PHONE!

Y Moonbyul, quien regresaba de la cocina, llevando la carne en una gran cacerola, la dejó caer, haciendo un gran estruendo y finalmente golpeó su frente, y por lo bajo dijo: - mierda.

(Bueno bueno, he vuelto.)

Mansión idol; Grupos femeninos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora