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— ¡Carmen!— muerdo mis labios y alzó la mirada al cielo, Diosito sálvame, me hago la loca mientras sigo limpiando el mesón del mostrador.

— ¡Carmen!— otra vez resuena el grito, ¡me va a matar!, siento una presencia a mis espaldas y trago saliva, allí te voy Diosito, me doy la vuelta lentamente mostrando mi mejor sonrisa.

— ¡Laura!, amiga como estas de bella, ¿qué te hiciste hoy?— parpadeo mirándola con inocencia mientras que ella tiene ambas manos en su cintura mirándome enojada.

¿El porqué de su enojo?, pues verán, después de los dos intentos de suicidios que tuve por bruta.
<< ¡Por fin aceptas ser bruta!>>
Cállese Marta
<<cillisi Mirti>>

Ignórenla, y como les decía, después de todo eso llame a Laura la cual venía saliendo de la universidad, ya que como les había dicho tenemos distintos horarios. Ella se preocupó mucho cuando le conté lo que me paso, claro está que después se burló de mi como si no hubiese un mañana.

El enojo de Laura se basa en que... ¿recuerdan que dije que tenía planes de ver películas, comer y dormir?, pues se me había olvidado que Laura también se quedaría conmigo, y no le avise el cambio de planes, en mi defensa diré que se me olvido.

<<Con ese golpe que te diste mínimo quedaste más pendeja, pero que se le puede hacer, así nos tocó aguantarte>>

¿No han sentido como ganas  de matar conciencias?, porque justo ahora quiero matar una, no voy a decir que se llama Marta.

<<¡Sin mí no eres nada!>>
Ñiñiñiñiñi
<<Infantil>>
Infintil

— ¡Carmen, te estoy hablando!— el grito de Laura me saca de mis pensamientos y le doy una pequeña sonrisa — ¿Que hare contigo?, ¡me hiciste cancelar mi cita para nada!

—Yo no dije que la cancelaras— ¡diablos!, cavé mi tumba, el rostro de Laura se pone rojo, ¿ya les había dicho que mi amiga es de tez blanca?, porque si, lo es.

<<No les has dicho nada de Laura, excepto que es tu amiga y compañera de trabajo>>
Que desconsiderada yo
<<Mucho y hasta pendeja eres e ingrata>>
¡No me insultes!

— ¡Mas te vale que corras Carmen Gómez, porque si te agarro estás muerta!— ¿Patitas pa que las quiero?, emprendo carrera por todo el local mientras la loca de Laura me persigue, lo bueno es que está vacío y no hay nadie.

— ¡Te voy a matar!— el grito de Laura hace que corra aún más rápido, ¡si antes tenía miedo, ahora tengo pánico!

— ¡Te amo!, ¡matar es malo!— grito agitada sin dejar de correr, estamos dando vueltas en círculos. Antes de que ella pueda decir algo más el teléfono suena, haciendo que ambas nos detengamos.

— ¿Si contesto no me matas?— miro a Laura, ella suspira y alza la mirada al cielo para luego mirarme.

—No te matare, contesta, y tráeme agua— al decir agua suelta una carcajada, mínimo se acordó lo que le conté de la pastilla. Soltando un suspiro voy por el agua de Laura, al volver la veo hablando por teléfono, ¡Shit!, se me olvidó que estaba sonando.

<<¿Que hice para merecer ser tu conciencia?>>
Lo mismo me pregunto Marta querida

—Tienes un pedido— la voz de Laura me devuelve a la realidad —Gracias— dice al quitarme de las manos el vaso de agua.

—Como te decía pedazo de loca, ve a entregar una pizza de jamón y queso, aquí está la dirección— me entrega una nota y bufo, que pereza.

—Ve que yo cuido el local— vuelve a decir, Laura es un amor, la abrazo y dejo muchos besos en su rostro, a lo cual ella me aparta y rie.

—Ya vete, vete, chu,chu— le saco la lengua y suelto una risa, tengo una pizza que entregar.

**************

— ¡Cuidado!— cierro los ojos con fuerza preparándome para recibir el impacto, el cual llega momentos después, ¡diablos!, un quejido me hace abrir los ojos. Debajo de mí se encuentra un chico el cual llevaba una caja de pizza a quien sabe dónde, la caja está abierta y la pizza tirada en el suelo, oh Dios.

— ¡Lo siento, lo siento, lo siento!— repito una y mil veces más, el chico se ve molesto, ¿y es que como no estarlo?, si lo mande al piso y le hice echar a perder su pedido, yo por lo menos logre salvar el mío.

— ¡Hazte responsable de las consecuencias!— el grito del chico hace que muerda mis labios preocupada —¡Quítate de encima!— exclama, rápidamente me levanto cuidando no tirar la pizza que llevo.

—Dígame a quien la llevaba y le llevaré la mía, ¡hasta le voy a pagar a usted lo que vale!— propuse sin pensarlo, pensé que iba a decir que no, pero accedió, ¿¡ahora que hacia yo con el pedido que debía entregar!?, ni modo.

Después de haberme dado la dirección del lugar al cual tenía que entregar la pizza y de haberle yo pagado, emprendí camino hacia el edificio que me indico el chico aquel, al llegar entre de una vez a buscar el apartamento y al encontrarlo suspire profundamente antes de tocar.

*******************

Suelto un suspiro de alivio mientras me alejo del apartamento, el chico se lo tomó bien, ahora el problema era, ¿de dónde sacaría yo otra pizza?, saco mi celular y le mando un mensaje a Laura diciéndole que necesito urgente otra pizza.

Minutos después ella me responde diciendo que ya mando mi pedido, ¿pero cómo es que...?, nah olvídenlo, mínimo ella supo que algún accidente tendría, una enorme sonrisa se plasma en mi rostro, ¡Laura es lo máximo!

Estando ya más relajada, emprendo de nuevo mi camino hacia la pizzería en la bicicleta, con ella fue que arrolle al chico anterior, ¡no pude frenar a tiempo!, en fin, ya está oscureciendo, estoy cansada tengo hambre y Laura, mínimo todavía quiere matarme.

<< ¿Para qué querer matarte?, tu solita te matas>>

Ruedo los ojos ante el comentario de Marta, aunque sé que tiene razón. Ahora que recuerdo, no les he contado ni un poco sobre Laura, ¿qué quieren saber?

<< ¡Obvio que todo!>>
¡No es tan obvio!
<<Si, si como digas, solo cuenta>>

Suspiro, bendita Marta; ya les conté el cómo conocí a Laura ¿no?, ella tiene la misma edad que yo, es pelinegra, cada fin de mes se va a Cancún a visitar a su familia con los que tiene una hermosa relación, estudia contabilidad y finanzas, y ya no sé qué más decirles de ella.

<<Que no está loca como tú>>
Eso lo notan sin que lo diga
<< ¿Entonces aceptas estar loca?>>
¡No acepto nada!
<<Pero lo estas>>

Ruedo los ojos y suspiro, ya llegue de nuevo a la pizzería, estoy cansada de darle pedal a la bicicleta.

—Quiero saber con detalles qué fue lo que pasó— es lo que dice Laura tan pronto me ve, suelto una risa y entró con ella al local.

++++++++++

Y empiezan las dedicaciones de los capitulos, ¡Yeiiii!

Una historia con sabor a pizza (Borrador)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora