Juntos

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Ayer luego de contarle a Laura lo que me paso cuando iba a entregar la pizza y que ella se riera un buen rato, estuvimos atendiendo en la pizzería, menos mal se le olvidó que quería matarme. Dos horas después nos fuimos juntas a casa, en donde cada una fue a su apartamento a descansar.

En la mañana al levantarme y organizarme para ir a la pizzería, Laura no estaba en su apartamento y tampoco me contesto el celular, fue un poco raro pero supuse que debería estar en el hospital, últimamente permanece mucho tiempo allí, espero que este bien.

Ahora estoy aquí, junto a Thiago que resultó ser el chico con el cual me he topado más de dos veces ya, cuando salí de la pizzería y vi que una chica lo besaba pensé que el solo había bromeado al decirme que había entrado solo para hablarme y ese tipo de cosas, ya luego cuando hizo todo ese show me di cuenta de que en realidad el no conocía a la chica aquella.

Volviendo a la actualidad, justo ahora estamos sentados en una cafetería, desde que llegamos ninguno de los dos ha dicho algo, no voy a negar que es muy atractivo, pero lo que más me llama la atención es cuando sus mejillas adquieren ese tono rojizo, ¡es adorable!, mi mirada se posa en él, puedo notar que está nervioso.

— ¿Y...qué edad tienes?— digo rompiendo el silencio, el me mira apenado y me da una tímida sonrisa.

—20, y... ¿tú?— abro mi boca sorprendida, ¡es dos años menor que yo!, muerdo mis labios y suspiro.

—Uhm, tengo 22— suelto una risa al ver su cara de asombro.

<<Estas demasiado vieja para él>>
Ya decía yo que no habías hecho alguno de tus comentarios

<<Awww, me extrañabas ya se>>
Si, si, mejor vete chu, no arruines mi cita
<<Tonta, no la embarres que esta buenísimo el chico>>

—T-te— carraspea y mi atención vuelve a él —Te ves más joven— al terminar de decir aquello veo el pequeño rubor y no puedo evitar reír, me causa mucha ternura.

—Gracias— es lo único que digo y procedo a mirarlo, ¿ya dije que es muy guapo?

—Cuéntame de ti— lo escucho decir, lo miro fijamente, ¿será confiable? —L-lo haré yo primero si quieres— vuelve a decir al ver que no digo nada.

—Me parece bien, no me tomes a mal, solo que...— achico los ojos mirándolo —No es normal que un chico entre a la pizzería y me diga que solo entro para hablarme y todo eso— al terminar de decir aquello el rostro del chico se pone aún más rojo si es posible, ¿ya dije lo adorable que es?, mientras él se decide a hablar tomo la taza de café y procedo a tomar de su contenido.

—L-lo entiendo y no te preocupes— le sonrió en agradecimiento —Ehm, tengo 20 años, estudio fotografía, vivo solo y ehm...— rasca su cuello nervioso —Desde que te vi me gustaste— lo que dice me toma de sorpresa y provoca que me atragante con el café.

Dejó la taza de café encima de la mesa mientras empiezo a toser escandalosamente, Thiago está paralizado frente a mí y puedo ver como empieza a sudar, se levanta de la silla demasiado rápido tropezando la mesa, acto que ocasiona que las tazas de café se derramen sobre la mesa, ¡ya le pase mi mala suerte al pobre!

— ¡Lo siento, lo siento, lo siento!— lo escucho decir una y mil veces, una vez me calma la tos empiezo a reír como loca, él me mira algo incrédulo pero poco a poco empieza a relajarse y se une a mi risa.

<< ¿De qué se ríen?>>
No se
<<Locos>>

Una vez la risa cesa, me levanto de la silla y lo miro.

—Me tomó por sorpresa lo de que te gusto— esta vez quien se atragantó con su propia saliva fue él, solté una pequeña risa.

—L-lo siento, lo dije sin pensar— amo cuando se pone rojo, le restó importancia y en un impulso pongo una de mis manos en su mejilla.

—No me molesto que lo dijeras, solo...— mi mirada se topa con la de él, tiene la vista fija en mí, y los labios los tiene ligeramente abiertos —quiero saber que de cierto tiene lo que dijiste— termino por decir en un bajo murmuro.

—Es muy cierto— su voz sale ronca pero segura, trago saliva y mi mirada baja a sus labios, ¿qué diablos estoy haciendo?, no lo conozco.

—Oh— es lo único que digo aun mirando sus labios, ¿y si...?, parpadeo y niego dando un paso atrás, ¡fuera impulso de idiotez!

—M-me gustaría conocerte más, sé que...— suspira y pasa una de sus manos por su pelo alborotándolo —no tienes idea de quién soy, ni yo sé quién eres, pero si me das la oportunidad, tal vez...— no lo dejo terminar, pongo un dedo en sus labios y le sonrió.

—Me encantaría conocerte más— no sé si hago bien o si hago mal, pero sor Elena Gómez, una de las monjas que me brindó su apoyo y hasta me dio su apellido me dijo que las mejores cosas se presentan de la forma más loca posible y que debía saber aprovecharlas; no sé si este chico sea algo bueno y vaya a ser algo bueno en mi vida, pero, ¿porque no arriesgarme?

Lo próximo que sentí fueron los brazos de Thiago rodearme en un abrazo — ¡Gracias, gracias!, no vas a arrepentirte— solté una pequeña risa, su actitud tan dulce me empezaba a gustar, le devolví el abrazo con una sonrisa.

******************************

La carcajada que suelto hace que todos volteen a verme, justo ahora Thiago y yo estamos en el parque Washington sentados en una de las bancas, él me estaba contando el cómo fue que choco conmigo aquel día. Limpio las lágrimas que salen de mis ojos, me duele la barriga de tanto reír.

—Fue horrible— dice haciendo un pequeño puchero, se ve adorable.

—Y gracioso— él se encoge de hombros y suelta una pequeña risa aceptándolo.

<<Ahora bésense>>
¡Que no Marta!
<<Tonta>>
Tinti

Marta no dice nada más y yo regreso mi atención a Thiago el cual me mira curioso —Me gustan las muecas raras que haces— ¡diablos!, suelto una pequeña risa avergonzada, y suspiro mirándolo.

— ¿Quieres oír algunas historias graciosas?— él me mira y sus ojos brillan emocionado a lo cual rio.

— ¡Si, si, si!— sonrió.

—Pues empezare contándote cuando me caí intentando saltar cuatro escalones de unas escaleras...—

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¡Hola gente bella!

Perdon por la demoraaaaaa, estuve algo ocupada por lo cual no pude publicar antes pero....
¡Chan, chan, chan!


¡Ya tienen un nuevo capitulooo!
¡Disfrutenlo!


Una historia con sabor a pizza (Borrador)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora