Una historia con sabor a pizza (Borrador)

Intentemoslo

—¡Maldita sea!— agarro la botella de vino y miro la bicicleta, si me monto podría atropellar a alguien y si eso pasa me alcanzaran los perros, ¡al diablo!, agarro la bicicleta y la monto en mi hombro, es pesada. Los ladridos que escuchó detrás de mí hacen que el peso de la bicicleta se esfume, empiezo a correr como si no hubiera un mañana y es que si me agarran los perros no habrá un mañana para mí.

Solo debía comprar la botella de vino y volver, pero claro tenía que detenerme a acariciar un perro, en mi defensa estaba hermoso, además yo que iba a saber que tres perros enormes no permitían que tocaran al perrito.

Sigo corriendo sin parar y veo a Thiago, diablos, si no corre será hombre muerto, —¡Corre!— grito pero el tonto se queda parado mirándome, sé que soy hermosa pero no es momento de admirar mi belleza, al estar cerca de él lo jaló haciendo que corra junto conmigo, virgen maría si me salvas de esta me hago novia de Thiago.

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—¡La cita es hoy!— tapo mis oídos y hago una mueca mirando a Laura.

—Ya lo sé— me tiró de espaldas a la cama mientras muerdo mis labios. La madre de Laura está mucho mejor, aquel día luego de que Thiago se fuera ella y yo nos quedamos hablando, estuvo pregunte y pregunte el cómo conocí a Thiago y tuve que contarle toda la historia, me obligo a decirle lo mucho que me gusta Thiago, no quería decirlo, ella me obligo.

<<Ay si tú, como no>>

Ruedo los ojos e ignoro a Marta, volviendo al tema principal, ese día antes de él irse me pidió una cita, la cual programamos para esta semana, desde que lo vi ha pasado una semana, entre los estudios y el trabajo no he tenido casi tiempo de pensar en él. En ocasiones me llama al celular y hablamos un rato, cada día que pasa me empiezo a sentir aún más atraída hacia él, y como prometí ser su novia si me salvaba de los perros debo de cumplirlo.

Si hoy él no me pide ser su novia lo haré yo, las mujeres también podemos, además seria lindo ver su reacción y sé que dirá que sí. Miro a Laura con una sonrisa, es la mejor amiga que pude haber deseado, ella cree que no lo sé pero ya averigüe la razón por la cual mantiene tanto metida en el hospital, la loca está enamorada de un médico del hospital, estoy esperando a que me cuente.

—Hay que buscarte un vestido, peinarte, maquillarte y...— suelto una pequeña risa al ver lo emocionada que esta Laura con esta cita.

—Tranquila mujer— la miro sonriendo, me levanto de la cama, me dirijo a mi armario y suspiro será un largo día, Laura y yo pedimos este día libre, la excusa de ella es que debía ayudarme, pero sé que se verá con el médico.

—¡Manos a la obra!— exclama Laura empezando a sacar varias prendas de ropa de mi armario, ruedo los ojos riendo y busco algunas joyas mientras ella saquea mi armario.

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—¡Woo!— exclamo y muerdo mis labios, sonrió tímida mirando a Thiago, esta súper guapo, tiene puesto un jean negro rasgado en las rodillas, una camisa blanca manga larga la cual se pega perfectamente a su cuerpo como si fuera una segunda piel, muerdo mis labios, se ve guapísimo.

—Estas hermosa— lo escucho murmurar mientras me observa de pies a cabeza. Laura estuvo todo el día escogiendo la ropa "perfecta", al final nos decidimos por un enterizo de color rojo, el cual se ciñe a mi cuerpo como si fuera una segunda piel, en la espalda tiene un gran escote, y es tapado al frente, es de mangas largas y se me ve hermoso.

—Tú estás aún más guapo— sonrió mirándolo y noto un leve rubor en sus mejillas, ¡Dios!, este chico me encanta.

—¿Vamos?— me ofrece su brazo y sonriendo lo agarro, con nuestros brazos entrelazados nos enfrascamos en una charla en la cual nos preguntamos cómo nos fue en la semana, y mientras hablamos bajamos a buscar un taxi que nos lleve a nuestro destino.

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—¿Solo la pizza y la botella de vino?— miramos al mesero, con una sonrisa.

—Si— decimos al unísono y soltamos una pequeña risa, el mesero, anota nuestro pedido y se retira. Hace algunos minutos llegamos al restaurante, y al parecer ambos estuvimos de acuerdo en pedir una porción de pizza, y un vino para brindar.

—Yo...— mi mirada choca con la de Thiago, se ve un poco nervioso, lo cual hace que yo me sienta nerviosa igual, ¿será que me va a pedir que seamos novios?, oh Dios.

—¿Quieres ser mi novio?— las palabras salen de mis labios por si solas, Thiago se ve demasiado sorprendido, noto que las manos le tiemblan leve.

—¿Estoy soñando?— su pregunta hace que suelte una pequeña sonrisa.

—No, no estas soñando— respondo mirándolo, ya me puse nerviosa, ¿y si me dice que no?

—Entonces...— muerdo mis labios con fuerza, Santa María, madre de Dios, que diga que sí, —Acepto ser tu novio, quiero que lo intentemos— nos quedamos mirando con una tonta sonrisa hasta que el mesero nos interrumpe, deja nuestros pedidos y se marcha.

—Brindemos— digo luego de servir un poco de vino en cada copa, Thiago agarra la de él y yo agarro la mía, alzamos ambas copas y luego de chocarlas procedemos a tomarnos el vino.

—Me gustas demasiado— me atraganto un poco y miro a Thiago sonriendo tímida, me agarro desprevenida lo que dijo. —Desde que chocamos por segunda vez despertaste mi interés y...— observo como sus mejillas adquieren un leve tono rojizo, me gane la lotería con este chico.

Me inclino hacia adelante y pongo una de mis manos en sus mejillas, a lo cual él se queda mirándome sin decir palabra alguna, la forma en la que me mira me hace sentir como una diosa. —También me gustas demasiado— susurro mirándolo, poco a poco nuestros rostros se van acercando, no existe nadie más, solo él y yo, agradezco a Marta que ha estado callado todo este tiempo.

<<¿Me llamabas?>>
¡No!
<<Ya, ya me voy, besuquéate a tu nuevo novio>>

Volviendo a lo que estaba, cuando estamos a tan solo centímetros de chocar nuestros labios y unirlos en un dulce beso, la mano de Thiago hace que una de las copas de vino se caiga lo cual ocasiona que el líquido se derrame encima de la mesa y algunas gotas caigan en mi ropa.

—¡Lo siento, lo siento, lo siento!— suelto una carcajada ante las disculpas de Thiago, quien me mira apenado y avergonzado.

—No te preocupes, esto es normal— me encojo de hombros mientras sigo riendo, segundos después él también se une a mi risa, y mientras ambos reímos las personas a nuestro alrededor nos miran raro.

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Hoy subire los ultimos capitulos de esta historia

Y siiiii
asi mismo, hoy tendran los últimos capitulos que le faltan a esta historia para que llegue a su fin

¡Pero tranquilos!
Tal vez, pero tal vez haya una segunda parte de esta historia.

¿Que dicen?

¿Les gustaria?