Antes de intentar subir me acomode la bata y cerré la puerta del baño con seguro, deje las pantuflas que me pidieron que me coloque afuera y como loca me subí como sea, no sé muy bien, creo que fue la adrenalina, pero lo logré. Me volví a acomodar y camine hasta un lugar donde paraban los taxis. Subí al primero que me dijo que sí me llevaría, estábamos muy lejos del campus.
— ¿Podría prestarme su celular? Me robaron el mío y necesito hacer una llamada—
El taxista asiente y me alcanza su celular. Marco a Marissa, que me contesta casi de inmediato.
— ¿Aló, quién habla?-
Dice desde la línea
— Soy Natalia—
Escuchó un suspiro
— Escúchenme estoy lejos y en un taxi, voy en camino, necesito dinero—
El taxista me mira entre riendo por el retrovisor
— Claro, ¿Cuánto será?—
El taxista dice noventa dólares
— Dice noventa—
Ella suspira
— Está bien supongo que están muy lejos—
— Sí, estamos cruzando la carretera—
Me estiro sobre el asiento—
¿Cuanto tiempo me fui?
— Dos días, ¿Dónde estuviste?—
Miro el taxista y suspiro
— Cuando llegue te digo—
Empiezo a ver por el parabrisas que el conductor va más rápido
— ¿Qué pasa, señor?
— Estoy escuchando en la radio en vivo que un lobo gigante, está atravesando y destruyendo carros por esta carretera—
Mi corazón se siente como una bomba y empiezo a sentirme nerviosa
— Sé que es estúpido, pero ¿puede ir más rápido?—
Miro hacia atrás y siento que estoy a punto de sufrir un ataque cardíaco, un lobo de metro y medio, a cuatro patas, viene hacia nosotros
— ¡Señor!
— Creo que es tarde para eso—
Escucho que mi amiga dice algo por el teléfono, pero mi mente está con el lobo gigante fuera del auto, que empieza a golpear el auto desde mi puerta de copiloto, el señor se quita el cinturón
— ¡Me largo!—
Sale del auto corriendo.
Dejándome con el lobo gigante y cuando trato de hacer lo mismo, él sube por el lado de píloro y se transforma en un hombre hermoso, explotando mi mundo.
— ¿Qué eres?—
Él me mira sonriente y maneja el carro para el lado contrario hasta que puedo sentir que esto no tiene sentido
— ¡No me lleves!—
Él cierra las puertas con el control del piloto.
— Mejor duerme, Natalia—
Saca un pañuelo, veo polvos lilas en ese pañuelo que sopla y sin querer lo aspiró. Los brazos de Morfeo me arrastran al mundo de los sueños.
— Uhmm—
Me estiro, la verdad no quisiera abandonar esta cama jamás, es realmente cómoda, siento como alguien me acaricia la mejilla regresandome los sentidos, abro los ojos y veo a ese hombre guapo de ayer
— Ya es hora de despertar, bella durmiente—
Dice alejándose a abrir las cortinas de lo que viene siendo la habitación más glamourosa que he visto jamás.
— ¿Qué es este lugar?—
Dije asustada y levantándome en posición de ataque, él me mira y ríe.
— Te derribaría muy rápido, nena—
Dice señalando unos jeans y una camisa de chico
— Dudo que esa camisa me entre—
Digo señalando lo ancho que es mi pecho y él se muerde el labio.
— ¿Qué hago aquí?—

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Can't take my eyes of you
WerewolfNatalia Morgan es una chica simple y estudiosa que es vendida al alfa ¡Por accidente! Autor: Minerva. V