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Me recuesto de lado sobre mi cama, son las seis de la noche, hora de llamar a mamá. Levanto mi teléfono y marcó el número de mi casa.

— Aló, ¿mamá?— 

Digo con la esperanza de que no conteste, no es que no la quiera, pero quisiera no tener esta conversación todos los días.

— Hija, ¿Cómo estás?— 

Inconscientemente sonrió casi nunca pregunta eso, pero cuando iba a contestar ella me interrumpe

— ¿Estás bien de notas?—

 Mi sonrisa se ve aplastada por la presión que mi mamá me pone

— Hija, por favor recuerda que la universidad es cara

— Sí, mamá, me estoy esforzando— 

Me interrumpe cuando iba a explicarle de mis notas

— ¿Pero te está dando frutos, no?—

 Dice como cuando me iba a pegar por bajas notas, y automáticamente, asiento asustada.

— Sí, mamá—

 Digo casi susurrando.

— Me pregunto cómo es que todas tus hermanas obtuvieron becas en países importantes y tú...—

 Se interrumpe a sí misma y carraspea

— Bueno, siempre fuiste más lenta

Mi mente viaja al momento en que recibí la notificación de la universidad de mis sueños en Francia y mamá dijo: ¨Hija, no sabes lo orgullosa que estoy de ti, pero no sabes cuánto me arrepentí de mandar a Irena al extranjero, la extraño muchisimo y desearía haberla podido retener, quedate, pagaré la universidad que sea¨ Mis lágrimas caen sin parar y carraspeo aclarando mi voz

— Mamá debo ir a reunirme con un par de compañeros por un trabajo, te dejo adiós— 

Antes de colgar escucho un ¨Estudia duro¨. Me echó a llorar en mi cama, suena mi alarma de las siete, me doy una ducha y mis ojos se ven mucho mejor.

Me echó en mi cama y dejándome llevar por los brazos de Morfeo...Mi mirada se posa en mi despertador que coloque a las 7:00 a.m. son las nueve de la noche y estoy siendo arrastrada por mis mejores amigas a una fiesta, la realidad no es que me lleven porque saben que cuando llego me suelto, si no es que quieren a alguien que las traiga de vuelta.

Mi ropa de ¨discoteca¨ es un poco sosa en comparación del vestido apretado de Marissa o el conjunto escotado y de redes que lleva Mérida, mi camisa más llamativa y unos jeans.

— Parece que vas a la biblioteca— 

Dice Mérida y arrugó la nariz—

 Es la verdad, querida

— Recuerden que voy por ustedes no porque me guste ir— 

Me quejo y al salir recojo mi casaca de calle

— ¿Nos vamos o nos quedamos?

— La ley de entre más rápido salimos, más rápido regresamos—

 Dice Marissa como una amenaza

— Solo cumple con las compras del mes— 

Ruedo los ojos y asiento, viéndolas maquillarse.

Salimos media hora después, llegamos a una discoteca que me da mala espina, hay una larga fila de hombres grandes esperando entrar y cuando me iba a formar, mis amigas me jalan.

— No hagas la fila, Nat— 

Miro a Marissa muy sorprendida, ella es la primera que se le da por defender los derechos de la gente

— Es lady's night, podemos entrar sin hacer fila.

Nos dirigimos a la puerta del local con las voces de los hombres diciendonos cosas asquerosas y mis amigas ríen, mientras, yo me estremezco del miedo de lo que nos dicen.

— No te lo tomes a mal—

 Mi cara debe ser un poema

— Son cumplidos

— Lo que digas, Mari

Llegamos al inicio de la fila y escuchamos cómo los hombres gritan que es injusto, pero mis amigas no me dejan razonar con el gorila de la puerta, solo me hacen entrar.

— O sea que ¿hoy habrá más chicas para los depredadores que llegaron primero?—

 Mis amigas niegan ladeando la cabeza.

— Tal vez para Marissa, pero yo solo quiero beber—

 Dice Mérida dirigiéndose a la barra

— Mér, mira allá- 

Dice Mari señalando a un grupo de chicos

— ¡Son de nuestra secu! ¿Vamos?—

Mér asiente y se va hacia ellos sin voltear

—Solo estaremos un momento, luego estaremos contigo, ¿Okey, Nat?—

 Asiento y se va sin voltear, dejándome sola en la barra.

— ¿Ya sabes que pedir, nena?— 

Dice el barman es guapo, pero no estoy interesada, niego sonriendo

— ¿Agua?—

 Arrugó la nariz, asiento y él, ríe

— ¿En serio viniste a una discoteca a beber agua?— 

Me pregunta y miro a mis amigas sentándose con sus amigos y divirtiéndose.

— Eso parece— 

Digo resignada y el barman me sirve el vaso con agua. Juego con el vaso un rato y luego me lo tomo, como dije no estoy interesada en el barman y saco mi celular juego con él, empiezo a sentirme algo cansada y duermo sobre la barra...

Me despierto por la luz de un gran reflector, dolores en mis muñecas y talones, el frío pasea por mi cuerpo... Me despierta los sentido el hecho de que estoy completamente desnuda...

— ¡Vendida al caballero de blanco!— 

Una niñas me jalan como si fuera una joya en su mostrador

— Date un buen baño— 

Me dejan en un baño horrible que huele a orina de hombre borracho.

Veo una bata y a la altura del techo una gran ventana sin barrotes, suficientemente alto como para que llegue... ¿Creerán que por que soy gorda no lo lograré? ¡Se equivocaron de chica!

Can't take my eyes of youDonde viven las historias. Descúbrelo ahora