Capítulo 10: Colapso pulmonal.

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- ALICE-

- ¿Por qué miras tan fijamente a mi helado? -pregunté.

Alex y yo estamos en una heladería, disfrutando de nuestra "no cita".

- Porque no puedo creer que con toda la variedad de deliciosos sabores que hay hayas elegido el soso helado de vainilla.

- No es soso. ¡Es lo más delicioso que existe! -digo lamiendo mi helado- Además no me gustan mucho los otros sabores -me encojo de hombros-.

- ¡¿Cómo que no te gustan?! ¿No te gusta el helado de chocolate.

- Bueno... no -el parpadea varias veces antes de volver su mirada hacia mi-.

- Acabo de tener un dèja vu -me dice con los ojos bien abiertos-.

- Creo que ya afirmaron que en realidad no existen, es solo que tu cerebro procesa de una manera más lenta lo que está pasando a tu alrededor. Y por eso crees que ya lo viviste.

- Pero yo podría jurar que ya tuve esta conversación antes.

- Es solo tu cerebro jugándote una mala pasada -dije quitándole importancia-. ¿Verdad o reto?

- ¿Qué?

- Menos mal que eras un genio -dije rodando los ojos-. ¿Verdad o reto? El juego en el que eliges...

- Ya, ya entendí. Verdad.

- Qué nenita -mascullo. No me gusta cuando la gente elige verdad porque nunca sé qué preguntar. De repente, se me viene algo a la cabeza-. ¿Quién es Cassidy? La mencionaste el otro dia cuando... em... dormimos juntos -murmuré la última parte, el sonrió ampliamente-.

- Te acabas de sonrojar.

- Eso no es cierto, yo no me sonrojo -digo a la defensiva-.

- Si lo haces, apenas se nota un pequeño rubor aquí -dijo acariciando mis pómulos-.

- Ya cállate y responde -dije apartándome de su toque-.

- No sé quién es Cassidy -se encogió de hombros-. Debi haber estado muy dormido y balbuceé cualquier nombre al azar.

- Ya, eso no...

- ¿Verdad o reto? -me interrumpe-.

- ¿No te enseñaron que es descortés interrumpir a la gente?

- ¿No te enseñaron que es descortés responder una pregunta con otra pregunta?

- Esta conversación no va a ningún lado.

- Tu solo responde -dice sonriendo-.

- Verdad.

- Qué nenita -dice con una voz demasiado aguda, tratando de imitarme.

- Yo soy una nenita -digo sacándole la lengua-. Ahora pregúntame.

- ¿Cuál es tu opinión acerca de mí? -termina su helado y lo deja a un lado-.

- Lo que pienso de ti cambia constantemente. En estos precisos intantes solo pienso en lo caliente que te ves con tus cabellos alborotados y esa remera ajustada que te marca completamente -digo sin rodeos y mirándole fijamente a los ojos-.

- Claro, si la mujer lo dice todo está bien. Pero si yo te digo que esa musculosa deja lucir completamente apetitosos a tus senos, probablemente me gane una bofetada -bufa-.

Yo no puedo evitar estallar a carcajadas, una señora que estaba sentada cerca nuestro mira de mala manera a Alex y se aleja con el ceño fruncido.

Yo te he visto.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora