Capitulo 10

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Jennie kim

Nos habíamos detenido en un banco que  estaba en una de las calles del pueblo debido a que ambas ya estábamos algo cansadas. Es aquí donde vuelvo a notar la fatiga en Lisa. No podía evitar preocuparme.

— Lisa, ¿Ya tomaste tu medicamento? —le había preguntado a mi hermano los horarios a los que tenía que tomarse sus medicamentos y según recuerdo, alguno de ellos le tocaba por esta hora.

— Y-yo lo olvidé en el hotel.

Me levanté de golpe. Estaba preocupada, pero sobretodo molesta por el hecho de que no lo hubiera mencionado antes.

— Vamonos ya —espeté.

— Pero cenariamos por aquí cerca ¿No? —suspira—. Los planes no deben cambiar por mi, estaré bien.

— ¿Por eso no mencionaste que habías olvidado el medicamento?

— ¿Tú que crees, Jennie?

Lo supuse. Pero me molestaba el hecho de saber que era cierto.

— La cena da igual, podemos pedir algo en el hotel.

— Pero Jen...

— Nada —la interrumpí—. Esperame aquí, iré a buscar el auto.

Fui lo más rápido que pude por el, dejando así a Lisa sentada sobre aquel banco. Debía decir que no quería dejarla sola, pero era mejor a hacerla caminar unas cuantas calles y causar que su fatiga fuera peor.

Al llegar al auto y subirme, conduje lo más rápido que pude hacia donde la rubia. Y nada más llegar me bajé para ayudarla a subirse.

— No necesito que me ayudes —dijo molesta, quitando mi mano de su brazo.

— Solo quiero hacerlo —Lisa suspiró, pero aun así no hizo más que ignorarme y subirse al vehículo. Yo la seguí y lo puse en marcha hacia el hotel.

Debido a que estábamos cerca del hotel, llegamos con bastante rápidez. Me estacioné y bajé del auto para abrirle la puerta a Lisa y ayudarla a bajarse. Al verme ella rodó los ojos y siguió su camino sin siquiera molestarse a aceptar mi ayuda.

Si, ya no me sorprendía.

— Lisa ¿Podrías apresurarte?

— No.

Puedo jurar que Lisa estaba caminando más lento de lo usual, y no, su fatiga no tenía nada que ver, pues la primera ves que la vi con una ella caminaba distinto y no como en estos momentos. Lo más seguro era que, conociéndola, lo estuviera haciendo apropósito y detestaba eso. Yo estaba muy preocupada porque tomara sus medicamentos y ella me hacía esto.

Despues de un camino corto, pero que me pareció eterno, por fin llegamos a la habitación. Lisa se apresuró a ir por su mochila y sacar un frasco blanco, mismo del que sacó dos pastillas, las cuales se pasó sin absolutamente nada de agua. Así tal cual.

— ¿No necesitaste agua? —ella negó.

Sabía que habían personas que lo hacían, pero sin duda era mucho más asqueroso, según algunas personas y más complicado.

— No es la primera vez que olvido tomar mi medicamento —dice mientras que guarda las pastillas—. Me acostumbré a pasarlas así debido a que cuando recordaba tomarlas no siempre había agua cerca o porque simplemente me daba flojera ir a buscarla.

Me senté sobre la cama, soltando un suspiro de alivio.

— En verdad me preocupaste demasiado, Lisa.

𝚃𝚎 𝚎𝚗𝚌𝚘𝚗𝚝𝚛é [𝙹𝚎𝚗𝚕𝚒𝚜𝚊] ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora